En su discurso a participantes en curso de la Rota Romana, Francisco les recordó que el principal motor para el verdadero desarrollo de la humanidad es la caridad en la verdad, que Jesucristo dio testimonio en su vida terrena. La verdadera justicia debe ir acompañada de caridad, y ambas deben basarse en la verdad, para que puedan construir una vida comunitaria sólida y respetuosa de la dignidad humana.
Ciudad del Vaticano, 23 de noviembre 2024.- El Papa recibió a los participantes en el Curso de formación promovido por el Tribunal de la Rota Romana sobre el tema Ministerium Iustitiae et Caritatis in Veritate. En estos días de estudio y reflexión han podido examinar los desafíos jurídico-pastorales relativos al matrimonio y a la familia. Se trata de un campo apostólico vasto, complejo y delicado, les dijo, al que hay que dedicar energía y entusiasmo, con vistas a promover el Evangelio de la familia y de la vida.
Parafraseando la encíclica Caritas in Veritate de Benedicto XVI, Francisco recordó a los miembros de la Rota Romana, que el motor principal para el verdadero desarrollo de cada persona y de la humanidad es la caridad en la verdad, de la que Jesucristo dio testimonio con su vida terrena y, sobre todo, con su muerte y resurrección.
El amor-caritas: una fuerza extraordinaria
Sólo a través del amor, esa fuerza extraordinaria, es que las personas sienten el impulso a comprometerse con valentía y generosidad por la justicia y la paz. Es una fuerza que tiene su origen en Dios, Amor eterno y Verdad absoluta, dijo el Papa.
“Son palabras que se aplican a todo el ámbito de la sociedad civil, pero que tienen plena actualidad al considerar las relaciones entre los fieles y entre éstos y los Pastores, dentro del Pueblo de Dios”
Por tanto, señaló que es apropiado calificar la misión del Tribunal de la Rota Romana como ministerium iustitiae et caritatis in veritate: «Ministerio de la justicia y la caridad en la verdad». Una descripción que pueden aplicar dijo, todos los tribunales eclesiásticos del orbe, abarcando incluso, toda la acción pastoral de la Iglesia, objetivo del curso de formación.
Llamados a amar la justicia la caridad y la verdad
A propósito, el Santo Padre les deja un mensaje: cada uno de los miembros de la Rota Romana están llamados a amar la justicia, la caridad y la verdad, y a esforzarse cada día por ponerlas en práctica en su trabajo como canonistas, les dijo, y en todas las tareas que desempeñan al servicio de los fieles.
“Se trata de amar las tres al mismo tiempo, porque van juntas y, si prescinden de una, las otras pierden su autenticidad. En efecto, nuestro modelo es Jesucristo, que es la Verdad y es justo y misericordioso”
Ni justicia sin caridad, ni caridad sin justicia
Porque, como afirmó el Papa, la justicia es una virtud cardinal muy importante, que lleva a dar a cada uno lo que le corresponde. Y esta virtud debe vivirse ciertamente también dentro de la Iglesia, como lo exigen los derechos de los fieles y los derechos de la Iglesia misma. Sin embargo, señaló, en ninguna comunidad humana, y menos aún en la Iglesia, basta con respetar los derechos: hay que ir más allá, con el impulso de la caridad, buscando el bien de los demás mediante la donación generosa de la propia existencia.
La justicia sólo se entiende a la luz del amor, por tanto, es necesario vivir al servicio del amor, añadió, incluso en los deberes jurídicos, cada uno de los miembros de la Rota Romana debe recordarlo siempre.
“A las personas hay que tratarlas no sólo según la justicia, que es ineludible, sino también y sobre todo con caridad. No olviden nunca que quien se dirige a ustedes pidiendo ejercer vuestro oficio eclesial debe encontrarse siempre con el rostro de nuestra Madre, la santa Iglesia, que ama con ternura a todos sus hijos”
La justicia debe ir acompañada de la misericordia
Francisco señala que la justicia no debe ser fría ni meramente distributiva, y recordando la encíclica Fratelli tutti dijo que la justicia debe ir acompañada de misericordia, lo que permite que las virtudes morales, como la fortaleza y la laboriosidad, sean verdaderamente efectivas al estar orientadas hacia el bien común. La justicia, no es suficiente por sí sola; debe ser complementada por la caridad, de esta manera la perfecciona y la suaviza, especialmente en situaciones de sufrimiento o necesidad.
El Papa Benedicto XVI enseña que la caridad, aunque supera a la justicia en cuanto a generosidad, nunca puede prescindir de ella, ya que la justicia asegura que cada uno reciba lo que le corresponde. Es importante que los fieles en la Iglesia cultiven una sensibilidad jurídica que respete la dignidad de cada persona. El miedo a la justicia y a la caridad debe ser superado, ya que ambos son virtudes profundamente altruistas y necesarias para el bien común. Recordó que Jesús siempre actuó con proximidad, misericordia y ternura en su vida terrena. El Señor esta cercano a cada uno, es misericordioso y es tierno.
La armonía entre justicia y caridad: en la verdad
La armonía entre caridad y justicia se ilumina en su común referencia a la verdad. Sin verdad, el amor se convierte en una apariencia vacía, susceptible de ser mal interpretada, dijo por ultimo, y destacó la importancia de vivir en esperanza, siguiendo el ejemplo de la misericordia de Cristo, con la certeza de que la justicia y la caridad deben orientarse siempre hacia el bien común y la salvación de todos.
PATRICIA YNESTROZA