25 años después de que su área de Catecumenado echara a andar, la CEE se plantea ahora el reto de llegar a todas las parroquias.
10 de abril 2025.- Manuel, de 24 años y de padres ateos; Soraya, de 40 y proveniente de una familia musulmana; Julia, con 21, que se definía hasta hace dos días como radical anticatólica. Todos ellos recibirán el Bautismo en la Vigilia Pascual en sus respectivas ciudades. Se trata de uno de los momentos clave para el catecumenado de adultos, que en los últimos años ha experimentado un crecimiento sin precedentes. «Cada año son más las personas en edad madura que se bautizan. Los últimos datos hablan de unas 1.700 al año», asegura Francisco Romero, director del secretariado de la Comisión de Evangelización, Catequesis y Catecumenado de la Conferencia Episcopal Española (CEE). A esa cifra hay que sumar la de quienes fueron bautizados de pequeños, se alejaron de la Iglesia y ya de mayores han vuelto a la práctica religiosa. «No tenemos el dato exacto de cuántos están en esa situación, pero estamos convencidos de que son más que esos 1.700 que se bautizan», señala Romero.
Mucha de la culpa de la explosión de casos, unos y otros, la tiene la proliferación en los últimos años de experiencias de primer anuncio. Luis Argüello, presidente de la CEE, en su discurso de apertura de la Asamblea Plenaria celebrada la semana pasada —en la que se ha hecho balance de los 25 años de trabajo del área de Catecumado, dentro de la Comisión de Evangelización—, citaba específicamente los «retiros de Emaús, el Proyecto Amor Conyugal o los retiros de vida en el Espíritu». Romero los define como unos «fuegos artificiales interesantes». No se puede no valorar lo que «ayuda a tanta gente» a abrirle la puerta de su corazón a Dios, pero advierte del «peligro de quedarse ahí: incluso podemos estar ofreciéndole a una persona algo que no es propio». El director insta a dar en las parroquias continuidad a lo vivido. «Hay que consolidarlo a través de un proceso de iniciación cristiana».

Para ayudar en este camino, la Conferencia Episcopal está presentando en los últimos meses el catecismo de adultos Buscad al Señor, que se concibe no solo como un conjunto de planteamientos doctrinales, sino como una herramienta para ayudar al catecúmeno a entender la idiosincrasia de un cristiano del siglo XXI. «Nos hemos preocupado por adaptarlo a las circunstancias, al contexto, a los métodos e incluso al lenguaje que se vive en la actualidad», señala Romero. Para él el reto es llegar no solo a todas las diócesis —el catecumenado está presente en 43 de las 70—, sino a todas las parroquias. «Igual que no entendemos un templo sin catequesis de niños, también nos debería chocar uno sin la de adultos. Sobre todo porque este grupo de edad —entre los 20 y los 60 años— es el que más alejado está de la fe», concluye.
Más allá del Bautismo
Una de las diócesis en la que sí está presente es la de Jaén, donde incluso han decidido extenderlo más allá del Bautismo. La idea es evitar en los mayores lo que en el pasado ocurrió con muchos niños, a los que la Iglesia acompañó con catequesis solo hasta la Primera Comunión. «No han sido pocos los que reciben al Señor por primera vez y última al mismo tiempo», lamenta Julio Segurado, delegado de Primer Anuncio, Catecumenado y Catequesis de la diócesis jienense.
La propuesta que han desarrollado, junto con las delegaciones de Catequesis del sur de España, responde al nombre de Galilea. «Se trata de un itinerario de discipulado, editado por PPC, que te permite madurar en tu fe y vivirla con una dimensión comunitaria», presenta Segurado, en cuya iglesia tiene 20 grupos —unas 300 personas— que acaban de asumir el proyecto. «Nosotros nos hemos lanzado ya. Es como una especie de prueba piloto, pero la idea es que el grueso de las parroquias de Jaén se pueda sumar, si quiere, a partir de septiembre».
Está previsto que Galilea tenga una duración de cuatro años. «Las reuniones son semanales y duran una hora», explica el delegado. En ellas, «se parte de una experiencia humana, se lee el Evangelio y se acaba con una celebración muy cristológica que subraya la importancia de tener una relación personal con Jesús».
A los grupos de Segurado están llegando personas «que han tenido una primera experiencia gracias, por ejemplo, a Emaús o cursos Alpha» y «gente de la parroquia de toda la vida que se ha enfriado con el paso de los años y quiere vigorizar su fe». A nivel nacional, sin embargo, el catecumenado de adultos se está viendo ensanchado también gracias a los conversos del islam. «Representan un grupo numeroso», hasta el punto de que Romero ha contactado con la Subcomisión de Diálogo Interreligioso de la CEE para «ver si se puede preparar un material específico en el que se explique la fe incluyendo elementos de su cultura», afirma el director del secretariado.
«Refrendo total y unánime»

La Plenaria celebrada la semana pasada comenzó con un escrache protagonizado por un grupo de manifestantes que protestaban por el acuerdo entre el Gobierno y el Vaticano acerca del Valle de los Caídos. Los obispos dieron un «refrendo total y unánime» a la actuación de «la Santa Sede, la CEE y el cardenal Cobo», confesó el secretario general de la institución, César García Magán, en la rueda de prensa final.
Durante la reunión, los obispos conocieron el nombramiento de Paula Alió como administradora general de la CEE, cuyas competencias fueron aprobadas por el Consejo Episcopal de Economía el lunes 31 de marzo. Asimismo, la vicesecretaría para Asuntos Económicos presentó el documento Modelo de rendición de cuentas económicas y de actividades de las entidades de la Iglesia en España. «El objetivo es que todas las instituciones tengan un modelo homologado de rendición de cuentas, de recogida de datos económicos y de la actividad que desarrollan las parroquias y otras instituciones eclesiales», explicó el secretario.
Por último, hay que destacar la actualización de los datos del informe sobre los abusos sexuales después de que las Oficinas para la Protección de Menores acogieran el año pasado 146 nuevos testimonios de abusos.
JOSÉ CALDERERO DE ALDECOA
Alfa y Omega