El Cardinal Sean O’Malley, OFM Cap, Presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores junto a los otros Miembros ha emitido el 15 de febrero la siguiente declaración acerca de la obligación de denunciar a las autoridades civiles cualquier sospecha de abuso sexual:
“Como ha afirmado claramente el Papa Francisco: »Los crímenes y pecados de los abusos sexuales a menores no pueden ser mantenidos en secreto por más tiempo. Me comprometo a la celosa vigilancia de la Iglesia para proteger a los menores y prometo que todos los responsables rendirán cuenta». Nosotros, el Presidente y los miembros de la Comisión, queremos afirmar que nuestras obligaciones por cuanto concierne a la ley civil, deben ser sin duda respetadas, pero también que más allá de estos vínculos, todos tenemos la responsabilidad moral y ética de denunciar los presuntos abusos a las autoridades civiles que tienen la tarea de proteger a nuestra sociedad».
El Cardenal O’Malley precisa que en Estados Unidos, la Charter de los Obispos indica claramente la obligación de todas las diócesis o eparquías y de todo el personal de denunciar las sospechas de abuso a las autoridades públicas. Todos los años, durante la reunión de noviembre, en una sesión formativa para los nuevos Obispos, se reafirma dicha obligación y todos los meses de febrero , la segunda Conferencia propone un programa de formación para los nuevos Obispos donde se reitera clara y explícitamente ese deber. »Como Comisión consultiva del Santo Padre para la protección de los menores – dice el cardenal- hemos presentado recientemente al Papa un amplio panorama de las iniciativas de educación de la Comisión para las Iglesias locales durante los últimos dos años, y reafirmado la voluntad de sus miembros de ofrecer material para los cursos que se desarrollan en Roma, incluyendo, entre otros, el programa anual de formación para los nuevos Obispos y para las oficinas de la Curia romana para que puedan utilizarlos en sus esfuerzos encaminados a la protección de los menores.”