En la última jornada del Congreso #WeAreN016 clausurado en Nueva York, el presidente de CitizenGO, Ignacio Arsuaga, ha criticado el silencio de Occidente ante el genocidio cristiano y ha reclamado la intervención de los gobiernos para detenerlo. “El próximo paso es que el Consejo de Seguridad de la ONU declare como genocidio los actos cometidos por el Estado Islámico y sus redes”, denunció Arsuaga.
El llamamiento a la comunidad internacional, a los gobiernos y a los medios de comunicación para actuar contra el genocidio que están sufriendo los cristianos y creyentes de otras minorías religiosas en todo el mundo, ha sido el nexo común en el programa de la tercera y última jornada del Congreso Internacional sobre Libertad Religiosa #WeArenN2016 organizado por CitizenGO y MásLibres.org en Nueva York del 28 al 30 de abril.
El objetivo de este evento es “romper silencios y reclamar a la comunidad internacional que intervenga para detener este genocidio”, apuntaba Arsuaga en el inicio de la jornada. “Con demasiada frecuencia recibimos peticiones de ayuda desde Oriente Medio, África o Asia que relatan el genocidio que están sufriendo. Estamos asistiendo a una de las peores masacres de todos los tiempos y seguimos indiferentes… Al final del día, ustedes se van a incorporar al ejército de ciudadanos que en todo el mundo luchamos humildemente, pero con todas nuestras fuerzas, para tratar de frenar el genocidio religioso”.
Además de una nutrida audiencia en el hotel neoyorquino que ha acogido el evento, las intervenciones han sido seguidas en directo por miles de personas gracias a la difusión por internet.
El presidente del Congreso #WeAreN2016 ha dado las gracias a todos los ponentes que han acudido a Nueva York para contar su testimonio y para “denunciar la persecución religiosa que sufren las minorías masacradas por el yihadismo”. Entre ellos, se hallaban Monseñor Bagobiri, el Padre Douglas Al-Bazi, los padres de Kayla Muller y el esposo y la hija de Asia Bibi.
Petición a la ONU
CitizenGO ha entregado en la Oficina del Secretario General de la ONU una petición apoyada por 400.000 firmas solicitando que se declaren como genocidio las atrocidades cometidas por el Estado Islámico. La jornada final de Congreso ha estado repleta de mensajes dirigidos a la comunidad internacional, en un llamamiento clamoroso para que se actúe de manera urgente y contundente para poner fin a una persecución que, de continuar, supondrá el exterminio de pueblos enteros y la desaparición de minorías religiosas en algunos puntos de Oriente Medio, según han coincidido en señalar varios ponentes testigos directos de la situación.
En esta línea, la directora general de la organización estadounidense ‘En Defensa de los Cristianos’ (IDC), Kirsten Evans, ha pedido a las Naciones Unidas que encuentren “una solución para que los cristianos puedan vivir en paz y armonía en sus comunidades de origen”. “Tenemos que asegurar la protección de los cristianos, debemos establecer una zona de seguridad para darle una salida a la persecución y los gobiernos deberían responsabilizarse de esto”, reclamó Evans.
Exterminación de los cristianos
Para el padre Douglas, el primer ponente de la jornada, “no hay que enviar soldados para proteger a los cristianos sino cambiar la Constitución de Irak”, y a nivel internacional es necesario que la ONU reconozca ya que la persecución de los cristianos es un genocidio. “Si no lo denominamos genocidio no estamos diciendo la verdad”, aseguró este sacerdote secuestrado y torturado por los yihadistas. Según Douglas, de 2 millones de cristianos que había en Irak hace poco más de diez años sólo quedan actualmente 200.000.
Por su parte, el obispo de Kafanchan (Nigeria), monseñor Joseph Danlami Bagobiri, ha asegurado en su intervención que “Boko Haram se ha convertido en el peor grupo terrorista del mundo”. Las 200 niñas secuestradas por el citado grupo terrorista “son utilizadas como esclavas sexuales y también como bombas humanas”, así es que no cabe esperar que se pueda encontrar con vida a muchas de ellas. El obispo ha criticado la “inacción” y la “indiferencia” de la comunidad Internacional y ha instado a que «emprenda más esfuerzos para acabar con el terrorismo de manera conjunta y organizada».
Bagobiri ha propuesto a la comunidad internacional algunas medidas para acabar con las matanzas de Boko Haram: “Presionar al gobierno de Nigeria para garantizar la libertad de los cristianos y de todas las minorías; centrarse en la zona del norte para detener los ataques, la persecución y la violencia” y, en tercer lugar, según el obispo, “debería establecer una base física en la zona para consagrar la democracia y la Constitución”.
Atentados como los de París ocurren en Siria todos los días
En sintonía con las intervenciones precedentes, el obispo de Alepo Jean-Clément Jeanbart, la Hermana María de Guadalupe y el sacerdote Rodrigo Miranda, ambos misioneros en Siria, reprocharon el silencio de Occidente ante la masacre que padece la comunidad cristiana. “¿Se acuerdan de los atentados de París? Eso ocurre todos los días en Siria”, apuntaba María de Guadalupe. La misionera recordaba cómo se propagaban en las redes sociales y a todos los niveles políticos e institucionales la condena de los atentados. Sin embargo ante la situación en Siria los gobiernos occidentales miran para otro lado y no prestan ningún tipo de ayuda, recordaba igualmente el misionero P. Rodrigo Miranda.
El obispo de Alepo también ha denunciado la complicidad de algunos países que, con su actitud pasiva, son partícipes de la destrucción de la capital siria, “cuando para solucionar el conflicto hubiese valido con unas reformas a la Constitución”, se ha lamentado Jeanbart.
Posicionarse ante la indiferencia
En la última ponencia de la mañana, Drew Bowling, asesor de Comunicación y Política del congresista Jeff Fortenberry, se ha referido al impacto político de la Cámara de Representantes de Estados Unidos sobre la resolución del genocidio contra los cristianos, yazidíes y otras minorías étnicas y religiosas, asegurando que “son parte esencial de Oriente Medio”. En opinión de Bowling, pese a las divisiones políticas que existen en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, ha habido “unanimidad para declarar como genocidio la persecución que sufren los cristianos en Oriente Próximo” y este acuerdo histórico abre nuevas esperanzas para cristianos y yazidíes.
El congresista Fortenberry fue quien propuso a la Cámara de Representantes estadounidense la declaración de genocidio a la persecución a los cristianos en Oriente Próximo. “Reconocer como genocidio estos ataques es nuestra forma de posicionarnos contra la indiferencia”, manifestó Bowling.
El asesor del congresista recordó también que será necesario trabajar para el establecimiento de un lugar seguro para los cristianos en sus ciudades y “esto requiere tres etapas: reasentamiento, seguridad y revitalización”.
Persecución, condena y esperanza
Durante la sesión de tarde en la última jornada de #WeAreN2016 se pudieron escuchar los testimonios de otras víctimas directas de la persecución a los cristianos y otras minorías religiosas. La hija pequeña de Asia Bibi, que hace seis años fue detenida, acusada de blasfemia y condenada a muerte, aseguraba entre sollozos que “sé que con el apoyo de los cristianos mi madre volverá muy pronto”. Igualmente el esposo de Asia Bibia, Ashiq Masih, aseguraba seguir confiando en la justicia. Tras dos resoluciones condenatorias, en julio de 2015 el abogado de Bibi apeló y logró la suspensión cautelar de la condena. “A pesar de que la situación de Asia Bibi en Pakistán se ha complicado, esperamos que sea liberada próximamente”, aseguraba Masih.
Por su parte, el escritor iraquí, musulmán convertido al cristianismo, Joseph Fadelle, denunciaba que “aquel que se niegue a hablar de verdad es el culpable de alimentar este monstruo” refiriéndose al Estado Islámico y subrayando la necesidad de diferenciar entre la comunidad musulmana y el terrorismo extremista del Islam.
Tan emotivos como en la sesión celebrada en la sede de la ONU; fueron en la última jornada del Congreso los testimonios de la joven yazidí Samia Sleman, detallando los horrores vividos a manos de ISIS, y de Carl y Marsha Mueller, hablando en nombre de su hija, la joven cooperante Kayla, secuestrada por ISIS y asesinada en Siria.
El turno de Naciones Unidas
En el acto de clausura, el director ejecutivo de CitizenGO Álvaro Zulueta, aseguró que esta segunda edición del Congreso #WeAreN ha querido dar el protagonismo a los cristianos perseguidos. “Se da voz a las víctimas y testigos de la peor crisis humanitaria que se ha recuerda desde la Segunda Guerra Mundial. Hemos querido contar a las Naciones Unidas y al mundo el tremendo drama que están padeciendo”.
Los directivos de las entidades organizadoras del Congreso han recordado como recientemente tanto el Parlamento Europeo, el Consejo de Europa o el Congreso de Estados Unidos, y hace poco más de una semana Reino Unido han aprobado declaraciones de apoyo a los cristianos perseguidos y respaldan la calificación de genocidio para la persecución que sufren los cristianos y otros creyentes por parte de los terroristas del ISIS.
Los ciudadanos que siguen a CitizenGO y MasLibres.org en todo el mundo quieren ahora que sea la Organización de Naciones Unidas la que se pronuncie y adopte una declaración similar para poner fin e imponer justicia a los crímenes infringidos a miles de ciudadanos del mundo únicamente por sus creencias religiosas.