Los asaltantes destruyeron varios objetos, además de robar artículos religiosos, entre ellos un gran crucifijo
Un grupo de encapuchados perpetró un ataque a una iglesia de Santiago, en medio de una manifestación estudiantil. Se trata de uno de los episodios más violentos que dejó el jueves 9 la protesta, que reunió a unas 150 mil personas, según sus organizadores.
El templo saqueado fue la iglesia de la Gratitud Nacional, ubicada en la Alameda, la principal avenida de la capital chilena. Los asaltantes entraron por la fuerza en la iglesia y destruyeron varios objetos, además de robar artículos religiosos, entre ellos un gran crucifijo, destrozado después en la calle.
El vicario de la zona centro del arzobispado de Santiago, Marek Burzawa, anunció que solicitó una reunión de emergencia con el intendente Claudio Orrego: “No es primera vez que atacan una iglesia en el centro de Santiago. La violencia no conduce a ninguna parte, nos duele muchísimo que ataquen los símbolos de nuestra creencia, los símbolos de nuestra fe”. Asimismo aseguró que “como Iglesia estamos de acuerdo con las manifestaciones pacíficas, pero la violencia no es el camino adecuado”, indica una nota publicada por la Conferencia Episcopal.
El padre Galvarino Jofré, director de Salesianos Alameda, acentuó la poca protección de la iglesia frente a este tipo de hechos: “Esperamos que haya mayor resguardo y ojalá que estas manifestaciones no tengan el mismo punto de llegada. Estamos estudiando acciones legales”.
Horas después del ataque, el ministro del Interior, Mario Fernández, llegó a la iglesia para supervisar los destrozos y expresar su solidaridad. De este modo, afirmó que “acá se han tomado las medidas, la Intendencia va a interponer una querella, porque estos son indicios muy preocupantes y el Gobierno no va a eludirlos”.
Por su parte, monseñor Fernando Ramos, obispo auxiliar de Santiago, agradeció el gesto de la visita de la autoridad y subrayó que la “convivencia democrática se basa en el respeto mutuo. Nuestras iglesias están abiertas, son lugares de culto para venir a alabar a Dios y no queremos encerrarnos, para que aquellos que quieren con la violencia atemorizar a los chilenos, tengan un éxito que no merecen”.
Los salesianos realizarán como acto de desagravio a la profanación del templo de la Gratitud Nacional, una eucaristía presidida por el presidente de la Conferencia Episcopal, arzobispo de Santiago, el cardenal Ricardo Ezzati,