Por sus excepcionales características arquitectónicas y su valor histórico, social, económico y cultural.
Constituyó un ejemplo de emplazamiento de arquitectura dotacional benéfica y asistencial de finales del siglo XIX.
Entre los aspectos que justifican la protección del conjunto, destaca en primer lugar el valor territorial y paisajístico cultural.
17 de octubre de 2020.- La Comunidad de Madrid ha acordado declarar Bien de Interés Patrimonial el conjunto del Antiguo Asilo de San José y el Colegio e Iglesia de Nuestra Señora de la Paz de Madrid, por sus excepcionales características arquitectónicas y su valor histórico, social, económico y cultural.
Entre los aspectos que justifican la protección del conjunto, destaca en primer lugar el valor territorial y paisajístico cultural, pues la manzana en la que se situó este conjunto constituyó un ejemplo de emplazamiento de arquitectura dotacional benéfica y asistencial en el entonces borde urbano del núcleo consolidado de Madrid.
Estos inmuebles fueron construidos en el contexto político de la Restauración borbónica en la que la arquitectura en un estilo característico de hospitales, orfanatos, sanatorios o colegios se inspiró en el mudéjar toledano de los siglos XIV y XV. El conjunto constituye actualmente una muestra de la arquitectura benéfica y asistencial de finales del S. XIX y principios del S. XX.
Destacan las edificaciones neomudéjares de Luis María Argenty Herrera y la pieza del templo ideado por Joaquín Kramer y Arnaiz, que integran una manzana que se mimetiza en la actualidad con el tejido urbano, pero que en su momento se hallaba en mitad de una trama de solares yermos destinados a materializar el Ensanche del Plan Castro de 1860. Compone, además, uno de los muchos ejemplos de instituciones para la beneficencia y espacios sanitarios y escolares que se asentaron en esta parte oriental del ensanche madrileño.
Asimismo, el complejo objeto de protección tiene su origen en la Inclusa y el Colegio de la Paz, dos importantes y conocidas instituciones benéficas madrileñas que se dedicaron durante siglos a la recogida, cuidado y educación de niños expósitos.
Su traslado a la parte este del ensanche dio inicio a la construcción de un gran complejo de dos manzanas de extensión, con todo tipo de dotaciones para la infancia: asilo, colegio, pabellón de lactancia, pabellón de externos, hospital infantil y maternidad, entre otros. El propio origen de la Iglesia de Nuestra Señora de la Paz que acompaña al inmueble del asilo tiene relación directa con la obra de estas instituciones.