De nuevo, un hospital apoyado por Médicos Sin Fronteras ha sido bombardeado. Sucedió en el norte de Yemen: murieron al menos cinco personas, otras 10 resultaron heridas, y varios edificios del complejo hospitalario quedaron totalmente destruidos.
Este es el tercer ataque de estas características que sufre una estructura de MSF en Yemen en los últimos tres meses.
“Condenamos firmemente este ataque, que confirma un preocupante patrón de ataques a servicios médicos, servicios esenciales para las poblaciones atrapadas en zona de conflicto. Expresamos nuestra más profunda indignación, ya que este ataque dejará sin asistencia médica durante semanas a cientos de personas que están sufriendo enormemente a causa de la guerra», afirma Raquel Ayora, directora de Operaciones de MSF. “Una vez más, son los civiles quienes se llevan la peor parte”.
Desde Médicos Sin Fronteras pedimos el cese inmediato de los ataques a estructuras médicas, y pedimos a las partes en conflicto que se comprometan a crear las condiciones necesarias para que la asistencia humanitaria pueda llegar de forma segura a quien tan urgentemente la necesita
Un hospital apoyado por MSF ha sido alcanzado por un proyectil en el norte de Yemen causando cinco muertos y diez heridos, además del derrumbamiento de varios edificios del complejo hospitalario. Tres de los heridos son personal de MSF y dos de ellos están en situación crítica.
Según el testimonio del equipo que permanece en la zona, a las 9:20 de la mañana un proyectil impactó el Hospital Shiara, en el distrito de Razeh, donde MSF trabaja desde noviembre de 2015. MSF no puede confirmar el origen del ataque, pero algunos testigos han relatado que vieron aviones sobrevolando el hospital a esa hora. Al menos otro proyectil cayó cerca del hospital. El número de víctimas podría crecer, ya que puede haber personas atrapadas en los escombros. Todo el personal y los pacientes han sido evacuados y transferidos al hospital Al Goumoury hospital en Saada, también apoyado por MSF.
“Las partes del conflicto, incluyendo la coalición liderada por Arabia Saudí (SLC, por sus siglas en inglés), reciben información de forma regular de las coordenadas de GPS de las estructuras médicas donde trabaja MSF y estamos en diálogo permanente con ellos para asegurarnos de que entienden la gravedad de las consecuencias humanitarias que está provocando el conflicto y de la necesidad de respetar los servicios médicos”, afirma Raquel Ayora, directora de operaciones de MSF. “Es imposible que alguien que cuenta con la capacidad para llevar a cabo un ataque aéreo o para lanzar un misil no supiera que el hospital Shiara era una estructura sanitaria en funcionamiento que ofrecía servicios de vital importancia y que estaba apoyado por MSF”.
“Reiteramos a todas las partes del conflicto que los pacientes y las estructuras médicas deben ser respetadas y que bombardear hospitales es una violación del derecho internacional humanitario”, añade Ayora.
Las consecuencias del conflicto son especialmente graves en el distrito de Razeh. La población de la zona está siendo muy castigada por los bombardeos constantes tras 10 meses de guerra. El hospital Shiara ya había sido bombardeado antes de que MSF lo apoyara y los servicios que se ofrecían en la actualidad se tuvieron que ver reducidos a estabilización, urgencias y maternidad.
Éste es el tercer ataque de estas características que sufre una estructura de MSF en Yemen en los últimos tres meses. El pasado 27 de octubre el hospital Haydan fue destrozado por un ataque aéreo a cargo del SLC y el 3 de diciembre un centro sanitario en Taiz también fue alcanzado por el SLC, provocando nueve heridos. Los equipos de MSF luchan a diario para asegurar el respeto de las estructuras sanitarias por parte de todos los grupos armados, pero los ataques ocurren cada vez con más frecuencia.
“Condenamos firmemente este ataque, que confirma un preocupante patrón de ataques a servicios médicos que son esenciales para las poblaciones atrapadas en zona de conflicto. Expresamos nuestra más profunda indignación, ya que este ataque dejará a cientos de personas que están sufriendo enormemente a causa de la guerra, sin asistencia médica durante semanas”, afirma Ayora. “Una vez más, son los civiles quienes se llevan la peor parte”.
MSF pide el cese inmediato de los ataques a estructuras médicas y pide a las partes en conflicto a que se comprometan a crear las condiciones necesarias para poder dar asistencia humanitaria de forma segura. MSF también pide a los responsables de este ataque que investiguen las circunstancias en las que se ha producido.
Según el testimonio del equipo que permanece en la zona, a las 9:20 de la mañana un proyectil impactó el Hospital Shiara, en el distrito de Razeh, donde MSF trabaja desde noviembre de 2015. MSF no puede confirmar el origen del ataque, pero algunos testigos han relatado que vieron aviones sobrevolando el hospital a esa hora. Al menos otro proyectil cayó cerca del hospital. El número de víctimas podría crecer, ya que puede haber personas atrapadas en los escombros. Todo el personal y los pacientes han sido evacuados y transferidos al hospital Al Goumoury hospital en Saada, también apoyado por MSF.
“Las partes del conflicto, incluyendo la coalición liderada por Arabia Saudí (SLC, por sus siglas en inglés), reciben información de forma regular de las coordenadas de GPS de las estructuras médicas donde trabaja MSF y estamos en diálogo permanente con ellos para asegurarnos de que entienden la gravedad de las consecuencias humanitarias que está provocando el conflicto y de la necesidad de respetar los servicios médicos”, afirma Raquel Ayora, directora de operaciones de MSF. “Es imposible que alguien que cuenta con la capacidad para llevar a cabo un ataque aéreo o para lanzar un misil no supiera que el hospital Shiara era una estructura sanitaria en funcionamiento que ofrecía servicios de vital importancia y que estaba apoyado por MSF”.
“Reiteramos a todas las partes del conflicto que los pacientes y las estructuras médicas deben ser respetadas y que bombardear hospitales es una violación del derecho internacional humanitario”, añade Ayora.
Las consecuencias del conflicto son especialmente graves en el distrito de Razeh. La población de la zona está siendo muy castigada por los bombardeos constantes tras 10 meses de guerra. El hospital Shiara ya había sido bombardeado antes de que MSF lo apoyara y los servicios que se ofrecían en la actualidad se tuvieron que ver reducidos a estabilización, urgencias y maternidad.
Éste es el tercer ataque de estas características que sufre una estructura de MSF en Yemen en los últimos tres meses. El pasado 27 de octubre el hospital Haydan fue destrozado por un ataque aéreo a cargo del SLC y el 3 de diciembre un centro sanitario en Taiz también fue alcanzado por el SLC, provocando nueve heridos. Los equipos de MSF luchan a diario para asegurar el respeto de las estructuras sanitarias por parte de todos los grupos armados, pero los ataques ocurren cada vez con más frecuencia.
“Condenamos firmemente este ataque, que confirma un preocupante patrón de ataques a servicios médicos que son esenciales para las poblaciones atrapadas en zona de conflicto. Expresamos nuestra más profunda indignación, ya que este ataque dejará a cientos de personas que están sufriendo enormemente a causa de la guerra, sin asistencia médica durante semanas”, afirma Ayora. “Una vez más, son los civiles quienes se llevan la peor parte”.
MSF pide el cese inmediato de los ataques a estructuras médicas y pide a las partes en conflicto a que se comprometan a crear las condiciones necesarias para poder dar asistencia humanitaria de forma segura. MSF también pide a los responsables de este ataque que investiguen las circunstancias en las que se ha producido.