Declaraciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid en un desayuno con el Círculo de Navarra.
👉 Quisiera condenar firmemente el último muro que nos ha levantado Sánchez, que nos separa de Israel, de Estados Unidos (como hizo su maestro Zapatero) y de Occidente. No defrauda a la hora de decantarse siempre por lo mismo y por lo mismos.
👉 Una vez más ha pretendido patrimonializar una situación que le es absolutamente ajena y para lo que, visto lo visto, sería mejor que anduviera callado. Presentarse en Israel cuando su pueblo ha sufrido la mayor masacre desde el holocausto para ponerle deberes a sus autoridades y recetar clases de moralina avergüenza.
👉 Hubiera preferido que, al menos, tuviera el respeto por el Congreso de los Diputados, que permanece cerrado bajo su control desde hace meses y hubiera consultado a la Cámara acerca de la política exterior de España, como siempre se ha hecho, pero que él tampoco hizo abandonando al Sáhara.
👉 Aparte de las mentiras que se vierten cada día sobre el conflicto con los terroristas de Hamás, ¿Cómo se le ocurre a Sánchez hablar del Estado palestino ahora? ¿Es que acaso la mutilación, la violación de centenares de mujeres tenía un fin romántico? ¿Está justificado? ¿Compramos otra vez el relato terrorista? ¿Es por el bien de alguien? ¿Era necesario? ¿Ha preguntado a los palestinos si quieren seguir viviendo sojuzgados por Hamás y el islamismo?
👉 Pero, sobre todo, les quiero decir algo. No podemos renegar de Israel, no podemos renunciar a la tradición judeocristiana, a nuestro origen, a nuestra forma abierta y libre de ver el mundo, a unos valores en torno a libertad y la vida. Es mucho lo que el pueblo judío ha dado a la historia a lo largo de los siglos.
Foto: Comunidad de Madrid