Un día después del atentado con dos explosiones en la ciudad del sur de Irán que causó 103 muertos y 211 heridos entre los que se disponían a conmemorar al general de los Pasdaran Soleimani, asesinado hace cuatro años por Estados Unidos, aparecieron imágenes de un terrorista suicida. El Estado Islámico, suní, autor de sangrientos atentados contra la mayoría chií de Irán en el pasado, reivindicó la masacre, la peor desde la revolución islámica de 1979.
5 de enero 2024.- Se cree que hay al menos un terrorista suicida entre los autores de la masacre del 3 de enero en Kermán, en el sur de Irán, cuando dos explosiones con 20 minutos de intervalo mataron a 103 personas e hirieron a 211, entre la multitud que hacía cola para asistir a la conmemoración del general Qassem Soleimani, jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria, asesinado hace cuatro años en un ataque estadounidense. Así lo ha informado este jueves 4 de enero la agencia de noticias oficial iraní Irna, citando fuentes según las cuales, a partir de las primeras investigaciones y del examen de las imágenes de vídeo, es posible concluir que fue un terrorista suicida quien provocó la primera explosión. Lo más probable, según la fuente, es que también se llegue a la misma conclusión en el caso de la segunda explosión.
El Estado Islámico sospecha de los suníes
La web judicial iraní Mizan, citando «algunos medios de comunicación», informa en X que ISIS habría reivindicado la autoría de las dos explosiones, en las que murieron 84 personas y otras 284 resultaron heridas, un recuento diferente al oficial. También según un alto funcionario estadounidense, que pidió permanecer en el anonimato, la doble explosión se asemeja a un «atentado terrorista» del tipo llevado a cabo por el grupo Estado Islámico. Meir Livak, profesor de Historia de Oriente Próximo y experto en Irán en la Universidad de Tel Aviv, coincide en que los autores podrían ser «elementos salafistas yihadistas» de las «minorías belucianas o kurdas o similares, inspirados por la ideología del Estado Islámico». «Ha habido atentados similares en Irán, uno contra el Majlis (Parlamento) perpetrado por combatientes kurdos de la oposición, y dos atentados en Shiraz, el último en agosto. En aquel momento se acusó abiertamente al Estado Islámico», recuerda Litvak.
El régimen iraní acusa a Israel y a EE.UU.
«Teherán amenaza a Israel, pero creo que saben la verdad», afirma el docente. Según él, cabe esperar «represalias de Irán», pero serán por la muerte de Razi Moussavi, general de la Guardia Revolucionaria iraní, que murió el 25 de diciembre en un ataque aéreo en Siria atribuido a Israel. Este miércoles 3 por la tarde, un alto consejero del presidente iraní, Mohammad Jamshidi, culpó a Israel y a Estados Unidos de las dos explosiones. Y antes que él, el vicepresidente iraní, Mohammad Mokhber, había declarado que «las manos del régimen sionista» de Israel habían derramado la sangre de ciudadanos inocentes. Poco antes, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller, había asegurado que «Estados Unidos no está implicado en modo alguno en las explosiones» de Kerman (Irán), «y no hay motivos para creer que Israel estuviera implicado» en la masacre.
El atentado más grave desde la revolución islámica de 1979
Lo cierto es que el del exterior del mausoleo de Soleimani fue el atentado más grave sufrido por Irán desde la revolución islámica de 1979, y que la técnica de una segunda explosión muchos minutos después de la primera es utilizada a menudo por los grupos terroristas para dañar tanto a los civiles como a los equipos de rescate tras un asalto inicial. Irán ha sufrido en el pasado asesinatos selectivos y sabotajes de los que se ha hecho recaer la sospecha sobre Israel: pero en ningún caso estos ataques incluyeron atentados masivos como el de la tarde del 3 de enero. Por otra parte, es cierto que grupos extremistas suníes, incluido el Isis, han llevado a cabo en el pasado atentados a gran escala en los que han muerto civiles, en el Irán de mayoría chií.
ALESSANDRO DI BUSSOLO