Los bombardeos israelíes alcanzan un campo de refugiados, causando la muerte de civiles. Mientras tanto, se examinan bajo la lupa de Washington los métodos militares adoptados por las fuerzas israelíes. Los acuerdos sobre una tregua se estancaron tras la aprobación de la resolución de la ONU para un alto el fuego, con la abstención de Estados Unidos.
27 de marzo 2024.- Los nuevos ataques aéreos israelíes en la Franja de Gaza han sembrado la muerte en un campo de refugiados. Doce personas han perdido la vida. El ejército israelí también ha confirmado la muerte de Marwan Issa, tercero al mando de Hamás, que murió en un ataque hace diez días.
Operaciones militares israelíes bajo la lupa de Estados Unidos
La administración estadounidense de Joe Biden se está centrando en analizar las posibles violaciones israelíes de las leyes internacionales de la guerra en la contraofensiva contra Hamás. A principios de mayo se anunció un informe al respecto, como parte de un memorando en el que se recuerda a los países que reciben armas estadounidenses que deben respetar el derecho internacional y no bloquear las actividades de ayuda a la población civil. Por su parte, Israel había presentado garantías por escrito en los últimos días, afirmando que las armas suministradas por Estados Unidos no se están utilizando para violar las leyes humanitarias en Gaza.
La tregua aún está lejos
Mientras tanto, el posible alto el fuego de Israel a cambio de la liberación de rehenes por parte de Hamás sigue pendiendo de un hilo. La aprobación en los últimos días de la resolución de la ONU a favor de una tregua al menos durante el periodo del Ramadán, que según Israel reforzaría la posición del grupo islámico, congeló aún más los avances hacia una negociación. Una medida que contó con la abstención de Estados Unidos y que distanció las posturas entre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente estadounidense, Joe Biden, y que también hizo saltar por los aires las negociaciones en Qatar. Netanyahu retiró la delegación israelí en Doha y reafirmó su voluntad de perseguir sin descanso el desmantelamiento de Hamás y de aspirar a la liberación de todos los rehenes, ampliando su ofensiva terrestre sobre Rafah, la última ciudad refugio de 1,5 millones de civiles en el extremo sur de la Franja de Gaza. Un proyecto que Estados Unidos considera un «gran error».
PAOLA SIMONETTI
Vatican News