El Santo Padre ha enviado un mensaje firmado por el Cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin en el marco de un acto organizado por la Embajada de Italia ante la Santa Sede para estudiar y celebrar el octavo centenario del Cántico de las Criaturas de San Francisco de Asís, en el ámbito de la XXIV Semana de la Lengua Italiana en el Mundo.
Ciudad del Vaticano, 15 de octubre 2024.- Es necesario continuar «el trabajo de sensibilización en el cuidado de la creación», «hay una gran enseñanza en esa oración que desde hace ocho siglos no ha dejado de latir y que San Francisco compuso al final de su vida». Así ha expresado el Papa Francisco, a través del mensaje enviado por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, su estímulo a la iniciativa que ha tenido lugar este martes 15 de octubre por la mañana en el Palacio Borromeo, sede de la Embajada de Italia ante la Santa Sede, cuando se cumplen 800 años de la escritura del Cántico de las Criaturas por parte de San Francisco.
El evento fue deseado por el Embajador Francesco Di Nitto con motivo del aniversario especial, pero también con ocasión de la 24ª Semana de la Lengua Italiana en el Mundo, ya que el Cántico es el fundamento del desarrollo de la lengua italiana, así como un símbolo de la protección de la creación. La iniciativa se realizó en colaboración con el Patio de los Gentiles y bajo el patrocinio del Comité Nacional para la celebración del VIII centenario de la muerte de San Francisco de Asís.
El eco de la riqueza cultural y espiritual del Cántico de las Criaturas a través de los siglos revivió en el discurso del cardenal Gianfranco Ravasi, Presidente emérito del Pontificio Consejo de la Cultura, y en el de Roberto Antonelli, Presidente de la Accademia Nazionale dei Lincei. La profundidad poética surgió en las palabras de Davide Rondoni, Presidente del Comité Nacional para las celebraciones del octavo centenario de la muerte de San Francisco de Asís.
Del Cántico una visión positiva de la naturaleza
Entre otras, el cardenal Ravasi citó referencias de los Salmos que fueron las fuentes de inspiración del Cántico. En un admirable recorrido de referencias y curiosidades, el cardenal dio el sentido de ese horizonte cósmico en el que las criaturas son las «letras de la creación», que es por tanto como un libro abierto.
Citó el Salmo 104, explicando que tal vez no figure entre las fuentes directas del Cántico, pero subrayando que representa uno de los más admirables «cánticos de criaturas» bíblicos. Y recordó el concepto subyacente que se desprende en particular de los versículos 13.5 del Libro de la Sabiduría y del que se hace eco San Francisco: la palabra es impotente para expresar la grandeza de Dios, pero desde la belleza de las criaturas cósmicas se asciende al creador.
El Cántico, por tanto, una alabanza a Dios y a sus criaturas que se despliega con intensidad y vigor a través de sus obras, se convierte también en un himno a la vida. El cardenal Ravasi subrayó también cómo la oración de san Francisco está impregnada de una visión positiva de la naturaleza, ya que la imagen del Creador se refleja en la creación.
De ahí el sentido de fraternidad entre el hombre y toda la creación, muy distinto del contemptus mundi, es decir, el desapego y desprecio por el mundo terrenal, marcado por el pecado y el sufrimiento, típico de otras corrientes religiosas medievales. La creación se convierte así en un medio grandioso de alabar al Creador. Y este sentimiento de asombro ante la naturaleza debemos conservarlo hoy, preconizó el cardenal, subrayando la importancia de no perder el asombro y no sólo las maravillas de la creación.
Un texto literario refinado y no ingenuo
El Presidente Antonelli se refirió a la redacción y al valor literario del texto del Santo de Asís, también conocido como Cántico del Hermano Sol. Recordó que la sencillez del sentimiento expresado se refleja en una sintaxis simple, pero también explicó que los versos están agrupados en pequeños bloques fácilmente reconocibles, diferenciados temáticamente.
La cuestión es que la homogeneidad de estos bloques está asegurada por calculados recursos formales que -subrayó- la crítica moderna ha rehabilitado como refinados y cuidadosos, no ingenuos como se pensaba en la época romántica. Entre otras consideraciones, Antonelli recordó cómo estudios recientes han aclarado la raíz umbriana de términos que hasta hace poco se interpretaban como afrancesamientos. Un ejemplo de la profundidad cultural que 800 años después sigue fascinando e interpelando.
Un canto a la fraternidad
Rondoni destacó, por su parte, la llamada de San Francisco al valor de una humanidad que debe seguir siendo tal, negándose a reducir a las personas a usuarios de la tecnología y preservando el sentido de fraternidad que el santo experimentó en su propia piel y que connota precisamente lo humano.
El texto del Cántico -explicó- estaba dotado de acompañamiento musical, compuesto por el propio Francisco y hoy perdido, pero conserva su valor poético, sobre todo en forma de «prosa rítmica asonante». El Cántico, por tanto, dijo Rondoni, sugiere también que no se puede renunciar a la riqueza poética.
El manuscrito litúrgico en la Biblioteca Vaticana
Con ocasión del encuentro, la Biblioteca Apostólica Vaticana ha cedido para su exposición en el Palazzo Borromeo un precioso manuscrito litúrgico del siglo XIII en el que una extraordinaria miniatura hace referencia a dos momentos fundamentales de la vida de san Francisco de Asís: el sermón a los pájaros y los estigmas. Una elección diferente, frente a la hipótesis de exponer una copia del Cántico, deseada por el prefecto, don Mauro Mantovani, para dar sentido al desarrollo cultural que tomó vida a partir del Cántico mismo, e ilustrada por la directora del Departamento de Manuscritos, Claudia Montuschi.
FAUSTA SPERANZA