El 3 de diciembre se celebra el Día Internacional de las Personas con discapacidad. La Conferencia Episcopal Española, desde el área de la discapacidad, se une a esta Jornada y ofrece diversos recursos con el fin de animar la evangelización de este sector pastoral y avanzar en su inclusión en la sociedad y en la Iglesia. En esta ocasión se ha elegido como lema: «Todos juntos regalamos esperanza».
15 de noviembre 2024.- Como señala el papa Francisco en la Bula de convocatoria del Jubileo 2025, Spes non confundit, si de algo tiene necesidad nuestro mundo es de esperanza. Los pobres, los enfermos, los migrantes, los abuelos, los jóvenes son sectores que viven en la desesperanza y necesitan la presencia de cristianos que alivien su situación y la conviertan en esperanza. Lo mismo la guerra, las catástrofes naturales que nos asolan, la falta de nacimientos y el envejecimiento de la población, la marginación social, los problemas de salud mental, etc. nos llaman a ser testigos de esperanza en medio de este mundo en que nos ha tocado vivir.
“Todos somos un regalo para los demás”, canción de Hakuna para animar la jornada
En este contexto, esta campaña «quiere ser un canto a la esperanza, un aliento fresco que permita descubrir que todos somos un regalo de esperanza para los demás», señalan desde el área de la discapacidad. Esta afirmación se puede oír en el canto que el grupo Hakuna ha compuesto para la celebración de este día de la discapacidad: “Todos somos un regalo para los demás”. Las imágenes que se recogen en el video son de personas del Hogar de Santa Teresa en Madrid, de los centros de Ntra Sra de la Luz y La Providencia en Badajoz y de otras familias particulares, en todas ellas se vive un ambiente en el que se experimenta que unos y otros son un regalo para los demás y todos se convierten en dadores de esperanza.
Un vídeo, el mensaje de los obispos de la Comisión para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado – en la que se encuentra el área para personas con discapacidad-, y un guion litúrgico son los recursos que se ofrecen para la celebración de este día tan significativo.
Además el día 1 de diciembre, a las 12.00 h., se retransmitirá, desde la basílica de la Concepción, la misa en TRECE en la que participarán, activamente, personas con discapacidad.
En definitiva, se trata, como señalan desde esta área de «ponemos en camino hacia el Jubileo, dispuesto a peregrinar con el fin de que todos juntos regalemos esperanza».
Mensaje de los obispos: «Todos juntos regalamos esperanza»
La Campaña que este año, con motivo del Día internacional de las personas con discapacidad, ofrecemos desde la Comisión para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado de la Conferencia Episcopal Española, quiere prepararnos para celebrar el Jubileo 2025, que tiene como lema «Peregrinos de esperanza». Somos invitados, pues, a poner nuestra mirada en el horizonte amplio que nos ofrece nuestra fe cristiana: Jesús, muerto en la cruz y resucitado del sepulcro. La esperanza cristiana no defrauda, nos recuerda el papa Francisco, citando a san Pablo (Rom 5,5), y nosotros acogiendo sus palabras queremos poner la mirada esperanzada en toda circunstancia de nuestra vida.
La discapacidad nos acompaña a todos. ¿Quién es capaz de decir que él no tiene ninguna discapacidad? Aceptar nuestras limitaciones y luchar con ellas para seguir adelante en nuestra existencia ya es una actitud que manifiesta que la esperanza anida en nuestro corazón. Dar la mano a quien la necesita, hablarle con signos o con el tacto a quien no puede oír, quitar barreras arquitectónicas para que todos podamos transitar, explicarle lo que hay a quien no ve, hablar despacio y comentar con un lenguaje sencillo a quien tiene un ritmo diferente de comprensión, no preguntarle si me conoce a aquella persona que va perdiendo la memoria poco a poco; todas estas cosas y muchas más transparentan que queremos dar esperanza.
Todos hemos de caminar juntos, cada uno con nuestras capacidades —¡que son muchas! — y con nuestras discapacidades. Y si este nuestro caminar lo hacemos con esperanza, no solo haremos nuestro camino con el gozo de la fe, sino que regalaremos esta virtud tan necesaria en nuestro mundo. Nuestra sociedad tiene necesidad de testigos de esperanza. Las personas con discapacidad nos ofrecen su testimonio de lucha esperanzada, sabiendo que no caminan solos, sino que Cristo, nuestra esperanza viva, camina con ellos. La fe en Cristo no es solución a los problemas, pero sí que es luz para dar sentido a lo que el mundo ve como oscuridad. Siempre hay una rendija de luz que es signo del sol que no tiene ocaso, Jesús, el resucitado, que cada día sale para que nosotros podamos seguir caminado juntos regalando esperanza.
Fuente: CEE