En un informe en el que participa Entreculturas, las familias reclaman apoyo socioemocial. «Hay niños con miedo a estar en el exterior».
6 de febrero 2025.- Tres meses después de la DANA, la Unidad Militar de Emergencia «sigue trabajando sobre el terreno». No es el único síntoma que revela la difícil situación que se vive todavía en la zona, a pesar de que los medios de comunicación han empezado ya a mirar para otro lado. «Hay garajes que continúan inundados», confirma a Alfa y Omega Olivia Pérez, responsable de comunicación de Cáritas Valencia. «Incluso hay gente, en su mayoría mayores, que llevan todo este tiempo sin poder salir a la calle porque el ascensor de su edificio está fuera de servicio», añade.
![](https://www.periodicoavenida.com/wp-content/uploads/Infancia-DANA.jpg)
Ante este panorama, la entidad caritativa de la Iglesia ha elaborado un plan de actuación para los próximos tres años. Hasta el momento, ya se han realizado más de 1.700 intervenciones —tanto entrevistas individuales como visitas domiciliarias— y se han distribuido cerca de dos millones de euros. Además, se han realizado más de 2.200 entregas de productos de equipamiento del hogar, como electrodomésticos o productos de higiene. «Es importante decir que las ayudas están destinadas a todas las personas afectadas y no solo a los que ya eran beneficiarios de la entidad antes de la DANA», concluye Pérez.
A la luz de los datos, Cáritas se ha erigido como uno de los pilares de la supervivencia y la reconstrucción tras la riada. No se puede decir lo mismo de la Administración pública, cuya actuación se ha caracterizado hasta el momento por «la falta de agilidad en la recepción de las ayudas». Así lo denuncian un conglomerado de entidades —Educo, Entreculturas, Save the Children y Plan International— en un informe presentado el pasado 29 de enero y elaborado a partir de las respuestas de 98 familias encuestadas.
El documento, no obstante, se centra en las necesidades educativas y de protección a la infancia. En este ámbito las cifran son impactantes. Unos 40.000 niños vieron interrumpida su educación por el cierre de escuelas y 24.000 fueron realojados temporalmente en otros centros.
«Esto tiene un impacto profundo en los niños a nivel académico, social y emocional», subraya Asunción Taboada, responsable de Acción Humanitaria de la ONG Entreculturas. «El colegio, el encontrarse con sus amigos, el volver a la rutina, ayuda a los niños a mitigar el impacto emocional de la emergencia». Pero al faltar dicha rutina las consecuencias son graves. «Nos hemos encontrado niños con miedo a estar en el exterior». Otros, sin embargo, «se angustiaban en espacios cerrados, porque quizá han tenido algún familiar que se quedó encerrado en un garaje o habitación».
![](https://www.periodicoavenida.com/wp-content/uploads/Grafico-DANA-1024x597-1.png)
Entre los afectados se encuentran los hijos de Sandra, una madre oriunda de Sedaví. «No paraban de llorar» tras la DANA. Al mayor, incluso «le dio un ataque de pánico y se desmayó», recuerda. En la actualidad, el chico todavía está medicado. Lo mismo que el hermano mediano, al que «le han diagnosticado una hiperactividad por ansiedad. Tiene demasiada energía y muchos nervios, lo que hace que no le vea el peligro a nada y tengamos accidentes domésticos a menudo», asegura su progenitora.
Junto con este tipo de episodios, se han dado otros aún más graves. Hay situaciones entre los menores que «han degenerado en actitudes violentas», lamenta Taboada. En el estudio, el 21 % de las personas encuestadas manifiestan preocupación por un posible aumento de la violencia infantil, aunque sólo el 5 % perciben un incremento de esta. Asimismo, la encuesta revela la aparición de la tristeza en el 36 % de los casos analizados, las alteraciones del sueño (28 %), la ira (24 %), la ansiedad (23 %) o los temores intensificados (22 %).
Para hacer frente a todo ello, el principal servicio que reclaman las familias es el de un acompañamiento en el ámbito socioemocional. «Así se lo trasladamos a la Consejería de Educación cuando le presentamos el informe la semana pasada». Desde Entreculturas, por su parte, ya han empezado a trabajar para atender esta necesidad. «Hemos puesto en marcha un proyecto» que consiste en «sacar a los chicos» de su lugar de formación habitual, «se les lleva a un sitio seguro» y allí «trabajamos sus emociones. A través de una pedagogía de bienestar emocional», los niños «sacan lo que llevan dentro. Así, se dan cuenta que no es algo que solo les afecta a ellos y aprenden a pedir ayuda cuando la necesitan», concluye Asunción Taboada.
«Hacerse barro en el llanto del pueblo»
![](https://www.periodicoavenida.com/wp-content/uploads/Seminaristas-Valencia-Papa-Francisco-768x447-1.jpg)
El Papa recibió el pasado jueves a los seminaristas, formadores y obispos de la provincia eclesiástica de Valencia, un encuentro en el que Francisco recordó «las Navidades seguramente atípicas con esa vivencia de que Dios se ha hecho barro en ustedes».
A pesar del tono cercano, el Santo Padre advirtió de que «no podemos tomar a la ligera» el «sufrimiento de las personas» e «intentar consolarlas con frases de circunstancias y buenismo». Por ello, pidió dejar a un lado el «optimismo», al que calificó como «expresión light», e instó a sembrar «esperanza».
En este sentido, el Pontífice recordó que «nuestra esperanza tiene un nombre, Jesús, ese Dios que no ha sentido asco de nuestro barro y que, en vez de salvarnos del barro, se ha hecho barro por nosotros». De esta forma, el Santo Padre llamó emular esta actitud, pero gratuitamente. «Ser sacerdote — proclamó— es ser otro Cristo, es hacerse barro en el llanto del pueblo, y cuando vean a la gente rota, porque en Valencia hay gente rota, que ha perdido la vida a pedazos, repártanles ustedes trozos, pedazos, de ustedes mismos, como Cristo lo hace en la Eucaristía».
JOSÉ CALDERERO DE ALDECOA
Alfa y Omega