VATICANO, (ACI).- El Papa Francisco recordó a las cuatro Misioneras de la Caridad asesinadas el pasado viernes en Yemen. Aseguró que son mártires de la indiferencia y deploró el silencio de la prensa sobre esta tragedia.
“Expreso mi cercanía a las Misioneras de la Caridad por el grave luto que las ha golpeado con el asesinato de cuatro religiosas en Aden, en Yemen, donde cuidaban de ancianos”.
“Rezo por ellas y por las otras personas asesinadas en el ataque, y por sus familiares. Estos son los mártires de hoy. Y estos no son portada de los periódicos, no son noticia. Estos dan su sangre por la Iglesia”, dijo emocionado.
“Son víctimas del ataque, de aquellos que les han asesinado, y de la indiferencia, de esta globalización de la indiferencia, del ‘no importa’”.
“Que la Madre Teresa acompañe en el paraíso a estas dos hijas mártires de la caridad e interceda por la paz y el sagrado respeto de la vida humana”.
El pasado viernes, cuatro religiosas de las Misioneras de la Caridad, la Congregación fundada por la Beata Madre Teresa de Calcuta, fueron masacradas junto a otras doce personas –varios de ellos ancianos-, por presuntos terroristas que ingresaron a su convento de Aden (Yemen), donde funciona el albergue de ancianos que administran las monjas.
La agencia vaticana Fides informó que además de las religiosas, también han sido asesinados el chofer y al menos otros dos colaboradores de la comunidad, mientras que la superiora del convento se libró de la muerte. De las monjas asesinadas dos eran de Ruanda, una de la India y otra de Kenia.
El ataque fue perpetrado por extremistas musulmanes que acusan a la congregación de hacer proselitismo cristiano. Además, sigue desaparecido el sacerdote salesiano Tom Uzhunnalil, quien rezaba en la capilla del convento durante el ataque y habría sido secuestrado por los atacantes.
El Santo Padre envió un telegrama de condolencias en el que consideró la masacre como un acto diabólico.
“Su Santidad Francisco está conmocionado y profundamente entristecido”. “Él asegura sus oraciones por los muertos y su cercanía espiritual a sus familias y para todos los afectados de este acto de violencia sin sentido y diabólico”.
El Papa “ora para que esta masacre sin sentido despierte las conciencias, de lugar a un cambio de corazón, e inspirar a todas las partes a deponer las armas y tomar el camino del diálogo”.
“En el nombre de Dios, se hace un llamamiento a todas las partes en el presente conflicto a renunciar a la violencia y a renovar su compromiso con el pueblo de Yemen, en particular los más necesitados, a quienes las hermanas y sus ayudantes trataron de servir”.