La Comunidad de Madrid ha llevado a cabo la restauración del órgano del Santo Cristo del Olivar, dentro del marco del Convenio de Colaboración con la Provincia Eclesiástica de Madrid. Esta actuación ha tenido un importe total de 42.350 euros, de los cuales el ejecutivo regional ha aportado 30.000 euros. Con este motivo, el sábado 13 tuvo lugar un concierto en el templo para que todos los vecinos pudieran disfrutar nuevamente de este instrumento único en España.
La dirección general de Patrimonio Cultural tiene catalogados un total de 110 órganos en Madrid y otros 22 en distintos municipios de la Comunidad. Desde 2005 la inversión llevada a cabo por el ejecutivo regional a través del Plan de Recuperación de Órganos Históricos asciende a 926.924,82 euros.
La directora general de Patrimonio Cultural, Paloma Sobrini, ha señalado que “actuaciones como ésta ponen de manifiesto que la Administración regional y la Iglesia trabajan juntas para garantizar la protección y puesta en valor del Patrimonio Histórico. El órgano del Santo Cristo del Olivar es un instrumento único en España, y el hecho de que vuelva a sonar en concierto es la mejor y mayor garantía para la conservación preventiva del mismo”.
El concierto para órgano y violín estuvo a cargo de Fr. Sixto Castro y Jaime Calderón, y se escucharon obras de Heinrich Scheidemann, J. S. Bach, G. F. Haendel, Heinrich Ignaz Franz von Biber y Arcangelo Corelli.
La Iglesia del Santo Cristo del Olivar se erige sobre el mismo solar en el que estuvo el antiguo Oratorio del Cristo del Olivar, en el número 4 de la madrileña calle de Cañizares. Este oratorio data de 1647, y su fachada fue reconstruida en 1853 por Juan Bautista Peyronnet. En 1910, tras su destrucción, Enrique María Repullés proyectó el nuevo oratorio y la casa parroquial anexa en una línea clasicista de ladrillo.
El órgano, situado en la tribuna de la Iglesia, data de la primera década del siglo XX y debe sus reducidas dimensiones tanto a los importantes avances tecnológicos del momento como al afán experimental de la época.
Se trata de un instrumento con tubos polífonos, característica que le convierte en un ejemplo singular y único en el país. Este órgano compacto fue ideado para labores de acompañamiento o para sonar como solista. A pesar de sus reducidas dimensiones, su peso excede de 400kg debido fundamentalmente a los materiales empleados en su estructura y mecánica: hierro fundido y madera de roble.
El proceso de restauración se ha llevado a cabo a partir de los resultados del análisis de conservación de los elementos originales. La intervención se ha realizado respetando los elementos originales en su totalidad, y empleando idénticos materiales y técnicas de construcción.