El derrumbe de un edificio de dos plantas que albergaba la Holy Academy en Busa Buji ha dejado al menos 22 muertos, 130 heridos y un centenar de desaparecidos. Los equipos de rescate buscan supervivientes bajo los escombros. Causa probable del desastre: las fuertes lluvias de los últimos días.
Ciudad del Vaticano, 13 de julio 2024.- Habían entrado en clase para examinarse, pero para decenas de estudiantes nigerianos los pupitres de la escuela eran una trampa mortal. El repentino derrumbe del edificio escolar de dos plantas que albergaba la Holy Academy en Busa Buji los sepultó. Murieron 22 y unos 130 resultaron heridos, al menos 100 están desaparecidos.
Operaciones de rescate
En el lugar de la catástrofe, los equipos de rescate se afanan, incluso con excavadoras mecánicas, en la búsqueda de supervivientes bajo los montones de escombros, en torno a los cuales se han congregado multitudes de familias desesperadas. Aún no se han esclarecido las causas del derrumbe, pero es probable que las fuertes lluvias que han asolado la zona durante tres días provocaran el colapso del edificio.
Poca seguridad en los edificios
Los derrumbes no son infrecuentes en Nigeria, donde la seguridad de los ciudadanos se ve mermada por la escasa aplicación de las normas de construcción, pero también por la mala calidad de los materiales de construcción utilizados. Sólo en 2021, 45 personas murieron en el derrumbe de un edificio en el elegante barrio de Ikoyi, en Lagos, corazón económico del país. También en Lagos, al año siguiente, diez personas murieron por el derrumbe de un edificio de tres plantas en el distrito de Ebute-Metta. Según estudios recientes, al menos 152 edificios se han derrumbado en Lagos desde 2005.
PAOLA SIMONETTI