En la Oficina de Prensa de la Santa Sede ha tenido lugar la presentación del 51° Congreso Eucarístico Internacional che se celebrará en Cebu (Filipinas) dal 24 al 31 de enero de 2016 y cuyo tema es »Cristo in vosotros, esperanza de la gloria». Han intervenido el arzobispo de Cebu, mons. José S. Palma, el arzobispo Piero Marini, Presidente del Comité para los Congresos Eucaristícos Internacionales y el Padre Vittore Boccardi, S.S.S., miembro de dicho comité.
El arzobispo Palma recordó la importancia de la elección de Asia y de Filipinas para la celebración del Congreso. »En los últimos años -dijo- Asia es el continente que se ha convertido en uno de los grandes motores del crecimiento mundial desde el punto de vista económico y social. Desde el punto de vista religioso, sin embargo, sigue siendo un continente que tiene que ser evangelizado… donde la Iglesia Católica es una pequeña minoría; a pesar de ser el continente donde Jesús nació, vivió, murió y resucitó. El 51° Congreso Eucarístico, podría convertirse en un espejo de la Iglesia asiática en el sentido de que reflejaría cómo la Iglesia Católica lleva a cabo su tarea de evangelización. Al igual que a los anteriores Congresos, asistirán representantes de las diversas Iglesias y multitud de peregrinos de todo el mundo».
El Congreso contará con la presencia de de 20 cardenales, 50 obispos de otros países y, al menos, 100 Obispos filipinos que se reúnen para la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal en enero de 2016 . Hasta el 21 de octubre de 2015, se habían registrado 8.345 peregrinos procedentes de 57 naciones. »También contamos -dijo mons. Palma- con 5.000 voluntarios y con 600 familias que se han brindado a acoger a los peregrinos».
El evento estará dividido en dos partes. En primer lugar un «Simposio Teológico» (del 20 al 22 enero) y posteriormente el Congreso propiamente dicho (24-31 de enero) Los temas básicos para las reflexiones durante el Simposio Teológico son: » La virtud cristiana de la esperanza»; «Eucaristía en el Evangelio de San Juan»; «Liturgia e Inculturación»; «La Historia del Novus Ordo»; «Evangelizar el mundo secular»; y «Un Catecismo de la Eucaristía dominical». Durante el Congreso, los temas serán «Cristo nuestra esperanza de gloria»; «La esperanza cristiana»; «La Eucaristía como la celebración del misterio pascual»; «La Eucaristía como Misión»; «La misión como diálogo»; «La Eucaristía y el diálogo con las culturas»; «La Eucaristía y el diálogo con los pobres»; «La Eucaristía y el diálogo con otras religiones»; y «La Eucaristía y María».
Por su parte el arzobispo Marini refiriéndose al tema del Congreso afirmó que »el anuncio evangélico y la fe en el Señor Jesús profesada por las comunidades cristianas son importantes y necesarios para Asia, pero deben presentarse según la modalidad del diálogo que ha marcado la actividad de las Iglesias particulares del continente en las últimas tres décadas. Efectivamente este programa de diálogo con las culturas, las tradiciones religiosas y con las muchedumbres pobres, de forma completamente natural y evidente, constituye la trama de reflexiones pastorales contenidas en el texto base. El doxcumento reitera que la Eucaristía es la fuente y la cumbre de la misión de la Iglesia e identifica el valor añadido que ofrece la celebración de la Eucaristía para una misión comprometida en hacer crecer esas enzimas del diálogo, de reconciliación, de paz y de futuro de las cuales Asia está sedienta.
»Por lo tanto los Congresos Eucarísticos, van a Cebu -añadió – para recordar que la misión es un intercambio de dones entre el que anuncia y el que recibe el mensaje evangélico. Van a la ciudad que es la cuna del cristianismo en Oriente para dar y recibir, para evangelizar y ser evangelizado, para hablar pero también para escuchar. En ese contexto humano que no está relacionado con el laberinto del racionalismo, la celebración del misterio eucarístico se mezcla con la experiencia de la pobreza, del dolor y el sufrimiento y continúa construyendo comunidades deseosas de «comer el pan del reino de Dios».
En conclusión el Padre Boccardi puntualizó que el evento de Cebu, junto con las Jornadas Mundiales de la Juventud, de la Familia, etc … se convierte en »un recurso extraordinario para dar testimonio, a través de su celebración, de que la Eucaristía no es sólo fuente de vida de la Iglesia, sino también el lugar de su proyección en el mundo. Cada Iglesia particular que celebra la Eucaristía, en cualquier parte del mundo, está llamada ahora a mostrar la madurez de la entrega a los demás, de la escucha mutua,de la disponibilidad y de la colaboración concreta para que la comunidad de los fieles se convierta en la casa de Dios y de los hermanos en medio de las casas de las personas. Así se podrá vivir ese »diálogo de la vida», que es el punto de partida para un testimonio gozoso del Evangelio».