Este jueves, 12 de enero, sale a la luz su libro Nada más que la verdad. Mi vida junto a Benedicto XVI.
12 de enero 2023.- Fue su secretario personal durante las últimas dos décadas. Un confidente fiel que se convirtió en su rostro público cuando el Papa alemán ya casi no podía hablar y los achaques naturales de un anciano le apagaban lentamente. Georg Gänswein publica este jueves en italiano el libro Nada más que la verdad. Mi vida junto a Benedicto XVI, un texto en el que reconoce que se sorprendió cuando Francisco lo relevó de sus funciones como prefecto de la Casa Pontificia tras siete años en el cargo. Según su versión al contárselo a Ratzinger, este le dijo: «Parece que el Papa Francisco ya no se fía de mí y quiere que seas mi guardián». También explica que tras retirarse del mundo en febrero del 2013 y saber que el Papa se refería a él como un «sabio abuelo», afirmó: «Solo soy nueve años mayor que él». Y asegura que las continuas comparaciones entre él y Francisco le entristecían, «sobre todo, cuando el comentario procedía de dentro del Vaticano». Pone como ejemplo la decisión del Papa argentino de no vivir en los apartamentos del Palacio Apostólico y mudarse a una habitación más pequeña en Santa Marta. Según Gänswein esto no puede atribuirse a una «cuestión de ahorrar dinero», ya que, aunque no viva ningún Pontífice allí, hay gastos de limpieza y mantenimiento, sino a la «psicología personal» del propio Bergoglio.
Más allá de las anécdotas, la aspereza con la que describe las dificultades de la convivencia entre dos Pontífices en el Vaticano ha provocado perplejidad en el ambiente de la Curia romana. Gänswein incide, por ejemplo, en las diferencias en el terreno teológico al afirmar que a Benedicto XVI le resultaron extrañas algunas expresiones de su sucesor en la encíclica Evangelii gaudium. Recuerda que, en septiembre de 2013, cuando se publicó la primera entrevista extensa a Francisco —un diálogo con el jesuita Antonio Spadaro—, el Papa envió el texto a su predecesor y pidió que le comentase sus impresiones. Si bien la respuesta general fue entusiasta, hizo comentarios a dos respuestas sobre el aborto y la homosexualidad. En relación con lo primero señaló: «Estoy completamente de acuerdo con lo que usted responde sobre evitar transmitir una multitud de doctrinas desarticuladas». Sobre la homosexualidad, Benedicto XVI le alertó de «la propaganda» sobre ideología de género, que propone que «el individuo se autodetermina a sí mismo como hombre o mujer».
Con todo, Gänswein —que el pasado martes se reunió con el Papa en un encuentro del que no han trascendido detalles— deja claro que «Benedicto XVI no ha hecho jamás interpretaciones o valoraciones sobre la estrategia de Francisco». Sin embargo, la posición constante de silencio respecto a las decisiones del actual durante los casi diez años como emérito, que pasó retirado del mundo en el monasterio Mater Ecclesiae, contrasta con las actuales revelaciones hechas por su hombre de máxima confianza. En paralelo a estas revelaciones, pero sin hacer menciones específicas, el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, incidió en una entrevista con el Corriere della Sera en que la «contingencia histórica» de dos Papas en el Vaticano intentó ser aprovechada para «crear confusión» sin éxito. «Tal vez alguien pensó aprovecharse de ello, e incluso lo intentó, para sembrar la confusión. Pero no logró su propósito», concluyó.
VICTORIA ISABEL CARDIEL C.
Alfa y Omega
Imagen: El arzobispo ante el cuerpo de Benedicto XVI en la basílica de San Pedro el 2 de enero.
(Foto: CNS).