La Comunidad de Madrid cuenta actualmente con más de 121.000 mayores de 65 años con dependencia reconocida.
Atenderá de manera específica a los que han visto agravadas sus situaciones de fragilidad, vulnerabilidad y soledad.
Se incrementarán los recursos destinados a terapia ocupacional y tratamiento de deterioros cognitivos y dotará a las familias de una red de apoyo reforzada.
5 de abril de 2021.- La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado hoy la creación de un programa específico destinado a combatir los efectos que ha provocado la pandemia entre las personas mayores dependientes de la región. Como ha explicado durante un desayuno informativo organizado por Europa Press, “este programa tendrá como objetivo reforzar la atención que se presta a los mayores que han visto agravadas sus situaciones de fragilidad, vulnerabilidad y soledad” debido a la crisis sanitaria provocada por el COVID-19.
Díaz Ayuso ha señalado que el Gobierno regional va a incrementar “los recursos asistenciales destinados a prestar terapia ocupacional y tratar el deterioro cognitivo de estas personas, agudizado en muchos casos por la falta de contacto social y familiar” que han provocado los sucesivos confinamientos y restricciones de movilidad decretados con motivo de la pandemia.
Precisamente, las familias de estos mayores dependientes van a recibir un apoyo directo desde este programa a través de la implementación de una red de ayuda para abordar la nueva situación de sus allegados. Además, esta red les ofrecerá asesoramiento e información para que puedan identificar y manejar las situaciones que dificulten los apoyos que reciben los mayores dependientes en sus propios domicilios.
Este programa específico prevé aumentar las actuaciones que se llevan a cabo en los centros de atención diurna, incrementar las iniciativas en materia de servicios sociales para mayores que presenten secuelas provocadas por el coronavirus o fomentar el acompañamiento en las actividades de ocio con sus familias a través de programas de voluntariado. En la región hay actualmente más de 1,2 millones de personas mayores de 65 años, de las que más de 121.000 cuentan con una dependencia reconocida.