El cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin, intervino en la mesa redonda organizada por la Global Foundation dedicada al tema «Rechazar la globalización de la indiferencia – hacia una economía mundial más inclusiva y sostenible». Una iniciativa, como afirmó el purpurado, que subraya el compromiso de ese ente de ser un lugar privilegiado de diálogo entre los principales actores económicos y políticos, así como un catalizador de ideas para la construcción de un sistema económico al servicio del desarrollo económico integral.
En su breve intervención el cardenal recordó que desde el inicio de su pontificado, ante las numerosas dificultades que afligen al mundo, el Papa Francisco no ha dejado nunca de poner el acento sobre las graves consecuencias de la indiferencia y de la falta de responsabilidad, ni de invitar a todos a comprometerse libre y responsablemente en la corrección de una economía que provoca la exclusión y la desigualdad. »Él -dijo mons. Parolin- invita a los ricos y los pobres, a los poderosos y a la gente común, a los políticos y los empresarios a poner el poder creativo de la inteligencia humana al servicio del bien común, con un espíritu de solidaridad y – añadiría – de misericordia».
»Sin olvidar lo mucho que se ha hecho en estos primeros años del tercer milenio para ayudar a las personas a escapar de la pobreza extrema -añadió el prelado- el Papa sigue manifestando su convicción de que ‘todavía se debe hacer mucho más y que, en momentos de crisis y de dificultad económica, no se puede perder el espíritu de solidaridad internacional. No es necesario repetir que parte de este gran trabajo está constituido por la creación y distribución de la riqueza. El justo uso de los recursos naturales, la aplicación de soluciones tecnológicas y la guía del espíritu emprendedor son parte indispensable de una economía que busca ser moderna pero especialmente solidaria y sustentable. Eso sería posible, teniendo en cuenta la definición de la justicia del jurista romano Ulpiano y de san Agustín de Hipona – «Iustitia est Constans et perpetua voluntas ius suum cuique tribuendi» (La justicia es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno su derecho ) que el Papa citó en su discurso ante las Naciones Unidas el 25 de septiembre de 2015, en relación con la Agenda para el Desarrollo Sostenible 2030, para decir a los responsables de los asuntos globales que »el mundo reclama de todos los gobernantes una voluntad efectiva, práctica, constante, de pasos concretos y medidas inmediatas, para preservar y mejorar el ambiente natural y vencer cuanto antes el fenómeno de la exclusión social y económica.»
El Secretario de Estado concluyó poniendo de relieve la importancia del encuentro organizado por la Global Foundation, que representa »un espacio importante para el incremento de la sensibilización en todos los ámbitos sobre los graves problemas de la degradación ambiental y la exclusión» y »servirá de estímulo para fortalecer una acción que ya ha comenzado, y está empezando a dar resultados positivos y perdurables.. para fomentar una economía que esté cada vez más al servicio de nuestra casa común, que es el mundo en su conjunto».