El Consejo de Transparencia y Buen Gobierno ha remitido ya el cuarto aviso a la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para que informe de los gastos provocados por los altos cargos de su departamento en viajes, restaurantes y otras menudencias.
Dicho órgano de control del dinero público ha firmado en menos de dos meses la cuarta advertencia al respecto después de que la vicepresidenta se niegue a dar la información que por ley corresponde a las personas encargadas de velar por el buen orden del dinero de los contribuyentes.
Llueve sobre mojado. ¿Qué tendrá que ocultar la más entusiástica fan de Sánchez?
Resulta incomprensible en buena lógica que una responsable pública que presume de limpieza y da lecciones de honradez, honorabilidad y buen gobierno a todas horas, se niegue a facilitar el listado de gastos en los que ella y sus altos cargos incurren a diario. Ya ocurrió cuando su famoso viaje en Falcon con distintos amiguetes para agasajar (o lo que fuera) al Papa Francisco, precisamente en mañana de sábado, y el fin de semana consiguiente en Roma a todo trapo. Ahora el Consejo de Transparencia pide explicaciones de viajes de altos cargos a Brasil para ver al presidente Lula, a Uruguay y a Argentina, entre otros. ¡Una vergüenza! Cierto es que con maneras muy propias de comunistas que predican una cosa y se ejercitan en otras bien distintas.
Ignoro si el choteo que Díaz se trae con el Consejo de Transparencia tendría o tiene alguna responsabilidad o bien penal o bien administrativa. Política, desde luego, la tiene. Una persona que va de guay, que perora constantemente acerca de que está en política para resolver los problemas de la gente, tiene que dar explicaciones de cómo se gasta y en qué el dinero de esa gente. Como ya saben en ese Consejo cómo se las gasta, intentará por todos los medios escamotear una información que está obligada a dar por ley. Y si una ministra no cumple la ley…
Quizá en esa cerrazón en no hacer público en qué se ha gastado miles y miles de euros pueda estar la explicación a algunos de los secretos mejor guardados de la Eleanor Roosevelt ferrolana de medio pelo, que pasó del vaquero lleno de agujeros a convertirse en una percha nacional de la moda. ¡Pregonar y no dar!
PD. Estos procederes son típicos de comunistas con ADN. Da igual el lugar; es cuestión de genes comunistas. Así, por ejemplo, el emperador chino rojo Xi Jinping, que habla del socialismo con «esencias chinas», ¿saben a qué universidad ha llevado a su hija para conseguir el graduado universitario? ¡A Harvard!.
GRACIANO PALOMO
Publicado en OKdiario.
2 de diciembre 2023.