El observador permanente de la Santa Sede ante la FAO, el FIDA y el PMA intervino en Ammán en la 37ª Sesión de la Conferencia Regional de la FAO para Oriente Próximo.
Para contrarrestar los numerosos elementos de inestabilidad -como los conflictos armados («sólo traen muerte y destrucción»), el cambio climático y la degradación de los recursos naturales- que están aumentando la vulnerabilidad y la inseguridad alimentaria, debemos afrontar «juntos y a todos los niveles el problema de la pobreza, que está estrechamente ligado a la falta de una alimentación adecuada». Así lo afirmó el observador permanente de la Santa Sede ante la FAO, el Ifad y el PAM, monseñor Fernando Chica Arellano, en la «Conferencia Regional para Oriente Medio» celebrada en Ammán.
El representante papal añadió cómo el Papa Francisco ha subrayado en repetidas ocasiones la importancia de intervenciones que contribuyan a «la erradicación total del hambre y la malnutrición». Por ello, son necesarias «medidas para contener las crisis antes de que se conviertan en emergencias humanitarias», pero para garantizar estas iniciativas, «sigue siendo esencial trabajar por la paz», concluyó. Sólo la paz puede «desterrar la pesadilla de la pobreza y la miseria».
L’OSSERVATORE ROMANO
Imagen: Mons. Fernando Chica Arellano.