En el mensaje enviado al Arzobispo de Milán, Mons. Delpini, con motivo de la 99ª Jornada de la Universidad Católica del Sacro Cuore, el Cardenal Secretario de Estado invita a la mayor universidad católica de Italia y de Europa a contribuir al desarrollo de un saber «al servicio de la dignidad del ser humano y del bien común, en particular de los más débiles y desfavorecidos».
25 de abril 2023.- A la Universidad Católica del Sagrado Corazón, con ocasión de la celebración de la 99ª Jornada en su sostenimiento, «se le pide que continúe siendo un punto de referencia para la formación de las nuevas generaciones, para que participen plenamente en la elaboración del nuevo humanismo, gracias también al modo en que se afrontan las grandes cuestiones de nuestro tiempo». Así escribe el cardenal secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, en el mensaje enviado al arzobispo de Milán, monseñor Mario Delpini, presidente del Instituto de Estudios Superiores «G. Toniolo», entidad fundadora de la mayor universidad católica de Italia y de Europa, con motivo de la celebración del Día de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, el domingo 23 de abril.
El deseo del Papa para la 99ª Jornada de la Universidad Católica
Tras la oración del Regina Caeli, el mismo Papa Francisco recordó el tema elegido para la Jornada número 99, «Por amor al conocimiento. Los desafíos del nuevo humanismo», deseando al mayor Ateneo católico italiano que «afronte estos desafíos con el espíritu de los fundadores, en especial de la joven Armida Barelli, proclamada Beata hace un año». Desafíos que, subraya el cardenal Parolin en la carta, «nos piden trabajar con pasión por un nuevo humanismo, que valore el saber por su finalidad propia y noble, es decir, al servicio de la dignidad del ser humano y del bien común, en particular de los más débiles y desfavorecidos».
La visión cristiana del nuevo humanismo
Al desarrollo de este nuevo humanismo, prosigue el Secretario de Estado, «la visión cristiana puede y debe aportar también una contribución original», como subrayó con fuerza el Papa en la Conferencia Eclesial de Florencia el 10 de noviembre de 2015. En aquella ocasión, Francisco aclaró que no existe un auténtico humanismo que no contemple el amor como vínculo entre los seres humanos, ya sea interpersonal, íntimo, social, político o intelectual.
El conocimiento sólo sirve al hombre si se combina con la conciencia
Siempre analizando el tema elegido para la Jornada, el Cardenal recordó que «el conocimiento es el motor del desarrollo humano y se han realizado grandes progresos en el mundo científico, con una fuerte aceleración en los últimos siglos y, sobre todo, en las últimas décadas». Pero también que el conocimiento «implica siempre una dimensión ética», y, como dijo san Juan Pablo II en la Unesco en junio de 1980, subrayando la primacía de la persona sobre las cosas, sólo se servirá a la causa del hombre si el conocimiento se une a la conciencia. Palabras sabias y clarividentes, comentó el cardenal Parolin, recordando que hoy, en muchos campos, la investigación científica ha puesto en manos del hombre «potencialidades extraordinarias y cómo, al mismo tiempo, su desarrollo puede volverse incluso contra la humanidad».
Cuando el desarrollo tecnológico va en contra de la humanidad
Lo vemos en cuestiones medioambientales, en el sector sanitario, en el económico y financiero. Pero también «en las nuevas tecnologías digitales y las fascinantes aplicaciones de la inteligencia artificial, que ofrecen grandes oportunidades pero, al mismo tiempo, requieren vigilancia para garantizar el papel primordial de la conciencia humana». Y, por último, en las «innumerables tecnologías que podrían facilitar la coexistencia entre los pueblos y que, en cambio, acaban alimentando los conflictos y la devastación, las tensiones internacionales y las migraciones forzosas, como ocurre en contextos bélicos, en particular en la actual guerra de Ucrania».
Que las universidades respondan a sus responsabilidades
Por todo ello, concluye el Secretario de Estado en su mensaje, es necesario que lugares como las universidades, «en las que se genera cultura, se desarrolla investigación y se forman las generaciones que habrán de guiar el camino futuro, respondan plenamente a sus propias responsabilidades, en este tiempo fascinante, pero también tan complejo y lleno de contradicciones».
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Imagen: Universidad del Sagrado Corazón en Milán.