El Club de Amigos del Cocido permite incluir su logo en los bricks de la nueva sopa de cocido de Aneto a cambio de un donativo de 13.000 litros de caldos a Cáritas Diocesana de Madrid para paliar los efectos de la pandemia.
3 de Diciembre de 2020.- En enero de este año, cuando el coronavirus no era más que una breve noticia procedente de China y aquí nos seguíamos deseando un feliz 2020, la directiva del Club de Amigos del Cocido visitaba la huerta ecológica y la fábrica de Aneto en Món Sant Benet (Barcelona) para conocer de primera mano cómo se hacía su último producto estrella: el caldo de cocido madrileño. Nadie imaginaba que esta relación entre club y empresa, que había comenzado en la primavera de 2019 en una feria gastronómica, desembocaría en una entrega solidaria de 13.000 litros de distintos caldos, que suponen 40.000 platos, a Cáritas Diocesana de Madrid para paliar los efectos de la pandemia.
«En aquel encuentro pudimos comprobar la calidad de los ingredientes» que dan lugar a un caldo «excelente». Lo cuenta Pepe Soto, miembro de la directiva del club y perteneciente al mismo desde sus inicios, hace 30 años. Con el tiempo, Aneto les propuso además incorporar en los briks del caldo el logotipo del club como un sello de garantía. ¿A cambio de qué? «Queremos que donéis una cantidad a Cáritas Diocesana de Madrid», les dijeron, que al fin y al cabo «el club es madrileño» y la acción iba en línea con su canon solidario. Porque los Amigos del Cocido, que se reúnen dos veces al mes para probar cocidos, decidieron hace nueve años realizar un donativo por comida: «A la hora de pagar, cada comensal pone tres euros de más que son los que se destinan a Cáritas; de cada comida solemos transferir entre 90 y 100 euros, dependiendo del número de socios que acudan».
La entrega de los caldos se hará en dos fases. En la primera, que ya se está llevando a cabo, se distribuirán en total 4.000 litros –que suponen 12.000 platos de sopa– en cuatro centros de Cáritas Diocesana de Madrid: el Centro de Distribución de Alimentos, recientemente inaugurado en Alcobendas; el Economato Solidario; la residencia de mayores Fundación Santa Lucía, y el centro residencial JMJ 2011. De esta forma, se ayudará a paliar las necesidades de los más vulnerables en esta primera parte del invierno. La segunda entrega se hará a partir de enero: se donarán otros 9.000 litros de caldo, que son 28.000 platos.
Con esto se compensará con creces lo que el club no ha podido donar en este tiempo. «Desde febrero no hemos hecho ninguna convocatoria», se lamenta Soto. Hasta entonces, y en las tres décadas de historia del club, «hemos probado 282 cocidos, todos en sitios diferentes» y listados en su página web (amigosdelcocido.com). Siempre lo hacen en Madrid, entre los meses de septiembre y mayo, excepto el encuentro de fin de curso, que suele ser en alguna provincia limítrofe aunque «hemos ido a Sevilla e incluso a Canarias».
El mejor cocido
En estos años ha habido cocidos muy buenos, buenos, malos y algunos «malísimos». Cualquiera de los primeros cumple una premisa fundamental, tal y como explica Soto: que sea de tres vuelcos, esto es, un primero de sopa «de fideos finos»; un segundo de garbanzos «de buena cochura, castellanos y no pellejudos», con patata cocida, repollo y zanahorias, y un tercero de carnes, «gallina mejor que pollo, morcillo de ternera bien cocida, hueso de jamón, si hay morcilla, de sangre, nunca de arroz, chorizo y, fundamental, tuétano». En cualquier caso, siempre habrá un referente imbatible: «Todos tenemos en la mente el cocido de nuestras madres».
Begoña Aragoneses
Imagen: Los proyectos de Cáritas Diocesana de Madrid
han empezado a recibir los palés de caldo esta semana.
(Foto: Cáritas Diocesana)