La Conferencia Episcopal Española aprobó, este martes 9 de julio en Asamblea Plenaria Extraordinaria, las Líneas de trabajo de las instituciones de la Iglesia católica en España; el Plan de Reparación Integral a menores y personas equiparadas en derechos, víctimas de abusos sexuales; y los Criterios orientadores para la reparación integral.
10 de julio 2024.- “Ofrecemos singularmente a las víctimas de abusos, pero también a la comunidad cristiana -y quisiéramos que a la sociedad- la experiencia de un trabajo compartido, de comunión”. Así ha presentado Monseñor Luis Argüello, arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el espíritu de la aprobación del Plan de Reparación Integral a Víctimas de Abusos (PRIVA). Junto a las Líneas de trabajo de las instituciones de la Iglesia católica en España y los criterios orientadores para la reparación integral, fueron acogidos con beneplácito durante la Asamblea Plenaria Extraordinaria de la CEE efectuada el martes 9 de julio en la sede del organismo, en Madrid.
En rueda de prensa, Argüello mencionó la publicación del Instrumentum Laboris para la segunda sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos y expresó: “Nuestro camino de estas últimas semanas es un pequeño, humilde ejercicio de caminar juntos”. De hecho, recordó que el 21 de junio recibieron al Defensor del Pueblo y su equipo para presentar las líneas de trabajo y escuchar sus sugerencias y puntualizó que la Conferencia de Religiosos de España (CONFER) colaboró en la elaboración del plan. También dialogaron con representantes de asociaciones de víctimas para obtener sus pareceres. “Asumimos el compromiso de seguir colaborando juntos”, añadió.
El prelado comentó que en estos años se pusieron en marcha casi 300 oficinas en las diócesis y congregaciones religiosas y precisó que muchas de ellas han dado el paso de ser también oficinas que acompañan en la prevención, la formación y la reparación. Con este plan, desean escuchar y acompañar a las víctimas. Asimismo, pidió respeto a la sociedad y a las administraciones públicas porque la Iglesia en España «tiene sus reglas de funcionamiento».
«No firmamos un decreto que obligue, precisó, sino unos criterios de comunión para que las personas que crean que deben ser reparadas puedan acudir a cada diócesis y cada congregación o también acudir a una comisión asesora para que les ayude».
También intervino el Presidente de la CONFER, Jesús Díaz Sariego OP, y señaló que la Iglesia viene trabajando, «por su solidaridad con el sufrimiento», desde hace varios años en todo lo relativo a los abusos sexuales a menores. Pero hoy, la Iglesia en su conjunto «da un paso grande en España». Una muestra «pública y visible», de un discernimiento común. Sin perder el objetivo, que son las víctimas, «ellas son el centro de nuestro trabajo».
La víctima, la reparación y la prevención
Los tres campos de acción que prevé el PRIVA son: la víctima, la reparación y la prevención. En relación con la víctima, proponen, entre otros puntos, que en las oficinas de acogida, atención y acompañamiento a las víctimas se preste orientación y asistencia legal y se mejore la información ofrecida en los tribunales eclesiásticos. Luego, en el nivel de la reparación, el compromiso que se adquiere abarca, entre otros puntos, que «la asistencia debe ser integral, según la necesidad de cada uno: pastoral y espiritual; médica, terapéutica, psicológica y social; y legal, jurídica y económica». También, la Iglesia, por medio de la CEE y la CONFER, debe arbitrar los medios para que se pueda propiciar un resarcimiento de los daños ciertos y reales.
Respecto de la prevención, se sugiere, entre otras acciones, ofrecer formación inicial sobre el tema de abusos a menores al inicio de cada curso pastoral en los diversos ámbitos de la pastoral y proponer medidas y protocolos de actuación en las actividades con menores y personas equiparadas en derechos.
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