El sectarismo y la falta de neutralidad en los medios públicos ante la decisiva contienda electoral del 23J no es ninguna novedad que pueda alarmarnos en el sanchismo. Resulta patético desde cualquier óptica democrática y profesional que se precie, autorizar a un paisano, profesionalmente muy aburrido, sin ningún gancho, romo y premioso, a publicar un tuit contra un partido político que todo el mundo sabe que desea que salga derrotado. Fortes, a estas alturas, resulta difícil que se la pueda dar a alguien con queso. Todo el mundo sabe ya de qué pie cojea. Por eso está donde está, no porque estalle precisamente los audímetros de las audiencias.
A Fortes se le ha contagiado el nerviosismo de sus jefes monclovitas ante las denuncias de falta de «neutralidad». ¡Pobre muchacho! Aun con trapacerías de todo orden y condición van a ser capaces de dar la vuelta a la tortilla. Con un comandante en jefe autoritario y sin crédito, con un frankestein amenazante de nuevo, con una situación económica letal para los más pobres, al resultado del 28M será muy difícil poder darle la vuelta.
No debería resultarles tan dramático, salvo porque han hecho de la política (RTVE incluida) un modus vivendi imperecedero. El resultado de las urnas ante el 23J debería responder en un país serio y en puridad democrática a estas preguntas: «¿Soy más pobre que hace cuatro años?» «¿Soy más libre?». Según los datos de Eurostar, Banco de España, Fedea y cualquier otro organismo independiente del Gobierno, los españoles hoy son más pobres que cuando llegó Sánchez al poder. Singularmente, son más pobres lo que ya eran pobres. Así, mis queridos amigos, que ¡menos lobos, Caperucita!.
A la cuestión de la libertad, la respuesta es todavía más severa. Nunca un presidente del Gobierno desde la llegada de la democracia se había atrevido a tanto. Ha colonizado los medios públicos, buena parte de los medios privados (El País/Ser), y ha puesto comisarios políticos en los organismos clave del Estado, la Fiscalía, el Tribunal Constitucional y en todo lo que encuentra a su paso.
Resta poco más de 20 días para que Sánchez reciba por segunda vez una soberana lección del pueblo, ése al que ha engañado centenares de veces. No te quieren, Pedro, y lo mejor que puedes hacer ante tal evidencia es dedicar algo del mucho dinero que has ganado durante cinco años –entre ellos, los 50.000 euros por vivienda cobrados indebidamente- a reservarte unas sesiones en el diván y dejar en paz, finalmente, a más de media España que no te soporta.
GRACIANO PALOMO
Publicado en OKdiario.
Sábado 1 de julio 2023.