El Prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral en la presentación del Mensaje del Papa para la Jornada Mundial de la Paz 2024 sobre el tema «Inteligencia artificial y paz», subraya la necesidad de su uso al servicio del bien común: «Asusta el uso de la tecnología con fines bélicos, porque elimina la responsabilidad humana del escenario de la batalla».
Ciudad del Vaticano, 15 de diciembre 2023.- La inteligencia artificial es un rasgo distintivo del mundo actual en constante cambio y «requiere un atento escrutinio para garantizar que esté verdaderamente al servicio del bien común, proteja el valor inalienable de la persona humana y promueva nuestros derechos fundamentales». Por ello, el Papa Francisco, al dedicar su Mensaje para la 57ª Jornada Mundial de la Paz a la inteligencia artificial, ha querido identificar los desafíos que las nuevas tecnologías plantean a la construcción de un mundo más justo y fraterno. Así lo explicó el cardenal Michael Czerny, Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, en la rueda de prensa de presentación del Mensaje en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, a la que asistió el profesor Mathieu Guillermin profesor asociado de la Universidad Católica de Lyon y coordinador del proyecto internacional «El nuevo humanismo en la época de la neurociencia y la inteligencia artificial», el padre Riccardo Lufrani, profesor de Teología de las Tecnociencias y de Teología Moral en la Universidad Lumsa de Roma, y la profesora Barbara Caputo, profesora ordinaria de la Universidad Politécnica de Turín, cofundadora y presidenta de Focoos. ai.
Desafíos antropológicos
El responsable del Dicasterio recordó que, en su Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2024, el Papa llama la atención sobre el «uso sin escrúpulos de la tecnología, regido exclusivamente por el afán de lucro y los intereses partidistas», que puede provocar «desigualdades, injusticias, tensiones, conflictos». La inteligencia artificial, por tanto, plantea retos no sólo técnicos «sino también antropológicos, educativos, sociales y políticos», escribe Francisco, por lo que su uso con fines bélicos es aterrador, señala Czerny. Cada vez más sofisticadas y destructivas, las inteligencias artificiales «eliminan la responsabilidad humana del escenario de la batalla».
Formar y educar en el uso de la tecnología
Pero «la inteligencia artificial también puede amenazar la justicia social», prosiguió el cardenal, porque en el mundo laboral, por ejemplo, «cada vez se eliminan más puestos de trabajo, con un fuerte aumento de la pobreza». En el campo de la información, por otra parte, «hay nuevas formas de distorsionar deliberadamente las palabras y las imágenes, de desinformar y manipular, las cuales ponen en grave peligro el orden civil y el gobierno democrático». Por eso, como señala el Papa, la educación es crucial. «Formar a quienes diseñan los algoritmos y las tecnologías digitales para que ellos mismos sean más responsables -señaló el prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral-, y luego educar a todos, especialmente a los jóvenes, para que usen las nuevas tecnologías conscientemente y piensen críticamente sobre su impacto, especialmente en los pobres y en el medio ambiente».
Se necesitan normas
Por último, el cardenal señaló la necesidad de «regulaciones eficaces dentro de los Estados, así como acuerdos multilaterales y tratados vinculantes» para poder «regular el desarrollo y el uso de la inteligencia artificial de manera responsable». Por ello, el Mensaje de Francisco insta a los jefes de Estado, a las autoridades políticas y a los líderes de la sociedad civil a «ejercer la corresponsabilidad», concluyó el cardenal Czerny, e invita a todos a «prestar atención y elegir bien, si queremos entregar a las generaciones futuras un mundo mejor y más pacífico».
La llamada del Papa a la responsabilidad
Respondiendo a algunas preguntas de los periodistas, el cardenal Czerny señaló a continuación que aún es demasiado pronto para equiparar las ventajas, beneficios y riesgos de la inteligencia artificial, pero que el Mensaje del Papa hace un llamamiento especial a la responsabilidad. En cuanto a la definición de inteligencia artificial, sobre la que todavía no hay total claridad, el profesor Caputo explicó que debe entenderse como procesamiento automático de datos digitales, gestión de la cada vez mayor cantidad de información digital, en la que el beneficio se está convirtiendo en el aspecto primordial.
Ayudas para difundir el Mensaje de Francisco
Para dar a conocer mejor el mensaje del Papa, ayudar a comprender su tema y profundizar en sus implicaciones, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral ha puesto a disposición algunos subsidios multimedia en italiano, inglés, portugués, español y francés, así como material informativo y reflexiones teológicas.
Para el profesor Guillermin, el mensaje del Papa para la Jornada Mundial de la Paz es «un mensaje de esperanza, lejos de cualquier rechazo tecnofóbico» que reconoce el potencial positivo de la inteligencia artificial, pero también es una «llamada al compromiso y a la responsabilidad» y a no caer en una visión reductora de la vida humana y, más ampliamente, de la realidad. En la práctica, Francisco «advierte contra el riesgo de perder el control sobre nosotros mismos» que puede surgir de «una especie de ‘dictadura tecnológica’ originada por «un deseo obsesivo de controlarlo todo». «Es nuestro deber enriquecer nuestra reflexión ética», afirmó el académico, recordando que, como afirma el Papa Francisco, «el respeto fundamental de la dignidad humana exige que nos neguemos a permitir que la singularidad de la persona se identifique con un conjunto de datos.»
Desarrollar una teología de las tecnociencias
En su discurso, por otra parte, el padre Lufrani se detuvo en el hecho de que «desde hace años el papa Francisco nos advierte de que vivimos un cambio de época» y de que «el hombre está transformando radicalmente la realidad histórica y natural», con una «mejora general de las condiciones de vida de la humanidad» que, sin embargo, «va de la mano de una creciente desestabilización y desigualdades que minan la convivencia pacífica». Por eso es necesario desarrollar «una filosofía ‘artificial'» y una «teología de las tecnociencias», aceptando «la invitación del Papa a contribuir, cada uno en su ámbito, a que el progreso en el desarrollo de formas de Inteligencia Artificial ‘sirva en último término a la causa de la fraternidad humana y de la paz mundial'».
Una asignatura al alcance de todos
La profesora Caputo se refirió a la enseñanza de la inteligencia artificial en las universidades, señalando que «hoy en día hay muy pocas universidades en el mundo en las que los estudiantes puedan aprovechar una infraestructura computacional adecuada» para estudiar la materia. Esto se debe a que «los superordenadores, necesarios para el desarrollo y la utilización de la Inteligencia Artificial Generativa, son extremadamente caros» y, por tanto, «un bien precioso, destinado principalmente a apoyar la investigación y el desarrollo privados en detrimento de la enseñanza universitaria, a menudo incluso cuando dichas infraestructuras computacionales han sido creadas con importantes fondos públicos». Para el experto, hay que esforzarse por garantizar «una formación técnica de calidad en el ámbito de la Inteligencia Artificial» para todos, a fin de que sea un «verdadero instrumento de paz».
TIZIANA CAMPISI
Imagen: Presentación del Mensaje del Papa Francisco para la 57° Jornada Mundial de la Paz.