Resulta enternecedor ver y oír a Pedro Sánchez colgarse medallas hueras al finalizar el año y en todas las áreas de Gobierno. Miente, manipula, tergiversa… Lo que ignoro es si lo hace consciente y deliberadamente o es porque necesita ayuda y su caso es irreparable.
El columnista sostiene desde hace tiempo que oír a Sánchez es una pérdida de tiempo, porque su palabra carece de valor y credibilidad alguna. He leído que se quejó de que le insultan mucho y, francamente, es para carcajearse durante semana y media. Resulta que el tipo que se presenta a una investidura (sin ir más lejos, porque los casos se vienen agolpando desde más de un lustro) dedicando el 80 por ciento de su discurso a descalificar, insultar y reírse del partido que le ha ganado las elecciones, es culpable de vituperarle a diario.
Resulta que el tipo que no tuvo empacho en afirmar que su propósito es levantar un «muro» para que el centro derecha y la derecha no puedan gobernar jamás este país, viene ahora a dar lecciones de mesura, moderación y buenas formas. Resulta que el tipejo que logró ser investido en claro fraude electoral (garantizar que no habría amnistía ni perdón para los golpistas) se presenta a sí mismo como el paladín de la decencia. Resulta que el personaje que sostuvo su voto el 23J mediante la utilización fraudulenta y exagerada del dinero público para golpear en los grandes colectivos viene ahora dándoselas de puro y exquisito.
Lo que nadie podrá negar a este maniquí con maquilladora propia es su enorme capacidad de engaño. Lo que deberíamos exigirle los ciudadanos es, sin duda, que dé cuenta de los gastos personales, de las ayudas públicas recibidas por su familia, más allá de los propios que se derivan de su actividad como jefe del Gobierno. Va de progre y demócrata de postín, y resulta que ni siquiera es capaz de dar al Consejo de Transparencia el destino de los caudales públicos que devora. Por mucho menos, en democracias avanzadas han caído jefes de Estado y de Gobierno.
Todo lo malo lo hacen los demás; la bondad, la claridad, el progreso es obra suya. Lleva el puñal del engaño colgado permanente al cinto, pero son los que no le aplauden los que navajean por doquier.
GRACIANO PALOMO
Publicado en OKdiario.
30 de diciembre 2023.