Aquel escándalo mayúsculo que supuso la visita de la sátrapa venezolana Delcy Rodríguez a territorio europeo que cayó en el olvido, reaparece ahora a propósito de sus visitantes nocturnos: Ábalos, Koldo, Aldama y algún guardia civil, pillados con los carritos del helado.
¿Quién se benefició del contenido del sinfín de maletas que viajaron desde Caracas a España a bordo de un jet privado? ¿Quién o quiénes las recogieron? ¿Qué contenían? Desde luego, perfume lavanda, no.
José Luis Ábalos y su asistente Koldo, conduciendo un vehículo particular, deberían rendir homenaje al pueblo español diciendo todo lo que saben (que es mucho) acerca de aquella inquietante visita de una dirigente del régimen genocida bolivariano que tenía y tiene prohibido pisar territorio europeo, por sus crímenes contra la humanidad y la violación de toda suerte de derechos humanos.
Nadie en su sano juicio puede pensar que ese viaje privado del entonces todopoderoso ministro Ábalos, a la vez fáctico jefe del PSOE, lo hizo sin el consentimiento o la orden de su jefe, esto es, Pedro Sánchez. Nunca jamás se supo.
Sin embargo, informaciones procedentes de servicios de inteligencia occidentales, que no pasaron por alto la visita de la dictadora caribeña, señalan que las maletas de Delcy podría reaparecer y cobrar protagonismo al hilo del caso de corrupción. Todo parece estar íntimamente relacionado.
¿Contenían dinero? Lo más probable, aunque fuera en especie. ¿Quién se benefició? ¿A qué arcas fueron a parar?
No se pierdan en las próximas semanas el culebrón macabro y obsceno del nuevo ingrediente para una colosal serie de corrupción que golpea de lleno al Gobierno y al partido que manda a su antojo en España.
GRACIANO PALOMO
Publicado en OKdiario el 10.3.2024.