En la audiencia general del primer miércoles de junio, el Pontífice dirigió un apremiante llamamiento para que se resuelva el bloqueo de las exportaciones del trigo de Ucrania, uno de los mayores productores del mundo de este alimento básico y se garantice el derecho humano universal a la alimentación.
Ciudad del Vaticano, 1 de junio 2022.- “Es muy preocupante el bloqueo de las exportaciones de trigo de Ucrania, de las que depende la vida de millones de personas, especialmente de los países más pobres.”
Un apremiante llamamiento dirigió el Papa Francisco a la comunidad internacional el primer miércoles de junio, antes de concluir la audiencia general, celebrada en una soleada plaza de San Pedro repleta de fieles. El pensamiento del Pontífice se dirigió a la difícil situación consecuencia de la guerra que desde hace ya más de tres meses ha crucificado a Ucrania provocando muerte y destrucción y que la ve también afectada por la crisis del trigo, bloqueado en los puertos ucranianos, que adquiere cada vez más protagonismo a nivel diplomático.
“Dirijo un apremiante llamamiento para que se hagan todo esfuerzo para resolver esta cuestión y para garantizar el derecho humano universal a la alimentación. ¡Por favor, que no se use el trigo, alimento básico, como arma de guerra!”
Uno de los principales graneros del mundo
Ucrania está considerada como uno de los principales «graneros» del mundo y de sus exportaciones de cereales dependen las necesidades alimentarias de muchos países, especialmente de Europa, Oriente Medio y África.
Es el cuarto exportador mundial de maíz y el quinto exportador mundial de trigo. De hecho, el país del este europeo transporta, a través de sus puertos, cerca de 6 millones de toneladas de cereales y granos al mes.
El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, ha advertido de las terribles consecuencias si no se abren los puertos ucranianos, instando a una «solución política» ya que el cierre de los puertos ucranianos en el Mar Negro continúa amenazando la provisión de alimentos y millones de vidas en todo el mundo.
Sin esta solución, la amenaza a la seguridad alimentaria mundial planteada por la guerra en curso resultará en “hambruna, desestabilización de las naciones, así como la migración masiva por necesidad”, dijo el Director Ejecutivo del WFP, David Beasley. ‘No abrir esos puertos en el Mar Negro es una declaración de guerra a la inseguridad alimentaria global’.
En este momento, Ucrania tiene millones de toneladas de cereales bloqueadas en sus silos y carece de más espacio para almacenar los cereales de las próximas cosechas.
CECILIA MUTUAL
Vatican News