El Celam y los episcopados de Chile y España emitieron contundentes declaraciones denunciando atropellos a los derechos humanos y repudiando la expulsión del país centroamericano de los opositores políticos al gobierno, así como la pena de 26 años de cárcel impuesta al obispo Rolando Álvarez.
Ante la agudización de la situación social y política en Nicaragua, tras la reciente expulsión del país de más de 220 opositores al régimen del Presidente Daniel Ortega, y a la condena a más de 26 años de cárcel del obispo Rolando Álvarez, diversos episcopados del mundo han reaccionado con preocupación y solidaridad ante la situación de los ciudadanos y de la Iglesia Católica en dicho país.
El presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), monseñor Miguel Cabrejos, a través de un mensaje oficial, alertó sobre el detrimento de los derechos de los fieles católicos, y manifestó su “solidaridad, cercanía y oración con y por el Pueblo de Dios y sus pastores. Desde la fe nos confortan las palabras del Evangelio: «Dichosos los perseguidos por vivir conforme al plan de Dios, porque de ellos es el Reino de los cielos»”.
Cabrejos, que también es Arzobispo de Trujillo y presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, informó que, en el contexto de la Asamblea Regional de Centroamérica-México de la Fase Continental del Sínodo, se celebrará una eucaristía en la Catedral de San Salvador, donde se encuentran los restos de San Óscar Arnulfo Romero, en la que se pedirá por las intenciones de la Iglesia de Nicaragua.
Proceso injusto, arbitrario y desproporcionado
En Chile los obispos levantaron con fuerza sus voces reaccionando ante la sentencia de la justicia de Nicaragua que condenó a monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa y Administrador Apostólico de Estelí. Los prelados calificaron de “injusto, arbitrario y desproporcionado” el procedimiento contra Álvarez, acusado de los delitos de traición a la Patria, menoscabo a la integridad nacional, propagación de noticias falsas y desacato a la autoridad. “Como obispos de Chile, lamentamos y rechazamos la situación que vive el obispo Álvarez y la Iglesia en Nicaragua, que atenta contra los derechos humanos, la dignidad esencial de la persona y la libertad religiosa”, expresaron por medio de una declaración difundida por la Conferencia Episcopal.
Los obispos chilenos se refirieron en estos mismos términos también a la expulsión de 222 ciudadanos nicaragüenses críticos del gobierno del Presidente Daniel Ortega, que fueron desterrados de su país en un vuelo que los condujo a Estados Unidos, tras haberlos privado de su nacionalidad y de todos sus derechos civiles. Monseñor Rolando Álvarez se negó a abordar el vuelo que lo hubiese llevado al exilio y optó por permanecer en su tierra y, en consecuencia, enfrentar un proceso acelerado que, el viernes 10 de febrero, derivó en su condena y posterior traslado a la cárcel Modelo.
Obispos de España: libertad a presos políticos
Por medio de su sitio web, los obispos españoles también emitieron una declaración expresando su dolor y preocupación por “los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua que sufren persecución por parte del gobierno del país por la defensa de la libertad de los nicaragüenses”. La jerarquía católica española pidió “a todos los católicos y a todas las personas de buena voluntad su oración por la resolución pacífica de este conflicto y un compromiso activo por la paz que tiene su fundamento indiscutible en la justicia”. Además, llamaron a las autoridades civiles a escuchar la voz de la ciudadanía y a poner en libertad a quienes permanecen encarcelados por motivos políticos.
FELIPE HERRERA-ESPALIAT
Vatican News
Imagen: El obispo Rolando Álvarez enfrenta una pena de 26 años de cárcel tras negarse al exilio y abandonar su país.
(Foto: AFP)