El país atraviesa una grave crisis.
(zenit – 14 mayo 2020).- El Papa Francisco, quien ha seguido en los últimos meses la situación de su “amado Líbano”, ha enviado a la Nunciatura Apostólica la suma de 200.000 dólares para sostener 400 becas, “con la esperanza de que se pueda lograr una alianza de solidaridad”, ha informado la Santa Sede.
A través de un comunicado, este martes, 14 de mayo, a mediodía, la Oficina de Prensa vaticana ha anunciado la intervención extraordinaria del Santo Padre para el Líbano.
En un “gesto tangible de cercanía”, el Papa Francisco ha donado esta cantidad a través de la Secretaría de Estado y de la Congregación para las Iglesias Orientales, “con la esperanza de que se pueda lograr una alianza de solidaridad” y con el deseo de que “todos los actores nacionales e internacionales persigan responsablemente la búsqueda del bien común, superando cualquier división o interés partidista”.
Esta intervención se suma a la contribución efectuada en los últimos días por el Fondo de Emergencia de la Congregación para las Iglesias Orientaless para hacer frente a la emergencia vinculada a la pandemia de COVID-19.
Grave crisis financiera
Líbano es un país ejemplo, desde siempre, de la coexistencia y la fraternidad que el Documento para la Fraternidad Humana ha querido ofrecer al mundo entero. Por ello, san Juan Pablo II lo denominó como “País del Mensaje”, y fue el lugar donde Benedicto XVI promulgó la Exhortación Postsinodal Ecclesia in Medio Oriente, el 14 de septiembre de 2012, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, octavo año de su pontificado.
El País de los Cedros atraviesa una grave crisis que genera sufrimiento, pobreza y corre el riesgo de “robar la esperanza” sobre todo a las generaciones más jóvenes, que ven fatigoso su presente e incierto su futuro.
Centenario del “Gran Líbano”
En este contexto, “cada vez es más difícil asegurar a los hijos e hijas del pueblo libanés el acceso a la educación que, especialmente en los pequeños centros, ha sido siempre garantizado por las instituciones eclesiásticas”, señala el Vaticano.
Este año se celebra el centenario de la proclamación del Estado del “Gran Líbano”, que fue proclamado en 1920 por el general Gouraud bajo la protección del colonialismo francés. El territorio aún incluía partes de la actual Siria. Hoy construye su unidad a través de la diversidad y el empeño por la estabilidad.
“La Madre de Dios, que vela por el Líbano desde la montaña de Harissa, proteja al pueblo libanés, junto con los santos del amado País de los Cedros”, escribe la Oficina de Prensa en el comunicado.
ROSA DIE ALCOLEA
Imagen: Nuestra Señora del Líbano, Santuario de Harissa.
(Captura De Pantalla)