El Cardenal Michael Czerny, Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, comenta la Nota Conjunta sobre la “Doctrina del Descubrimiento”, publicado este jueves 30 de marzo: «No es una curiosidad histórica, sino un reconocimiento de que esas actitudes, esos pasos desafortunados del pasado, siguen teniendo su efecto hoy».
Ciudad del Vaticano, 30 de marzo 2023.- Una «Nota formal», fruto de un proceso nada fácil en el contexto del diálogo y la escucha exigida por el Papa, que no quiere negar los «pasos desafortunados» del pasado, sino reconocerlos y situarlos en su contexto histórico y también en sus efectos e impacto hoy. Así resume el cardenal Michael Czerny, Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, la Declaración Conjunta sobre la llamada «Doctrina del Descubrimiento» publicada la mañana de este jueves, 30 de marzo: «La Santa Sede y los obispos canadienses y estadounidenses desean realmente que esta Nota, que lamenta lo sucedido, ayude a la sanación y a la reconciliación con los pueblos indígenas», afirma en una entrevista con los medios vaticanos.
Eminencia, ¿por qué la Santa Sede ha decidido publicar esta Nota conjunta sobre la «Doctrina del Descubrimiento”?
Para la Santa Sede era importante publicar esta Nota porque los Pueblos Indígenas de Canadá, y en general, de las Américas, lo han pedido. Han pedido una explicación y una repudiación de la llamada «Doctrina del Descubrimiento». Eso es lo que la Nota quiere expresar. Pero, leyendo la Nota hace falta recordar que los pueblos indígenas han pedido una Nota formal, entonces la Nota es formal. Cuando uno pide una respuesta pastoral, no hay que buscarla en esta Declaración. Hay que buscarla en lo que los Papas, Juan Pablo II y Francisco han dicho en Canadá en 1984 y 2022, respectivamente.
En julio de 2015, estuve en Bolivia cuando el Papa Francisco, repitiendo lo que dijo San Juan Pablo II, pidió a la Iglesia que «se arrodille ante Dios e implore perdón por los pecados pasados y presentes de sus hijos e hijas», los muchos y graves pecados cometidos contra los pueblos originarios de América en nombre de Dios durante la llamada conquista.
Entonces, la Santa Sede y los obispos canadienses y estadounidenses desean realmente que esta Declaración, que lamenta lo sucedido, contribuya a la curación y a la reconciliación con los Pueblos Indígenas.