Alrededor de 400 millones de fieles viajarán a Uttar Pradesh hasta el 26 de febrero para sumergirse en las aguas de los ríos sagrados y lavar sus pecados en lo que representa el evento espiritual más impresionante del mundo que se celebra cada doce años.
13 de enero 2025.- Con los primeros baños masivos en los ríos sagrados Ganges, Yamuna y Sarasvati, comenzó hoy, 13 de enero, en Prayagraj, en el estado indio de Uttar Pradesh, el Maha Kumbh Mela, la mayor peregrinación del mundo en la que participan aproximadamente 400 millones de hindúes. A modo de comparación, el Hajj reunió a 1.800.000 peregrinos musulmanes en La Meca en 2024. Incluso antes del amanecer, los fieles comenzaron a sumergirse en las frías aguas de la confluencia de los tres ríos para lavar sus pecados, según la tradición hindú.
Modi: un momento especial
El inicio del evento, que se celebra cada doce años, fue saludado así en su cuenta X por el primer ministro indio, Narendra Modi: «Un momento especial que encarna la herencia espiritual inmutable de la India en una confluencia de fe, devoción y cultura». Al menos 40.000 agentes de policía están presentes para garantizar la seguridad y ayudar a gestionar las multitudes, mientras que las cámaras de vigilancia equipadas con capacidades de inteligencia artificial garantizarán un seguimiento continuo. Indian Railways ha añadido 98 trenes para realizar 3.300 viajes a Uttar Pradesh. Los organizadores instalaron 150.000 baños, 68.000 farolas y una gran ciudad de tiendas de campaña que estuvo completamente ocupada durante el fin de semana.
La distribución de bendiciones
Al son de tambores y en medio de procesiones de elefantes y tractores cargados de estatuas de deidades hindúes, monjes vestidos enteramente de azafrán -que en el hinduismo indica la renuncia a los bienes materiales y por extensión al valor del sacrificio- y los sadhus, ascetas que cumplen el rígido camino de la disciplina espiritual con sus cuerpos cubiertos de ceniza, comenzaron a repartir sus bendiciones. Estos ermitaños abandonan sus lugares de retiro sólo con ocasión del Kumbh Mela. Avanzando hacia la orilla del agua, los fieles corean invocaciones como Har Har Mahadev y Jai Ganga Maiyya, en alabanza a las deidades hindúes, el Señor Supremo Shiva y Madre Ganges. Con la ablución ritual, además de lavar los pecados, los peregrinos se liberan del ciclo de la vida y la muerte, el renacimiento y la reencarnación, alcanzando el Moksha (omnisciencia o iluminación) e idealmente fusionándose con la divinidad.
El evento cada 12 años
La primera crónica del Kumbh Mela se remonta al siglo VII d.C. con los escritos del monje chino Xuànzàng. En cambio, el texto sagrado hindú Bhagavata Purana narra el origen de la festividad. La palabra kumbh se refiere a una jarra que contiene el elixir de la inmortalidad que apareció durante un evento divino llamado «Sagar Manthan». En medio de una batalla celestial por el elixir que duró doce días en el tiempo divino, equivalente a doce años humanos, y en la que también participó el dios Vishnu, gotas del néctar (amrita) cayeron en cuatro lugares: Prayagraj, Haridwar, Nashik y Ujjain, que se convirtió en la sede del Kumbh Mela. Aquí los devotos de diferentes sectas hindúes, o Akharas, se unen en grandes procesiones para tomar el «Shahi Snaan» o baño real, sumergiéndose en el río sagrado. El Maha Kumbh Mela («Gran» Kumbh Mela) se celebra en Payagrai cada doce años, más precisamente después de cuatro Purna Kumbh Mela, que en cambio se celebra cada tres años en rotación en cuatro lugares principales diferentes (como se mencionó en Prayagraj, Haridwar, Nashik y Ujjain), dependiendo de la posición del Sol, la Luna y Júpiter. Luego está también el Ardh Kumbh Mela, en dos sitios cada seis años.
Los pensamientos de Mark Twain
El Kumbh Mela fascinó incluso al escritor estadounidense Mark Twain, declaradamente agnóstico, durante un viaje a la India en 1895. En su diario escribió: “Es fantástico el poder de la fe que crea multitudes sobre multitudes de ancianos y débiles, jóvenes y frágiles, que emprenden un viaje tan increíble sin vacilación ni protesta y soportan las miserias sin quejarse. ¿Es fruto del amor o se hace por miedo? No sé cuál. No importa cuál sea el impulso, el acto que genera está más allá de la imaginación, es maravilloso para nuestra gente, los fríos hombres blancos”.
GIOVANNI ZAVATTA