Jesús Monja, militar en reserva, y Jesús Pino, profesor jubilado de latín, han completado un recorrido de 2.670 km desde el Monasterio de la Virgen de Guadalupe en España hasta Roma, superando retos de la mano de la fe.
Ciudad del Vaticano, 7 de agosto 2024.-“Hay momentos magníficos y momentos duros, pero con fe y perseverancia los puedes superar”. Estas han sido las palabras de Jesús Monja y Jesús Pino al llegar a la Ciudad del Vaticano después de participar en la Audiencia del Papa Francisco. El 16 de abril, estos dos grandes amigos y peregrinos españoles, iniciaron su ruta desde el Monasterio de la Virgen de Guadalupe en España y han estado más de tres meses de peregrinación. Motivados por su devoción a la Virgen de Guadalupe, los dos jubilados emprendieron este viaje de fe y perseverancia.
Ruta espiritual
La peregrinación los llevó a través del camino real de Guadalupe hasta Madrid, donde partieron desde el Monasterio de los Jerónimos. Luego, visitaron la ciudad de Zaragoza para venerar a la Virgen del Pilar, y desde allí continuaron hacia Cataluña para rendir homenaje a la Virgen de Montserrat. Posteriormente, recorrieron el camino ignaciano desde Manresa, Cataluña, hasta Francia, atravesando ciudades como Perpiñán, Narbona y Arles, hasta llegar a la costa italiana.
Una vez en Italia, Monja y Pino siguieron la histórica vía Francigena, una ruta milenaria que los llevó hasta la Plaza de San Pedro en el Vaticano. A lo largo de los 2.670 kilómetros recorridos, experimentaron una profunda conexión espiritual y aprendieron valiosas lecciones de vida.
Reflexiones y enseñanzas del viaje
Durante su travesía, los peregrinos expresaron que «hay momentos magníficos y momentos duros, pero con fe y perseverancia los puedes superar». Para ellos, una de las grandes enseñanzas del camino fue que «se puede pasar el día con muy poco y que los pequeños momentos pueden hacerte muy feliz». Agradecieron el apoyo espiritual que sintieron durante todo el viaje, destacando que no sufrieron ninguna lesión, lo cual atribuyen a las oraciones y la protección divina.
Acompañamiento espiritual
Monja y Pino se sintieron acompañados en todo momento, a pesar de las dificultades encontradas. «Hemos pasado momentos de dificultad y siempre hemos pensado que había alguien ayudando», comentaron, destacando la importancia de la fe y el apoyo de quienes rezaron por ellos.
Un ejemplo de fe y perseverancia
La peregrinación de Jesús Monja y Jesús Pino es un testimonio de fe y perseverancia. Su recorrido no solo los llevó a través de paisajes y lugares sagrados, sino que también les proporcionó lecciones profundas sobre la simplicidad y la felicidad en la vida. Monja, militar en reserva, y Pino, profesor jubilado de latín, sirven como un ejemplo inspirador de cómo el camino de la vida puede ser recorrido con determinación y devoción. Su viaje es un recordatorio de que, con fe, se pueden superar los retos más arduos y encontrar alegría en los momentos más sencillos.
LUCÍA ELVIRA