La puesta en escena fue hollywodiense, lo mejor que han demostrado saber hacer. Lo otro es cuestión de analizar en lo mollar. Lo que llama poderosamente la atención en la vicepresidenta que aspira a ser presidenta del Gobierno es que no haya aprendido nada de lo que les ocurrió a sus ex amigos y conmilitones de Podemos hace siete años.
Llegaron, dijeron, para devolvernos la dignidad democrática… ¡Ya la había! Vinieron, dijeron, para ser modelos de honradez y austeridad. Aterrizaron, dijeron, para mimetizarse con el pueblo. Aparecieron, manifestaron, para no mentir nunca y servir a los ciudadanos y combatir a la casta. Su paso por el poder, siete años después, tiene una conclusión sencilla: todo mentira. Han cambiado exclusivamente sus vidas, sus cuentas corrientes, sus modos de vivir. Ésta es la verdad que percibe una mayoría de antiguos votantes, los mismos que les llevaron en volandas y poco tiempo después comprueban que todo era una farsa. Y lo que es peor, dan fe de una lucha sin cuartel entre ellos(as) mismos para mantener ese poder, no para cambiar a mejor las cosas.
Por si fuera poco aquella perorata, aparece ahora la Eleanor Roosevelt a la gallega que cada vez que abre la boca es para significar que se trata de una mujer providencial que han mandado los dioses Fidel/Chávez/Maduro/Kirchner para dar de comer a los españoles, garantizarles su honra y abrirles las puertas del paraíso comunista. Hace falta tener poco pudor para iniciar su controvertida campaña como líder de la extrema izquierda bajo el lema «Empieza todo». ¿Qué es lo que empieza?. Aquí, señora galaica, comíamos caliente un altísimo porcentaje de ciudadanos mucho antes de que llegara usted y no había casos de hambre en nuestro país. Cierto es que existía un mínimo porcentaje de excluidos. Resulta que bajo su mandato esas colas del hambre han crecido hasta el infinito, mientras ella, la gran revolucionaria fashion, vive en un megapiso que le pagan los ciudadanos y que, para su desgracia, levantó Franco.
Aquí, señora fashion, con los impuestos del contribuyente, había democracia, derechos humanos, cobertura de desempleo, ERTE y PERTE, educación y sanidad gratuitas y un sinfín de derechos, mucho antes de que usted aterrizara y cambiara de vestimenta y peinado.
Puede que empiece todo para usted, señora ministra. Tiene usted todo el derecho del mundo a inflar sus ambiciones, por supuesto, a expandir sus vanidades; a lo que no tiene derecho es a engañar, una vez más, a los contribuyentes que con sus impuestos han hecho posible que usted haya salido del averno y ahora quiera llegar al olimpo con un agitprop tan añejo como ridículo. Suma y sigue.
GRACIANO PALOMO
Publicado en okdiario
Sábado 8 de abril 2023