El Santo Padre envía mensaje a los devotos del Jesús Nazareno de Sonsonate en El Salvador que vive el jubileo de sus 420 años de advenimiento: “su mirada de amor despojado nos escruta y nos interpela, como a san Pedro, diciéndonos: «¿Me amas?»”.
Ciudad del Vaticano, 28 de marzo 2024.- La Iglesia local de Sonsonate en El Salvador celebra los 420 años del advenimiento de la imagen del Jesús Nazareno, a ellos el Papa Francisco les envió un mensaje para hacerse parte de la festividad religiosa y exhortarlos a contemplar el “divino rostro y sentir que sus pies caminan a nuestro lado”.
El mensaje dirigido al Obispo de Sonsonate, monseñor Constantino Barrera, y a todos los fieles devotos del Jesús Nazareno, el Papa les agradece “por haberme hecho partícipe de la conmemoración de la llegada de la imagen de Jesús Nazareno a esas tierras, en 1604, y poderme unir a su celebración en este día solemne de Viernes Santo”, dijo.
El Nuncio Apostólico en El Salvador, arzobispo Luigi Roberto Cona, hizo lectura del mensaje del Papa Francisco en la Catedral de la Santísima Trinidad de Sonsonate, donde miles de devotos se congregaban para celebrar este jubileo y acompañar la tradicional procesión de Jesús Nazareno por las calles de la localidad.
420 años del Jesús Nazareno de Sosonate
“Es significativo -escribió el Papa en su mensaje- cómo el Señor se vale de nuestro pobre lenguaje para hacernos llegar el mensaje divino. También hoy esperamos, como nuestros mayores hicieron hace más de 400 años, ver aparecer la imagen de Jesús Nazareno”.
Y les preguntó a los devotos que viven las procesiones: ¿qué queremos ver?, ¿una estatua hermosa?, ¿una obra de arte valiosa?, ¿la algarabía de la gente? Respondiéndoles que, “es para ver llegar a Jesús, evocando, de algún modo, la actitud del pueblo de Israel, cuando, a la entrada de sus tiendas, seguía con la mirada a Moisés que iba al encuentro de la Gloria de Dios (cf. Ex 33,8)”.
“Como Moisés, también nosotros podemos subir a la presencia del Señor para conversar con Él, «cara a cara, como lo hace un hombre con su amigo» (v. 11). Lo podemos hacer en la oración, si imitamos su fe. En esa oración Moisés pedía al Señor algo que también nosotros buscamos, que le «diera a conocer sus caminos» (Ex 33,13)”.
La mirada y los pasos de Cristo
El Santo Padre los exhortó a contemplar el rostro de Jesús Nazareno y sentir su caminar junto al pueblo: “podemos contemplar ese divino rostro y sentir que sus pies caminan a nuestro lado. Esa es la promesa que Dios nos hace cuando el paso del Nazareno gira para entrar en nuestro barrio, cruzar nuestra calle y detenerse a la puerta de nuestras casas. Su mirada de amor despojado nos escruta y nos interpela, como a san Pedro, diciéndonos: «¿Me amas?» (cf. Lc 22,61; Jn 21,15-17)”.
Oración por los que sufren
De igual modo, los invitó a responder al Señor con generosidad: «Señor, tú sabes que te quiero», a pesar de la ingratitud y a la indignidad: “Porque, respondiendo así, replicamos en nuestras vidas la actitud de los israelitas, que permanecían «postrados» delante de las entradas de sus tiendas, cuando la Gloria de Dios descendía sobre ellos”.
El Papa le pidió además que al llevar la imagen de Jesús Nazareno en procesión dirigieran sus oraciones por los hermanos que sufren: “hoy el Señor viene, como cada año, como cada instante, a nuestro encuentro, sigámosle, llevándolo sobre nuestros hombros, consolándolo en la llaga abierta de nuestros hermanos que sufren”.
“Pidamos que nos muestre cómo debemos «glorificar a Dios» con nuestra vida”, les invitó el Papa Francisco a los devotos del Jesús Nazareno de Sonsonate.
JOHAN PACHECO