El Santo Padre responde a las preguntas de los periodistas en el vuelo de regreso a Roma procedente de Azerbaiyán
(ZENIT – Roma).- El matrimonio y el divorcio, la acogida de homosexuales, la teoría de género, la agenda del Santo Padre para el 2017 y las elecciones estadounidenses, son algunos de los temas abordados por el papa Francisco, como es habitual, respondiendo a las preguntas de los periodistas en el vuelo de regreso a Roma, procedentes de Bakú, capital de Azerbaiyán.
De este modo, respecto al viaje a su encuentro con el patriarca de Georgia indicó que se conmovió con él, “es un hombre de Dios”. De las cosas que “nos unen y nos separan”, el Santo Padre pide “no ponerse a discutir las cosas de doctrina” y como pueblo “rezar los unos por los otros” y “hacer cosas juntos”. El ecumenismo –subrayó– se debe hacer caminando juntos.
Y sobre el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán, el Santo Padre precisó que “el único camino es el diálogo, el diálogo sincero sin cosas sobre la mesa, sincero, cara a cara, el negociar sinceramente” Y si no se puede llegar a esto –observó- se debe tener el coraje de ir a un tribunal internacional, ir a La Haya por ejemplo, y someterse al juicio internacional.
En relación con lo que dijo el Santo Padre sobre la guerra mundial contra el matrimonio, le preguntaron sobre la acogida a los divorciados recordó que Amoris Laetitia habla de cómo tratar estos casos, cómo tratar a las familias heridas y “ahí entra la misericordia”. En el capítulo 8 –señaló el Santo Padre– cuando vienen los problemas y cómo se resuelven, se resuelven con cuatros criterios, acoger a las familias heridas, acompañarlas, discernir cada caso e integrarlos, rehacer.
En relación con esto, sobre el acompañamiento a los homosexuales, el Pontífice indicó que ha acompañado “en mi vida como sacerdote, obispo y también como Papa” a personas con tendencia homosexual y también con prácticas homosexuales”. Por eso, recordó que “las personas se deben acompañar como las acompaña Jesús”. Por otro lado, quiso remarcar que “una cosa es que una persona tenga esta tendencia”, “e incluso que cambie de sexo” y otra cosa es “la hacer la enseñanza en la escuela en esta línea para cambiar la mentalidad”. A esto el Papa lo llama “colonizaciones ideológicas”. Asimismo, recordó que “cada caso se debe acoger, acompañar, estudiar, discernir e integrar. Esto es lo que haría Jesús hoy”.
Otro tema abordado fue el próximo consistorio para la creación de cardenales, el criterio sigue siendo el mismo, “me gusta que se vea en el Colegio Cardenalicio la universalidad de la Iglesia, no solo el centro europeo”. Y sobre la fecha indicó que será pronto, o finales de este año y primeros del que viene.
Sobre la visita a la zona de Italia que sufrió un terremoto a finales de agosto, explicó que todavía no ha decidido la fecha, que está decidiendo entre varias opciones. Y esta visita la hará privadamente “como sacerdote, como obispo, como Papa, pero solo, así quiero hacerlo, quiero sentir estar cerca a la gente”,
La agenda del Papa para el año que viene quedó bastante precisada. En 2017 el Santo Padre irá a Portugal, pero solo a Fátima. A India y Bangladesh es “casi seguro”. Y en África aún no hay lugar seguro, “todo depende del tiempo climático”. A Colombia, indicó una vez más, “quiero ir cuando todo esté blindado, es decir, cuando el plebiscito termine, cuando todo esté seguro, seguro, seguro”.
¿Cuál es el candidato favorito del Santo Padre para recibir el Nobel de la Paz? Escoger entre tanta gente que hoy trabaja por la Paz es muy difícil, indicó. Asimismo precisó que quisiera que a nivel internacional, hubiese un recuerdo, un reconocimiento, una declaración “sobre los niños, sobre los discapacitados, sobre los menores de edad, sobre los civiles muertos bajo las bombas”, porque esto es un pecado contra Jesucristo “porque la carne de esos niños, de esa gente enferma, los ancianos, lo indefensos es la carne de Cristo”.
A propósito de las elecciones estadounidenses, el Pontífice aconsejó “estudien bien la propuesta, oren y elijan en conciencia”.
Imagen: El Papa Francisco sube al avión de Alitalia
(Foto archivo Osservatore © Romano)