¿Todavía no ha dimitido Marlaska?, ha sido la pregunta de la semana entre la comunidad mediática a derecha e izquierda al conocer el fallo del Tribunal Supremo donde jueces impasibles y libres han destrozado política y técnicamente a un ministro que venía de ganarse la vida -muy bien y durante muchos años- de aplicar las leyes.
Pérez de los Cobos fue destituido por orden de Sánchez a Marlaska. ¿Razón o razones? Tan sencillas como que fue una petición insistente por parte de los coaligados separatistas de ERC y Bildu que no pueden soportar a un señor que estuvo comisionado por el Gobierno Rajoy en Cataluña cuando estalló aquella miserable rebelión. Bildu, además, tiene odio acendrado a todo lo verde oliva de la Guardia Civil. El mando de la Benemérita, que vio de largo la jugada, lejos de arredrarse, con un silencio castrense, expresivo y restañante, plantó cara donde debe hacerlo un ciudadano que cree en el sistema democrático y en la ley: ante los tribunales de Justicia.
El Supremo ha hablado con claridad exigente. Marlaska, o lo que queda del pobre, debe restituirle en su puesto con todos los honores. ¿Lo hará? No. Ya sabe todo el mundo cómo son los individuos de su calaña: retorcidos, cobardicas, fuertes con los débiles, acojonados ante los poderosos. Se ha atrevido a decir, enfurecido tras la sentencia que le retrata, que el alto oficial de la Guardia Civil destruía pruebas que afectaban a los casos de corrupción del PP. Tiene De los Cobos nuevo material para sentarle de nuevo en el banquillo.
Alguien le ha dicho en la cara en sede parlamentaria que ya que no dimite -¿algo que ocultar?- debería ser destituido al amanecer. Tampoco se hará, entre otras cosas, porque el que puede hacerlo debe demasiado a un ex juez que se ha manchado las manos a cambio de una cartera. De «ejercicio desviado de poder», acusa el Tribunal Supremo.
El problema nacional no es ya que Marlaska siga en Castellana, 5. El gran problema es si una vez fulminado -¡todo llega!- tiene la pretensión de volver a colgarse la toga. Sería el llanto y rechinar de dientes. ¡Pobres justiciables!
GRACIANO PALOMO
Publicado en okdiario
Sábado 1 de abril 2023