La Comunidad de Madrid destina más de 3 millones de euros al año para garantizar las 161 plazas para personas con daño cerebral sobrevenido, una lesión que se produce tras un accidente físico o neuronal y que, por la gravedad de las secuelas físicas, psicológicas o sensoriales derivadas, requiere un tipo de tratamiento y de atención sanitaria y social muy específico e integral, ya que tienen que abordar todas las facetas afectadas.
Así lo ha puesto de manifiesto la viceconsejera de Políticas Sociales y Familia, Belén Prado, que ha visitado el Centro de Día Carmen Rodríguez de la Asociación de Daño Cerebral Sobrevenido (APANEFA), un centro en el que la Comunidad de Madrid cuenta con 49 plazas en las que la Administración regional ofrece atención especializada y de máxima calidad para mejorar la calidad de vida de estas personas y de sus familias.