En 2015, la organización del fundador de Inditex donó 17 millones de euros al Servicio Gallego de Salud (Sergas)
Cada año 6.000 enfermos con cáncer deben recorrer cien kilómetros diarios para recibir el tratamiento de radioterapia que necesitan. Y muchos lo hacen para acceder a un equipo obsoleto que produce más efectos secundarios y no son lo sensibles que deberían ser. La Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) lleva años denunciando las desigualdades que sufren los enfermos oncológicos por la falta de buenos equipos de radioterapia en los hospitales públicos de algunas comunidades autónomas. Por esta razón, ayer se recibió con entusiasmo el anuncio de la Fundación Amancio Ortega de donar 320 millones de euros a los hospitales públicos de todas las comunidades autónomas para renovar la tecnología utilizada para el diagnóstico y tratamiento del cáncer.
Esa lluvia de millones se destinará a comprar 290 equipos de última generación: mamografías digitales con tomosíntesis, aceleradores lineales avanzados para dar radioterapia o máquinas de radioterapia intraoperatoria. El coste de algunos dispositivos pueden alcanzar los tres millones de euros, pero «salvan vidas», aseguró a ABC el oncólogo Pedro Lara, presidente de la SEOR. «Podemos tratar casos con metástasis que no tienen opción a cirugía y a los que antes solo se les daba una terapia paliativa. Los nuevos equipos permiten hacerlo en menos tiempo y con una dosis dirigida que no daña tejido sano y tratar tumores sobre órganos en movimiento como los pulmones y el hígado», señala el especialista.
La Fundación del dueño de Inditex empezó en Galicia su ayuda a la Sanidad pública. En su comunidad natal donó 17 millones, que se emplearon en adquirir aceleradores lineales y en renovar los aparatos de mamografía. Después, el plan continuó en Andalucía con una inversión de 40 millones y ahora extenderá su ayuda a las 15 comunidades restantes hasta completar los 320 millones presupuestados. Todas las regiones españolas se beneficiarán de la donación y serán los hospitales quienes elijan el equipamiento necesario. La donación es finalista y solo se podrá utilizar el dinero en renovar la tecnología de radioterapia.
La Fundación Amancio Ortega ha elegido el cáncer para su donación por ser uno de los problemas de salud que más preocupan a la sociedad. «Todos tenemos algún caso en la familia o conocemos a alguien cercano que lo ha sufrido. Nos puede tocar a todos. Y la radioterapia es necesaria en el 60 por ciento de los casos», explican desde la fundación.
Ninguna comunidad ha rechazado la ayuda. La parálisis de inversiones en Sanidad durante los peores años de crisis ha afectado a todo el país y hasta las regiones que en su día fueron pioneras se han quedado con aparatos obsoletos. Según datos de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica, actualmente el 42% de los equipos de radioterapia que tiene la Sanidad pública se encuentran obsoletos porque llevan más de diez años de funcionamiento. Además, recuerdan, solo hay 3,8 unidades en los hospitales públicos por cada millón de habitantes, «prácticamente la mitad de los siete deseables» que aconsejan los oncológos.
La donación de Amancio Ortega se ve como un «alivio» para una situación que la SEOR consideraba «crítica». Pero, advierten que no es la solución definitiva. «Necesitamos que las comunidades impulsen planes de inversión estables para mantener este empuje. Dentro de diez años esta tecnología que hoy es puntera ya no lo será».
Nuria Ramírez de Castro/ABC
Imagen: Amancio Ortega
Foto: EFE