El discurso del Arzobispo Caccia, Observador Permanente ante las Naciones Unidas, en la Comisión de Desarme de la ONU durante la 78ª sesión de la Asamblea General que se está celebrando en Nueva York: «Las armas crean desconfianza y desvían recursos».
«La disuasión es una ilusión». Porque, «en lugar de prevenir los conflictos, la disponibilidad de armas fomenta su uso y aumenta su producción. Las armas crean desconfianza y desvían recursos». Así, citando al Papa Francisco, el arzobispo Gabriele Caccia, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, en su discurso ante la Comisión de Desarme de la ONU durante la 78ª sesión de la Asamblea General que se está celebrando en Nueva York.
Hoy en día, subraya el arzobispo, «los efectos negativos de la proliferación, la acumulación y el uso de armas hacen del desarme un deber moral» para «pasar de un equilibrio de miedo a uno de confianza». En cambio, ocurre que «la lógica ilusoria de la disuasión» se utiliza «a menudo para justificar lo injustificable», es decir, «la continua posesión de armas nucleares, cuyo uso tendría consecuencias humanitarias y medioambientales catastróficas». Por último, al reiterar el llamamiento a todos los Estados para que firmen el Tratado sobre la prohibición de las armas nucleares, añade que «cualquier marco global que regule el desarrollo y el uso de tecnologías emergentes debe basarse en la dignidad intrínseca de todo ser humano y en la fraternidad que nos une». Esto incluye también la propuesta de la Santa Sede de crear «una agencia internacional sobre inteligencia artificial», que podría tener muchas implicaciones para la gobernanza de la tecnología nuclear.
En su intervención en la sesión de la Asamblea General dedicada a los crímenes de lesa humanidad, el observador permanente señaló que en la nueva convención sobre estos crímenes debería tenerse en cuenta «el concepto de sexo biológico» para la definición de género -omitido en el actual borrador en estudio-, siguiendo lo ya recogido en el artículo 7 del Estatuto de la Corte Penal Internacional. Hoy, de hecho, ninguna fuente citada por la Comisión de Derecho Internacional (CDI) «para apoyar el supuesto desarrollo del concepto de género está contenida en instrumentos globales vinculantes». Además, «sin una comprensión clara y convenida del término género en relación con el sexo biológico, los Estados corren el riesgo de socavar los esfuerzos para prevenir y enjuiciar los crímenes de lesa humanidad que afectan desproporcionadamente a las mujeres en comparación con los hombres», como la violación, la esclavitud y la prostitución forzada.
L’OSSERVATORE ROMANO