En el Palacio Apostólico, representantes institucionales, responsables políticos y organizaciones humanitarias compartieron líneas programáticas, compromisos y esperanzas de una acción urgente y sinérgica para proteger a los niños, «deshumanizados» especialmente en contextos de guerra. Entre las esperanzas puestas sobre la mesa, la aprobación del «ius scholae» y la conversión del gasto militar en proyectos para menores en riesgo.
Ciudad del Vaticano, 3 de febrero 2025.- Los niños del mundo son «testigos de horrores que nuestras pantallas difuminan para protegernos: su realidad vivida se considera demasiado violenta para que la vean los adultos. Así, las víctimas más jóvenes de la guerra se ven privadas de su derecho más fundamental, el derecho a la infancia». Hoy, 3 de febrero, la Reina Rania Al Abdullah de Jordania inauguró el primer panel de la Cumbre Internacional sobre los Derechos de los Niños, titulada «Amémoslos y Protejámoslos», efectuada en la Sala Clementina del Palacio Apostólico.
Rania de Jordania: la deshumanización de los niños está en marcha
«Si un derecho puede negarse deliberadamente, entonces nunca ha sido un derecho, sino un privilegio reservado a unos pocos afortunados», prosiguió, citando datos de un “inquietante estudio” sobre el estado psicológico de los niños de Gaza: «El 96% declaró sentir la muerte como algo inminente, casi la mitad dijo que quería morir. No quieren ser astronautas o bomberos, como otros niños, pero les gustaría estar muertos».
Hoy en día, añadió, «uno de cada seis niños vive en una zona de conflicto», inmerso en «pesadillas a plena luz del día», y sin embargo todos los niños tienen el mismo derecho a nuestra protección y cuidado «sin excepciones, exclusiones ni condiciones previas», «tanto si han perdido dos dientes delanteros como si les falta un miembro debido a heridas de guerra». Citó Palestina, Sudán, Yemen, Myanmar y lo que llamó la «deshumanización de los niños» que «cava abismos en nuestra compasión y ahoga la urgencia en favor de la complacencia».
Tajani: 30 niños palestinos enfermos llegan a Italia
Antonio Tajani, viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores del gobierno italiano, habló también de «los niños que son víctimas inocentes de los mayores». También anunció que 30 niños palestinos enfermos de cáncer, informados por el cardenal Pierbattista Pizzaballa y el Centro Papa Juan XXIII, serán llevados a Italia.
A continuación, recordó a los niños israelíes que fueron atacados y murieron durante el asalto de Hamás el 7 de octubre de 2023 y a los que siguen secuestrados en la Franja de Gaza. A continuación, se refirió a la importancia de fomentar la natalidad y la mujer trabajadora, así como de promover la vacunación en África y combatir el turismo sexual en Asia. Finalmente, deseó que el ‘Mare Nostrum’ se convierta en un mar de paz, «no en un cementerio de inocentes», y reiteró el renovado compromiso con la aprobación del «ius scholae», es decir, el proyecto que vincula la obtención de la ciudadanía a la asistencia a un ciclo de estudios en las escuelas italianas.
Humanidad, igualdad y justicia
Mamadou Tangara, Ministro de Asuntos Exteriores de Gambia, destacó «el potencial de la reunión: cuanto más hablemos, más nos entenderemos y haremos hincapié en las cosas que más nos unen».
También intervino, sobre los derechos de la infancia, Megawati Sukarnoputri, expresidenta de Indonesia, que ha creado una Comisión especial para la Protección de la Infancia: «El cumplimiento de los derechos de la infancia no es fácil, es una responsabilidad de adultos que se ve afectada por las crisis climáticas, los desastres ecológicos y la brecha digital, factores todos ellos que afectan al acceso a la educación, la sanidad y la alimentación». Sukarnoputri se refirió a la filosofía indonesia Pancasila: «La humanidad, la igualdad y la justicia permiten a los niños soñar sin límites». «El Presidente Sukarno, dijo refiriéndose al primer presidente del país del sudeste asiático, sugería a los jóvenes: ‘Cuelgen sus sueños tan alto como el cielo, si caen, caerán entre las estrellas'».
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Segre: los niños son algo sagrado
La senadora vitalicia Liliana Segre cerró el primer debate compartiendo su propia experiencia como niña deportada y superviviente de la Shoah: «Los niños, todos ellos, son algo sagrado y no deben ser tocados por ningún motivo», remarcó.
Tras mencionar a «los millones de niños explotados, que viven en condiciones de extrema pobreza, bajo las bombas de demasiadas guerras», Segre relató cómo a lo largo de su vida ha renunciado a la venganza y al rencor, eligiendo el testimonio «para recordar de cuánta violencia es capaz la humanidad».
De la senadora, la mujer más anciana de Europa en tener escolta por las constantes amenazas y muestras de odio que sufre, se desprendió la esperanza de que las historias de dolor e injusticia de los niños del mundo conserven «su significado como acontecimiento universal» sin partidismos.
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Draghi: incluir a los niños en un horizonte de bien
El primer ponente del segundo panel de la Cumbre -sobre el derecho de los niños a los recursos- fue Mario Draghi, expresidente del Banco Central Europeo, quien abogó por la construcción de itinerarios educativos que den «autenticidad» a la participación de los más pequeños y les permitan «liberar su potencial, sin anticipar que serán adultos». «Proteger a los niños, dijo, significa estar dispuestos a cambiar nuestras actitudes y los criterios de elección colectiva». La inclusión de los niños en los procesos de toma de decisiones, según Draghi, es «una tarea compleja» que requiere no sólo «sabiduría y pasión educativa», sino también un horizonte del «bien» como objetivo.
Paolo Gentiloni, presidente del grupo de trabajo de la ONU sobre la crisis de la deuda, también habló de invertir en la infancia como una «inversión de futuro». En este sentido, denunció que en el mundo 300 millones de niños viven con menos de 2,15 dólares al día y en Europa uno de cada cinco niños está cerca de la pobreza.
«Los países más expuestos, advirtió, son aquellos en los que la sostenibilidad de la deuda está más en peligro, lo que repercute en 400 millones de niños». Invertir en la infancia no es sólo un «imperativo» dictado por «el amor, la compasión y la esperanza», sino también una «oportunidad económica y social». Unicef, por ejemplo, informó Gentiloni, «propone condonar la deuda a quienes destinen los recursos ahorrados a educación, sanidad y servicios sociales para la infancia»: se trata, concluyó, de «propuestas a tener en cuenta para incluir los derechos de los niños en el capítulo de recursos y desarrollo sostenible».
El G20 se centra en la vulnerabilidad del Sur Global
Luego, tomó la palabra Nokuzola Tolashe, Ministro de Desarrollo Social de Sudáfrica, quien anunció que el contenido de la Declaración de la Cumbre se compartiría en la próxima Cumbre del G20. También anunció que «acoge con satisfacción el lanzamiento de la campaña de reducción de la deuda en 160 países como parte de Jubileo 2025».
«La presidencia sudafricana del G20, prosiguió, bajo el lema de solidaridad, igualdad y sostenibilidad, pretende hacer oír las voces de las personas más vulnerables de la sociedad en el Sur global, la mayoría de las cuales son niños». Sobre la urgencia de «poner fin a los conflictos», «invertir en mujeres y niños y en infraestructuras locales», Arif Husain, economista jefe del Programa Mundial de Alimentos, insistió: «Cada día, 700 millones de personas se acuestan sin comer; 150 millones de niños son demasiado bajos para su edad y 50 millones están desnutridos. 120 millones de personas se ven obligadas a abandonar sus hogares: la mayoría son mujeres y niños. Recordemos que la desigualdad de ingresos equivale a la desigualdad de oportunidades».
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La FIFA promete estrellas del fútbol en el Día del Niño
Colocó un balón en la gran mesa de oradores Gianni Infantino, Presidente de la FIFA, para abrir el debate sobre el derecho a la educación, y todos sonrieron.
«Los niños también lo hacen, cada vez que ven un balón», explicó, presentando «Fútbol para la Escuela», un programa ya implantado en 123 países que utiliza el fútbol como “gancho” para hablar a los niños de temas delicados como la violencia y la discriminación de la mujer.
Infantino, que se declaró disponible «para formar equipo y ganar la Copa Mundial de las Sonrisas», prometió la presencia de grandes futbolistas en el segundo Día Mundial de la Infancia, previsto para los días 27 y 28 de septiembre de 2026.
Por su parte, el filósofo y psicoanalista Miguel Benasayag articuló la necesidad de una escuela que «resista a la colonización algorítmica». Si después de la palabra y la escritura, la «algorítmica» es la tercera «revolución antropológica» a la que asistimos, Benasayag se mostró preocupado por los cambios que está experimentando el cerebro humano ante el uso de la tecnología y pidió un esfuerzo para establecer nuestra «alteridad» respecto a las máquinas.
Impagliazzo: la comunidad internacional redescubre la unidad
Marco Impagliazzo, presidente de la Comunidad de Sant’Egidio, hizo un llamado a la comunidad internacional para que redescubra la «tensión unitaria» para garantizar la educación para todos, «un derecho que cambia el mundo».
«Hay que romper el círculo vicioso del analfabetismo y del abandono escolar», exhortó, «no sólo en las periferias del planeta», sino también en los países avanzados, donde los jóvenes, más frágiles y ansiosos que en el pasado, lidian con «pasiones tristes» y «necesitan ese amplio aliento que sólo la memoria y los ideales del patrimonio cultural pueden darles: una semilla de futuro palpita entre los pupitres».
El rabino David Rosen recordó, a su vez, la importancia de la educación en la tradición judía desde sus orígenes, cuando la escuela garantizaba la educación para todos, según los valores fundamentales de la ley judía que exige el respeto de la infancia. En particular, se hizo hincapié en un aspecto que recorre toda la Biblia hebrea: la obligación de garantizarla especialmente a los huérfanos y a los pobres, una oportunidad para sacar a la luz talentos que de otro modo difícilmente surgirían.
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Convertir el gasto militar en proyectos para la infancia
La segunda parte de la cumbre estuvo dedicada a la dimensión vivencial del derecho a la alimentación y a la salud. Paradójicamente, no atender las necesidades de los niños «sale más caro» que atenderlas, señaló Riccardo Paternò di Montecupo, Gran Canciller de la Orden de Malta, una realidad humanitaria que siempre ha estado comprometida con la infancia.
Se citaron numerosos ejemplos: desde el hospital de la Sagrada Familia de Belén, que ha atendido a más de cien mil niños, hasta las estructuras sanitarias creadas en África y Ucrania, pasando por la singular labor llevada a cabo en la ciudad de Gaza, donde -en cooperación con Cáritas y el Patriarcado Latino- el Estado ha distribuido 300 toneladas de alimentos, incluidos alimentos frescos, desde el comienzo de la guerra.
En un momento en que «el derecho internacional está siendo pisoteado por todos», dijo, «debemos intensificar sin vacilar la lucha común para defender estos valores y proteger a los más pequeños». La petición es unirse «poniendo en práctica la cultura de la vida y de la familia».
Las «hermosas almas que crecen sin hogar, sin juego» también recibieron ecos desde Egipto de lo que el gobierno, a través de su viceprimer ministro de Desarrollo Humano y ministro de Sanidad y Población, Khaled Abdel Ghaffar, está haciendo especialmente por los niños heridos y mutilados que huyen de Gaza. «El mundo debe actuar ya», clamó, y en la misma línea, el tunecino Kamel Ghribi, presidente del grupo GKSD, instó a ir más allá de las promesas fáciles. Basándose en los más de 160 hospitales fundados en todo el mundo, que ofrecen tratamiento y formación gratuitos, pidió a los países ricos que reduzcan su gasto militar y lo destinen a ayudar a los niños a crecer sanos y salvos.
Niños invisibles
Niños que a menudo permanecen invisibles en algunas regiones del mundo. Es el caso de Mozambique, por ejemplo, como señala Noorjehan Abdul Majid, una doctora que coordina aquí el proyecto «Sueño» de la Comunidad de Sant’Egidio. El 50% de los niños menores de cinco años no están registrados: sin una identidad legal no pueden acceder a los servicios esenciales y están expuestos a todo tipo de explotación.
«Hemos conseguido registrar a más de 5 millones de niños en toda África, devolviendo la dignidad a miles de ellos y a sus familias. Sin embargo, sigue siendo un gran reto». Desde uno de los diez países más pobres del mundo, donde la anemia afecta a más del 60% de los niños, y donde tanto se ha hecho para responder al grito de los seropositivos al nacer – «una masacre silenciosa»-, ella también se ha centrado en el esfuerzo conjunto para seguir ofreciendo un futuro más aceptable.
Empezó entonces con un recuerdo personal Magnus MacFarlane-Barrow, Director General de la organización Mary’s Meals: el que le llevó a conocer a Edward, de 14 años, en una aldea de Malaui, junto a su madre Emma, que se moría de desnutrición.
«Le pregunté qué ambiciones tenía para su vida: me gustaría tener comida suficiente, ir a la escuela algún día», me contestó. Así nació «Mary’s Meals», que actualmente está presente en 16 países con programas de comidas para los más pequeños y educación.
«Nos gusta describirnos como servidores de la esperanza. Por término medio, la escolarización aumenta un 25% tras la introducción de las comidas», afirmó y recordó la dramática crisis que se vive en Tigray. Las situaciones evocadas mueven a las instituciones a poner en marcha inmediatamente programas ad hoc, teniendo en cuenta que, como dijo Máximo Torero, de la FAO, los niños llevan la carga más pesada de la explotación en las zonas de guerra.
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Urge una gran alianza intergeneracional
La mañana terminó centrándose en el papel primordial de la familia. Mariella Enoc, del Consejo del Patronato de World’s Children Hospital, destacó lo que describió como una gran contradicción: por un lado se habla de niños sin familia, y por otro de familias que no quieren traer hijos al mundo, condicionadas por una cultura y una política que sólo exalta el egoísmo. «La gran tarea, pues, es educar a los adultos», sugirió, «y generar una gran alianza intergeneracional extraordinaria».
Porque el peligro es el individualismo y el aislamiento, como dejó claro Hans Michael Jebsen, del Foro Filantrópico China-Italia. En tiempos en que los niños se ven obligados a crecer demasiado deprisa, redescubrir los valores de la pancasila, el pensamiento filosófico sobre el que se funda el Estado indonesio, ya mencionado al principio, puede ser un camino a seguir, instó Arsjad Rasjid, cofundador del movimiento 5P, para evitar la explotación infantil tan trágicamente extendida en las zonas de conflicto. La última nota sigue haciendo referencia a la nutrición para todos: la propuso Federico Vecchioni, Consejero Delegado de la mayor empresa agrícola de Italia, BF, que invierte un millón y medio de euros en empresas en las que la población local está en el centro, porque «producir alimentos es la base de una infancia sana».
LORENA LEONARDI y ANTONELLA PALERMO