Feliz noche de fin de año desde la Universidad de Alcalá, ciudad que ha celebrado en este 2023 el vigésimo quinto aniversario de su declaración como Patrimonio Mundial.
Hace 25 años Alcalá de Henares dejó de ser totalmente de los alcalaínos para pasar a ser, en parte, de todo el mundo. Un orgullo para su maravillosa gente.
Terminamos un año políticamente agridulce. Por un lado, quiero agradecer la confianza depositada en las urnas el pasado mayo, con una mayoría absoluta que nos permite trabajar para todos los ciudadanos, con serenidad, en una España muy revuelta.
El grave error de la amnistía; el grave error de coaligarse con las minorías separatistas vascas y catalanas; el grave error de elegir políticas comunistas que sólo empobrecen y asfixian, de promover la desigualdad entre españoles y el enfrentamiento, hacen imprescindible la fortaleza del Gobierno de la Comunidad de Madrid.
Hacen que nuestro papel como motor de España, puerta de entrada de vanguardias y nuevas políticas, de alianzas y apertura, prosperidad y alegría, sea aún más importante.
Nos permite continuar con las políticas que nos han situado a la cabeza de toda España en índices económicos, de turismo, de logros sanitarios, de cultura, de esperanza de vida, de educación, de productos agroalimentarios o de desarrollo de nuevas tecnologías. De ilusión por la novedad, por la vida en libertad y en plenitud, por esforzarnos, prosperar, crear y pensar a lo grande.
Pero desde el Gobierno regional no solo hemos de gestionar, y gestionar bien. También tenemos un deber moral y ético con todos los españoles. Como dijo el Rey la pasada Nochebuena: “Gracias a la Constitución conseguimos superar la división, que ha sido la causa de muchos errores en nuestra historia”.
La desigualdad y la división entre españoles nos va a crear problemas en Madrid. Por eso, apelo a que defendamos la Constitución, y que la convivencia sea el mayor y mejor trabajo diario: entre nosotros y con todos. Vengamos de donde vengamos.
No debemos consentir que nadie levante muros. Una sociedad enfrentada está condenada al fracaso, la ruina y la frustración.
En nuestra región no hay espacio para el resentimiento. Nuestro compromiso es con la concordia y la libertad. No perdamos nunca la confianza de los unos en los otros, ni permitamos que nada quiebre nuestros afectos y nuestras ganas.
El año que termina ha sido económica y socialmente bueno en la Comunidad de Madrid, aunque quiero enviar un recuerdo especial a los vecinos de los municipios del suroeste afectados por la DANA, especialmente Aldea del Fresno, El Álamo, Navalcarnero, Navalagamella, Sevilla la Nueva, Villa del Prado, Villamanta, Villamantilla o Villanueva de Perales que sufrieron inundaciones en septiembre. Estamos trabajando para solucionar los daños, pero soy consciente de que, en muchos casos, las pérdidas más profundas no son materiales.
También recordamos a los vecinos de San Fernando de Henares afectados por la línea 7B de Metro.
Además, seguimos bajando impuestos y nos hemos consolidado como el motor económico de España: crecemos por encima de la media; lideramos la creación de empresas, la atracción de inversión extranjera; somos la región que crea más empleo y récord de afiliados a la Seguridad Social. Somos la región de moda, la de la prosperidad, las ganas y la alegría.
La Comunidad de Madrid es tan atractiva que cerraremos este 2023 con 14 millones de turistas.
Y pongo tres ejemplos de nuestra fortaleza: este año hemos inaugurado la mayor infraestructura educativa, el Instituto Público de Montecarmelo; la mayor obra sanitaria de Europa, el nuevo edificio del 12 de Octubre, y el mejor quirófano del mundo, que está en el Hospital Universitario Gregorio Marañón. Nuestros centros sanitarios siempre se sitúan a la cabeza de todos los rankings.
Para 2024 esperamos traer buenas noticias: por ejemplo, el 23 de enero anunciaremos todos los detalles sobre los avances de la Fórmula 1 en IFEMA y otros grandes eventos que llegarán a Madrid.
En digitalización de servicios públicos, la Historia Social Única va a mejorar la calidad de vida de quienes más lo necesitan. Agiliza trámites, mejora el diagnóstico y los servicios sociosanitarios se personalizan para ser más eficaces.
Vamos a finalizar las obras de otras 4.000 nuevas viviendas del Plan VIVE; ampliaremos el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Y el nuevo Ballet Español de la Comunidad de Madrid llenará de música y baile los colegios de Madrid y será un polo de atracción de talento, una obligación con la cultura española.
Pero si hay algo que me preocupa, de lo que vengo alertando hace tiempo son las adicciones a las drogas y, por otro lado, a las pantallas. Dos problemas de índole internacional y ante los que nosotros no vamos a mirar para otro lado.
La Comunidad de Madrid no ha dejado de trabajar en estos años en este sentido. Y va a ser ejemplo nacional e internacional en actuaciones bien meditadas, ejecutivas, prácticas y eficaces para ayudar a la juventud y a la población en general para combatir la dependencia a las drogas y otras adicciones que restan libertad y destruyen proyectos de vida.
Por otro lado, quiero dirigirme de corazón a las personas que sufren: a quienes están solas, enfermas, desesperanzadas, que atraviesan dificultades económicas… A todos aquellas que, por la causa que sea, no pueden vivir la aventura de la vida en plenitud y sólo quieren que se cuente con ellas.
Nada de lo que les ocurre nos es ajeno. Y desde la Comunidad de Madrid estamos haciendo cuanto está en nuestras manos para serles útiles.
Por eso, el 90% de los nuevos presupuestos de la Comunidad de Madrid, que son los más potentes de su historia, está destinado a políticas sociales, a seguir mejorando la mejor sanidad de Europa, una de las mejores educaciones de España, las políticas de familia y los servicios sociales más avanzados, la vivienda, el transporte…
También quiero trasladar nuestro agradecimiento a todas las personas que trabajan en estas fechas para velar por nuestra salud y seguridad.
A los sanitarios, jueces, policías, guardias civiles y vigilantes; a bomberos, transportes y protección civil, a los que garantizan el funcionamiento de los servicios esenciales, a los trabajadores, autónomos, voluntarios… A todos los que pasan estas fechas fuera de sus casas en cumplimiento del deber: fuerzas armadas, misioneros, funcionarios…
Queridos amigos, termino:
Mi compromiso para 2024 es seguir defendiendo nuestro modelo de convivencia: Una Comunidad de Madrid en la que nadie está por encima de la ley; en la que preservamos la independencia de los jueces y en la que se respeta al que piensa diferente.
Una región que está al servicio de España, de la España de todos; que no olvida a las víctimas del terrorismo y se sabe representada por los símbolos nacionales: la bandera, el himno y el escudo.
Con el Rey como árbitro de nuestra democracia y garante de nuestro marco constitucional y nuestra unidad e igualdad ante la Ley. La Monarquía es la forma política del Estado que eligieron todos los españoles y nuestra obligación es respetar y preservar este mandato.
Como lo es hacer lo mismo con la Constitución, nuestro mejor modo de entender la vida en libertad, sin muros, en convivencia.
Si cada uno de nosotros aspiramos a ser la mejor versión de nosotros mismos, haremos el mejor Madrid de su historia.
Tenemos la inmensa fortuna de ser región capital de España. Tenemos un legado histórico y cultural único en el mundo que debemos mejorar para dejar en herencia a los que están por venir.
En la región de todos, donde se viene a vivir en paz, a ser cada uno lo que quiera ser, a decidir cómo emprender, ganarse la vida, formarse o crear una familia según se elija. Y encarar esta maravillosa aventura diaria que es la vida en libertad.
Y si somos capaces de contagiar nuestro entusiasmo, haremos también la mejor España.
Feliz Navidad, feliz Nochevieja y feliz 2024.
Madrid, 31 de diciembre de 2023
Fotos: Comunidad de Madrid (D. Sinova)