Como previsiblemente no se va a comer un colín en su tierra natal, donde bien la conocen, la superguay de la izquierdona se está inventando viajes internacionales –naturalmente a costa del contribuyente– a destinos donde ni le han invitado ni tienen especial interés en su presencia.
Parece que hacer «cosas chulas» para los trabajadores españoles ya ha pasado a mejor vida, entre otras razones porque se ha percatado que no se puede estar vendiendo humo constantemente si se te carcajeen a la jeta.
El humo de doña Yolanda Díaz es tan diáfano y agobiante que sus autocacareadas reformas no son otra cosa que mero maquillaje (la señora de esto sabe un montón) que, pasado escaso tiempo, dan pábulo a la frivolidad más desternillante.
A saber, el 20% de los contratos de los casi 250.000 contratos que se firmaron en el pasado mes de enero, y que la vicepresidenta vendió como el bálsamo de Fierabrás, duraron menos de una semana. Y otro 6% de los mismos duraron entre 7 y 15 días. ¡Viva la revolución comunista-castrista!
Estas cifras son del propio Ministerio de la Yoli, es decir, del Servicio Público Estatal de Empleo (SEPES para que nadie se llame a engaño). Lo cierto y verdad es que la cacareada reforma laboral (y medidas adicionales) han elevado la mortalidad de los indefinidos ordinarios y los empresarios están burlando la norma de la que tanto presume la ferrolana. Burlando con todos los pronunciamientos favorables y toda la razón del mundo libre.
Tiene sus riesgos vender permanentemente burras ciegas por caballos cuatralbos, como pretende la señora que vive en un pisazo oficial (gratis total, mayordomo incluido). No es un genio cómo se vende y hasta el guardián de sus privilegios, Sánchez, ya parece haberse dado cuenta de que una cosa es valor y otra distinta precio. Presumir de comunista de «toda la vida» y vivir como una burguesa recalcitrante, en cualquier caso, muy por encima del estatuto de un ciudadano medio, no es algo que pueda pasar desapercibido para nadie. Vender que es la elegida por Karl Marx y Federic Engels para llevar a cabo la revolución en España que nunca se sostuvo en ninguna parte del mundo tiene más de corolario chacota que de argumento para tomarse en serio a la señora de El Ferrol.
Y en esas estamos, mis queridos amigos, semana sí y semana también. Mientras tanto, la economía está hecha unos zorros y las cuentas públicas maquilladas y dopadas.
¡Ay cuando estallen!
GRACIANO PALOMO
Publicado en OKdiario el 18.2.2024.