La presidenta relata en su comparecencia en el Pleno a petición propia su gestión para comprar material sanitario homologado.
Destaca el “esfuerzo” en el hospital temporal de IFEMA, el único del mundo donde se ha atendido a mil pacientes con coronavirus de forma simultánea.
Más de 2.000 pacientes han pasado por los hoteles medicalizados, “prodigio logístico por el que se han interesado diferentes países”.
El 12 de marzo, la región ya contaba con un Plan de Acción reforzado con la creación de una aplicación de diagnóstico.
El mando único en residencias ha servido para coordinar más eficazmente la atención sociosanitaria, desinfectar y reorganizarlas internamente.
Agradece la solidaridad de empresas y miles de particulares anónimos que han donado en medio de la crisis.
29 de abril de 2020.- La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha defendido hoy durante el pleno en la Asamblea de Madrid, donde ha comparecido a petición propia para dar cuenta de su gestión de la crisis del COVID-19, la elección de un mando único de Sanidad para gestionar la evolución de la enfermedad así como la colaboración público-privada. “La falsa dialéctica que trata de enfrentar a la Sanidad pública con la privada no resultaba en absoluto de utilidad. Era preciso superar esa trampa ideológica para poner todo el potencial de la Comunidad de Madrid al servicio de un único objetivo: atajar la expansión del virus y ofrecer la mejor atención a quienes enfermaran”, ha dicho.
La jefa del Gobierno regional ha aprovechado su primera intervención en el Pleno del Parlamento madrileño, para destacar que con esta convicción el Gobierno elaboró un Plan de Acción frente al Coronavirus que estaba listo ya el 12 de marzo, y que incluía muchas de las medidas que posteriormente ha ido adoptando el gobierno de España. “Por vez primera en nuestra historia, y antes del estado de alarma, se ponía a trabajar coordinadamente a la sanidad pública y privada de la región, sumando así 102 centros hospitalarios para hacer frente al COVID-19”, ha recordado.
El objetivo entonces era crear un sistema centralizado de UCIs que gestionara las 1.000 camas que eran necesarias para afrontar la ola de nuevos casos que preveía la Comunidad en las tres semanas siguientes. “Sin embargo, esta cifra se superó ampliamente y se ha llegado hasta las 1.900 UCIs disponibles”, ha explicado la presidenta del Gobierno regional. Este Plan de Acción se ha visto reforzado con otra medida que la Comunidad ha sido pionera, “y en la que la colaboración público-privada ha vuelto a ser clave”: la creación de una aplicación de diagnóstico.
Hoteles medicalizados con más de 2.000 ingresos
En este Plan también se contemplaba la utilización de los hoteles como recurso para los pacientes contagiados. En este sentido, Díaz Ayuso ha indicado que gracias también a los empresarios hoteleros, la Comunidad de Madrid ha puesto en marcha 13 hoteles medicalizados, con más de 1.000 camas y más de 2.000 ingresos acumulados; y otros 22 hoteles para profesionales, con más de 1.700 camas ocupadas. “Un prodigio logístico y de coordinación por el que ya se han interesado diferentes países”, ha subrayado.
Como consecuencia de la disminución de la presión asistencial, Díaz Ayuso ha explicado que el Ejecutivo autonómico ya está diseñando el repliegue de los hoteles medicalizados y que, cuando se haya completado, la Comunidad de Madrid entregará a todos “una placa para que los visitantes sepan que en ellos muchas personas recobraron las esperanzas y salvaron vidas”.
El mando único de Sanidad también ha permitido un plan de choque en residencias de mayores, puesto en marcha el 27 de marzo, con el apoyo de las Consejerías de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad, y de la Consejería de Justicia, Interior y Víctimas, así como con la colaboración de bomberos y Protección Civil. “Ha servido para coordinar más eficazmente la atención sociosanitaria, desinfectar y reorganizar internamente las residencias, y retirar lo antes posible los cuerpos de las personas fallecidas”, ha indicado Díaz Ayuso.
“Desde el primer día pedí cuidado para nuestros mayores, avisé de la alta mortalidad que el virus les provocaba en los mayores, sobre todo entre aquellos que hubieran padecido otras enfermedades. Hoy sabemos que aquellas indicaciones iban en la buena dirección, pero no me cansaré de enviar mis condolencias a las familias que han perdido a su ser querido”, ha expresado Díaz Ayuso, quien ha añadido que el Gobierno madrileño reorganizará el modelo de atención “para que los mayores tengan más cerca a un profesional sanitario”.
Compra de material homologado
La presidenta madrileña también ha ahondado en cómo tuvo que gestionar directamente la compra del material sanitario, cuando China se había convertido en un “mercado persa, donde cada cual compraba lo que podía”. A pesar de eso, la Comunidad de Madrid ha contratado cinco aviones con más de 380 toneladas de material, todo ello homologado, y “con el menor gasto”, una inversión de 40 millones de euros, incluido el transporte. “No perdimos dinero como otras comunidades, no compramos material defectuoso y, a pesar de ello, siempre fui justa al denunciar la complicada situación internacional”, ha señalado la presidenta.
Así, ha explicado que el domingo 22 de marzo anunció que la Comunidad traería dos aviones hacia el día 25 no llegaron en esa fecha porque “otro país ofreció más dinero por la carga, se adelantó y textualmente, se la quedó”. “Ese mismo día, el presidente de los Estados Unidos envió un tuit en el que denunciaba la difícil situación de compra de material en China. Si era difícil para Estados Unidos, ¿cómo no lo sería para una autonomía como la nuestra?”, se ha preguntado.
La decisión, entonces, fue encargar directamente el material sanitario a empresas chinas, homologadas por el Gobierno chino, que “ofrecían mejores precios” pero que tardaban más en llegar. A esto se añadieron varios cambios de legislación por el Gobierno chino que endurecieron más las exportaciones, obligando a cerrar fronteras a todo producto de empresas no homologadas y “a revisar caja de cada aduana”.
“Y aún hay quien sigue diciendo que perdimos dos aviones y que nos estafaron no sé cuánto dinero… Lo que sí es cierto es que, mientras tanto, el Gobierno central sigue sin sacar aviones de China, pero prefiero las críticas por dar la bienvenida a los aviones que sus silencios por no recibir nada”, ha manifestado la dirigente del Ejecutivo madrileño.
IFEMA: más de mil pacientes atendidos simultáneamente
La presidenta madrileña también ha destacado como una de las medidas pioneras y clave en la lucha contra la pandemia la puesta en marcha del hospital temporal en IFEMA.” No hay ningún hospital en el mundo que haya manejado 1.000 enfermos de coronavirus de manera simultánea, algunos de los cuales estaban graves”, ha explicado Díaz Ayuso, quien ha resaltado que, no obstante, el mejor dato es el de las altas, casi 4.000.
“El esfuerzo logístico y de coordinación de IFEMA pasará sin duda a la historia. No existen precedentes: en pocas horas convertimos una feria de muestras en el hospital más grande de España. Todos colaboramos, mientras algunos grupúsculos a izquierda y derecha de mi gobierno no dudaron el intentar denigrar este grandísimo esfuerzo”, ha lamentado.
Educación
Díaz Ayuso ha explicado que durante todo este tiempo el Gobierno de Madrid ha trabajado también para que la Comunidad no perdiera “el pulso básico de la vida habitual, reforzando, por ejemplo, la atención al ciudadano con la contratación de más Personal en el 102, o articulando el modo para que colegios y universidades mantuvieran el ritmo de clases, “con gran esfuerzo de profesores, alumnos y de la inspección”.
Agricultura
Asimismo, desde el Gobierno se está hablando con ganaderos y agricultores, con mercados y grandes superficies “para garantizarles la ayuda que necesitaran para evitar cualquier desabastecimiento”. Ha subrayado, además, el trabajo de los operarios del Canal de Isabel II, “que han garantizado en todo momento lo más básico que necesitamos en nuestros hogares: el agua”. En este punto, destacan las tarifas especiales para autónomos y familias en paro o en proceso de ERTE puestas en marcha.
Economía
Desde la Comunidad de Madrid, Díaz Ayuso ha asegurado que están trabajando, también, para salvaguardar los intereses del tejido empresarial, y que han aprobado la compensación de la cuota de marzo y abril y una ayuda de 3.200 euros para los autónomos. También han declarado la moratoria de pago de todos los impuestos cedidos y propios hasta que pase esta situación excepcional y han abierto una línea de avales por el 100% del capital suscrito para pymes y autónomos.
Transporte
Asimismo, la jefa del Gobierno autonómico también ha repasado el “muy eficaz” trabajo realizado en el transporte, donde no solo se han mantenido todas las líneas de Metro y autobuses, sino también su desinfección y el acondicionamiento en perfectas condiciones para los empleados y para los viajeros. Ha destacado, además, la instalación de vinilos y pegatinas rojas en los andenes para mantener al menos dos metros de distancia entre viajeros o puesta en marcha de autobuses gratuitos para el traslado de sanitarios entre hoteles y hospitales
Vivienda
Tras destacar el papel de los ayuntamientos y su “esfuerzo municipal”, Díaz Ayuso ha recordado que en materia de vivienda, el gobierno de la Comunidad tomó la decisión de reducir el 85% del alquiler para las personas integradas en la Agencia de Vivienda Social, y el seguimiento diario de los mayores que viven solos en estos pisos, tarea que se ha podido desarrollar gracias a un plan de atención y apoyo en las 200.000 comunidades de vecinos de nuestra región.
Cultura
En Cultura, Díaz Ayuso ha destacado las retransmisiones en streaming de obras de teatro, y que se ha habilitado un fondo de 500.000 euros para compra de obras de artistas madrileños; otro de 750.000 euros de ayudas al desarrollo del audiovisual; 1.2 millones para adquisición de ejemplares para bibliotecas; y otro de 2 millones para patrocinio de salas de música y artes escénicas.
Solidaridad de Madrid
En su intervención, la presidenta regional también ha hecho mención expresa al “inmenso agradecimiento” que la Comunidad de Madrid siente hacia todos aquellos sectores, empresas y particulares que se han volcado con los ciudadanos en las horas más difíciles”. “Han sido innumerables las muestras efectivas de compromiso y generosidad de estas empresas y personas a su sociedad, con un amor incondicional a España”, ha dicho.
Así, ha indicado que aunque algunas firmas comerciales “han sonado mucho estos meses”, además de nombres propios de personas y fundaciones, “otros muchos han pasado desapercibidos” y son miles las personas anónimas que, en medio de la crisis, han donado dinero mediante la plataforma donamadrid.madrid o por otras vías, y que ya han aportado casi 20 millones de euros.
A esto se le suma “una auténtica avalancha de comida para los más vulnerables, de ropa de cama para los hospitales, de mantas, de dinero para respiradores, de derechos de autor para alegrar nuestros vídeos y de un sinfín de recursos que en tiempos de paz no faltan, y que en esta batalla tampoco lo han hecho”. “Una movilización extraordinaria de nuestra sociedad civil en una multitud de iniciativas canalizadas por la Comunidad de Madrid, y que nos permiten darnos cuenta de que esta ha sido, y es, una lucha de todos”, ha considerado.
Por último, Díaz Ayuso ha remarcado que “la cuestión humana, el respeto por las emociones, es algo que ha estado presente en todo momento durante la crisis” y que, por ello, la Comunidad, a diferencia del Gobierno de España, sí que ha decretado el luto oficial y cada día a las 12:00 se guarda un minuto de silencio en Madrid. La presidenta espera, no obstante, poder acompañar a las víctimas en un futuro funeral de Estado, y en un acto de recogimiento y recuerdo que organizará la Comunidad de Madrid.
INTERVENCIÓN DE ISABEL DÍAZ AYUSO,
PRESIDENTA DE LA COMUNIDAD DE MADRID,
EN LA ASAMBLEA DE MADRID
29 de abril de 2020
Señor presiente, señorías.
Comparezco ante ustedes profundamente conmovida por el dolor que produce la pérdida de los miles de fallecidos por el virus COVID-19 en la Comunidad de Madrid. Es a ellos a quien primero deseo explicar lo que ha hecho mi gobierno en los últimos 3 meses. A ellas y a las otras 24.000 familias españolas, a quien expreso mi respeto y mi deseo de acompañarlas en un futuro funeral de Estado, y en el acto de recogimiento y recuerdo que organizará la Comunidad de Madrid.
Nada hay más importante que la libertad y la vida. Ninguna de las actuaciones de estos meses, algunas realmente inimaginables, pueden calmar el dolor de quienes hemos perdido a un ser querido.
Señorías:
Quiero pedirles a ustedes, como representantes de la Comunidad, y a todos los ciudadanos, que se sientan orgullosos de la Sanidad que tenemos en Madrid. Primero, orgullosos del personal que ha trabajado sin descanso; y, después, de los medios técnicos que, entre la Sanidad pública y la privada, se han movilizado.
Quiero pedirles un agradecimiento expreso para los sanitarios, pero también para quienes han estado en primera línea: desde el Ejército, la Guardia Civil, la Policía Nacional, las policías locales, el personal de emergencias del 112 y los bomberos, hasta los taxistas, los transportistas, el personal de los supermercados, los conductores y personal de Metro y autobuses, los mensajeros, los sacerdotes y religiosas, la Cruz Roja, los trabajadores de Merca-Madrid, el personal de limpieza de los ayuntamientos… Ellos han logrado que Madrid no se parara en mitad de la mayor epidemia que hayamos sufrido en la historia reciente.
Estén orgullosos también de la Administración regional, cuyos funcionarios han conseguido mantener los trámites urgentes y sortear muchas dificultades para obtener desde material sanitario hasta coordinar la entrega de ayudas, traslados de personal, funcionamiento de hoteles, creación de morgues, atención telefónica…
Detrás de cada noticia sobre cualquier avance en la lucha contra el virus, había decenas de personas trabajando para conseguirlo bajo las normas estrictas de la Administración.
Estén orgullosos de todas las instituciones que han colaborado con nosotros. Desde el agradecimiento a Su Majestad El Rey y Su Majestad La Reina, que han estado en contacto permanente con los hospitales, dando ánimos a nuestros gerentes y doctores de Atención Primaria, hasta los ministerios con los que hemos colaborado, las comunidades autónomas que han sido solidarias, pasando por las empresas y personalidades que nos han comprado material, nos han donado importantes cantidades de dinero y siempre han tenido una palabra de aliento. Para todos ellos organizaremos un gran acto de homenaje.
Y siéntase orgullosos de lo que la OMS calificó como “el milagro del IFEMA”, cuando los empleados de la feria, el SERMAS, el ejército y decenas de voluntarios especialistas en distintos oficios, lograron levantar el hospital más grande de España en menos de 24 horas. Un hospital de campaña que apagará pasado mañana, viernes, 1 mayo, en un acto solemne al que me gustaría que asistieran sus señorías con todo el gobierno, como homenaje a los sanitarios que tanto han trabajado estos meses y, también, a los pacientes.
Señor presidente, señoras y señores:
Agradezco a la Mesa de la Asamblea que haya habilitado la última semana de mes para celebrar este Pleno. De lo contrario, nos hubiéramos ido a la primera semana de mayo. Creo que lo más democrático es lo que estamos haciendo esta mañana. Y que, cuanto antes rindamos cuentas ante ustedes y ante los ciudadanos, antes podremos pasar a la segunda fase de nuestras obligaciones que es, nada menos, que diseñar la salida de nuestras casas y la vuelta al trabajo.
Esa será tarea prioritaria para nuestro gobierno a partir de la semana que viene.
Hoy toca relatar todo lo que el gobierno de la Comunidad de Madrid ha realizado en estos últimos meses interminables.
Señorías:
Lo dije desde el primer día: lo importante es salvar vidas. A eso hemos dedicado todos los esfuerzos de las últimas 15 semanas, porque nuestro trabajo comenzó mucho antes de que nadie siquiera vislumbrara lo que nos iba a ocurrir.
El pasado 30 de enero, a la 1 de la tarde, acompañada del consejero de Sanidad, me reuní con los 15 doctores que formaban el Comité de Expertos Asesor para el COVID-19, comité que se había constituido 6 días antes. Son epidemiólogos, microbiólogos, neumólogos, preventivistas, internistas, intensivistas, representantes de urgencias, Atención Primaria y SUMMA 112.
Es decir: 3 semanas antes de que se conociera la noticia del primer fallecimiento por el virus en España (ni siquiera en Madrid) el gobierno regional ya estaba trabajando.
En esta reunión contábamos con los protocolos de actuación frente a sospechas del nuevo coronavirus, que se enviaron a todos los centros sanitarios, tanto públicos como los privados.
Además, en esos días, habilitamos una sección en la web de la Comunidad y se puso a disposición de los ciudadanos un teléfono de información que ha recibido más de medio millón de llamadas.
A pesar de que desde el gobierno central transmitían constantemente que el virus no tendría prácticamente incidencia en España, la Consejería de Sanidad comenzó a estudiar qué necesidades tendríamos en Madrid si el virus se extendiera, entendiendo, en aquel momento, que su capacidad de infección sería como una gripe. Y ya se asilaban y se atendían los primeros contagios, así como se ponía en cuarentena a la familia y allegados.
Reclamábamos con insistencia la compra de Equipos de Protección Individual en las Comisiones de Salud Pública del Ministerio de Sanidad. A pesar de la inactividad del Gobierno central, durante el mes de febrero se iniciaron contactos para hacer las primeras compras extraordinarias de material, que culminaron el 4 de marzo con la firma de los primeros contratos.
Además, esa semana se incrementó el número de laboratorios en los hospitales para evitar retrasos en las pruebas diagnósticas; se contrató a 1.142 profesionales en hospitales y centros de Salud, y se reforzó el SUMMA con el SAMUR y la Cruz Roja.
Por muy previsores que fuéramos, teníamos malas noticias: las proyecciones estadísticas, basadas en la evolución de los contagios en otros países, concluían que en la Comunidad de Madrid llegaríamos a los 15.000 contagios.
Pero el Ministerio de Sanidad nos obligaba a enviar comunicaciones eclipsando el problema.
A nosotros la cifra ya entonces nos pareció terrible, así que el día 5 de marzo, en reunión del consejero de Sanidad con el Ministerio, se pidió el cierre de las residencias de mayores y Centros de Día, ya que eran el colectivo más vulnerable. Tras la negativa del gobierno central, nosotros decidimos cerrar esos centros el día 6 de marzo.
Fuimos el primer gobierno autonómico en tomar esa decisión que, entonces, pareció muy drástica y dura a algunos partidos de la oposición en esta cámara, como lo atestiguan los diferentes comentarios en las redes sociales y medios de Comunicación.
Llegaron a decir que esa decisión formaba parte de los ataques políticos del Gobierno de Madrid al gobierno central. Pero no había política en esa decisión: hubo responsabilidad. Porque en estos duros meses de trabajo no ha habido nunca intención política, sino sensatez, responsabilidad y cumplimiento del deber.
El 7 de marzo, en carta dirigida por la responsable de Salud Pública de la Consejería de Sanidad, se pidió al gobierno material sanitario para hacer frente a la epidemia que preveíamos.
El lunes 9 de marzo, tras las manifestaciones y las actividades que transcurrieron en la Comunidad durante el fin de semana, las proyecciones en Madrid se multiplicaron hasta la previsión de 30.000 posibles contagios.
Sabíamos que el único modo de parar la expansión del virus era evitar las concentraciones. Nos dirigimos al gobierno central para informarle que ⎯unilateralmente, si ellos no lo hacían también⎯, cerraríamos los colegios, las universidades y prohibiríamos las entradas y salidas de los hospitales, porque lo primero que había que proteger era al personal sanitario ya que, si ellos se contagiaban, como ya estaba ocurriendo en el País Vasco, no tendríamos a nadie para atender a los pacientes.
Cuando tomamos esa decisión, los partidos de la oposición mantuvieron sus críticas, y algunas asociaciones de padres nos exigieron que nos hiciéramos cargo de los alumnos. Y es lógico porque ellos no manejaban los datos que nos obligaban a tomar estas medidas.
Pedí disculpas a la población en cada declaración pública, pero estábamos haciendo lo que teníamos que hacer. Y el tiempo nos ha dado la razón. Solo serán válidas las palabras pronunciadas 6
Además, aceleramos la compra de material sanitario. Un asunto que, después, se complicaría, incluso por vía diplomática.
Pero, en la reunión del Ministerio de Sanidad con las consejerías del día 9 de marzo, se comunicó la centralización de las compras y la prohibición de que lo hiciéramos las autonomías.
El día 11 de marzo, el Consejo de Ministros decretó, efectivamente, la centralización de las compras de material sanitario y suspendió el permiso que teníamos. Aquello tuvo una consecuencia inmediata: comenzó a faltar material.
Esa semana decretamos el cierre de discotecas y pedimos el cierre de los teatros, campos de fútbol, y actos multitudinarios, pero el gobierno central no lo consideró pertinente.
A Madrid seguían llegando aviones de turistas sin que el gobierno central decretara, ni siquiera, medir la temperatura de los viajeros para saber si llegaban con fiebre; seguían llegando y partiendo trenes; continuaban celebrándose reuniones multitudinarias. La página web del Ministerio de Sanidad mantenía que se podía hacer vida normal.
El miércoles, 11 de marzo, la OMS declaró el coronavirus como pandemia. Nosotros suspendimos la actividad formativa presencial en todas las entidades públicas o privadas de formación profesional para el empleo, formación para autónomos, emprendedores y entidades de economía social; decretamos el cierre de los espectáculos y eventos públicos de más de 1.000 asistentes; el Cierre de las bibliotecas públicas, de las instalaciones deportivas, de los teatros de la Comunidad de Madrid y el aplazamiento de los festivales.
El jueves 12 de marzo mantuve la primera reunión con representantes de la Sanidad pública y privada para crear, de manera histórica, un Mando Único de la Sanidad en Madrid, según el cual, quedaban bajo las órdenes de la Consejería de Sanidad los 102 hospitales de la Comunidad (34 públicos y 68 privados). Es decir, funcionaríamos como un solo hospital que pasaba a tener 102 sucursales, y así creamos un sistema centralizado de UCIs y compras.
Esta decisión ha salvado muchas vidas.
Hasta que, el viernes, 13 de marzo, decidimos cerrar los comercios, los restaurantes y bares. Todos los establecimientos de Madrid, salvo los de alimentación y primera necesidad, quedaron clausurados hasta nueva orden.
Decidimos no cerrar las sucursales bancarias, hecho también criticado, para evitar un corralito. Sabíamos lo que hacíamos.
Tomamos decisiones muy dolorosas, inéditas, pero teníamos que evitar aglomeraciones por todos los medios a nuestro alcance.
Y, repito: los medios a nuestro alcance, y lo poco que sabíamos del virus.
En una España dominada por la inacción del gobierno central, que tomó nuestro modelo para poner en marcha sus primeras medidas, el gobierno de la Comunidad de Madrid actuó con decisión y antes que nadie.
Siempre fuimos por delante.
La Comunidad de Madrid fue la que despertó a España.
El 14 de marzo, el gobierno decretó el Estado de Alarma (en una comparecencia tres veces aplazada y descoordinada), decisión que yo misma apoyé en la primera conferencia de presidentes, ante los resquemores de los independentistas.
Yo, el 15 de marzo, en la primera conferencia de presidentes, me centré en pedir material sanitario al gobierno. Por entonces, algunas administraciones no tenían entre sus preocupaciones el avance de la epidemia desde el punto de vista sanitario. Pero nosotros ya estábamos alarmados.
Tal fue así que la polémica de esos días fue si se cerraban o no las peluquerías. Nosotros pedimos el cierre y, una vez más, tuvimos razón.
La semana del 16 fuimos tomando más medidas: desde la distribución de 12.000 botellas de agua a hoteles y hospitales, hasta la creación de un Centro de Operaciones en el 112. El número de contagios se multiplicaba, se llenaban las urgencias y las UCIs, muy por encima de las primeras proyecciones, pero pudimos hacer frente porque nosotros habíamos sido mucho más previsores. Allí donde nos decían que necesitaríamos crear unas nuevas 600 UCIs, nosotros decidimos llegar a 1.000, en primera instancia, hasta las 1.900 con las que terminamos, finalmente, partiendo de 540.
Ese día, el 16, en la reunión del Ministerio de Sanidad con las consejerías se nos levantó la prohibición de compra de material sanitario y nosotros salimos a conseguirlo fuera de España, en distintos países.
No nos dejaron comprar durante siete días. En esa semana, en Madrid pasamos de 782 infectados a 4.871.
En esa semana, 334 personas perdieron la vida. No nos llegó material para proteger ni a nuestros sanitarios, ni a los enfermos, ni tampoco a la población.
SOBRE IFEMA
Hasta que, el día 20, nace el hospital de campaña de IFEMA…
Todo cuanto rodea a este proyecto es impresionante y servirá para siempre de ejemplo de lo que somos capaces de hacer los españoles.
Porque desde que dimos el visto bueno a la operación hasta que ingresó el primer paciente pasaron apenas 18 horas.
Y, mientras se ampliaba la instalación, siguieron llegando pacientes simultáneamente.
El esfuerzo logístico y de coordinación de IFEMA pasará sin duda a la historia. No existen precedentes: en pocas horas convertimos una feria de muestras en el hospital más grande de España. Todos colaboramos, mientras algunos grupúsculos a izquierda y derecha de mi gobierno no dudaron el intentar denigrar este grandísimo esfuerzo.
Pero fue posible gracias al personal de IFEMA, por supuesto, pero también al trabajo de centenares de fontaneros que se presentaron voluntarios y habilitaron las instalaciones para el oxígeno, junto a los militares, que, en tiempo récord, además, construyeron los baños. Y decenas de empresas privadas que enviaron y siguen enviando camiones con toda clase de productos.
Así se construyó un macro hospital de 1.350 camas, con 16 de cuidados intensivos, con 1.000 profesionales sanitarios, servicio de lavandería, de limpieza y de catering, por el que han llegado a ingresar más de 4.000 pacientes, de los cuales 17 fallecidos.
Gracias a ello aliviamos la presión en los hospitales y pudimos salvar más vidas.
IFEMA salvó a los hospitales al principio, y ahora, asumiendo el grueso de los pacientes de coronavirus, les permitirá poco a poco volver a la normalidad.
Señorías, lo que ha ocurrido en IFEMA asombra al mundo.
El jefe de expertos de COVID-19 de la OMS visitó la instalación y la describió como “extraordinaria”. Un milagro. No hay ningún hospital en el mundo que haya manejado 1.000 enfermos de coronavirus de manera simultánea, algunos de los cuales estaban graves.
Y la mejor noticia: el número de altas ha sido superior a los 4.000 pacientes que volvieron a casa o a hoteles entre aplausos. Porque, para cada uno de ellos, ha habido un aplauso. Ese ha sido el maravilloso ambiente que se creó en el hospital de campaña.
La oposición lo querrá asumir, o no: pero es la realidad reconocida internacionalmente.
Y les doy un dato: ningún trabajador de IFEMA, luchando cuerpo a cuerpo con el virus, ha manifestado sentir los síntomas del virus trabajando allí: eso significa que el material de defensa que les hemos enviado surtió efecto. Y que los hospitales como los de nueva creación en estos años, cuanto más amplios sean, mejor seguridad proporcionará a los sanitarios.
Y no puedo dejar de subrayar otro hecho admirable, protagonizado, en este caso, por un compañero nuestro en la Asamblea, el doctor Raboso: él y su equipo realizaron la primera intervención quirúrgica en el IFEMA, y fue un éxito. Ese día, el 16 de abril, los aplausos y el Himno Nacional sonaron para ellos.
Todas las semanas recibimos llamadas internacionales preguntando por los detalles del proyecto. Son ellos los que me hablan de milagro.
Pero no lo es: es Madrid, y es España entera combatiendo el virus.
Todos juntos. Separados físicamente pero más unidos que nunca.
IFEMA ha sido ejemplo de solidaridad, de trato humano, y de esfuerzo diario de llamadas personales a cada casa para contarles la evolución de sus familiares.
Por eso, en IFEMA, todas las tardes, después de los aplausos, suena el Himno Nacional hasta pasado mañana, que procederemos a su apagado.
Pero no solo ha sido IFEMA: el Severo Ochoa, el Gregorio Marañón, el Ramón y Cajal, el Clínico, el 12 de Octubre, La Paz… Han sido un ejemplo de la Sanidad que tenemos en Madrid.
SOBRE EL MANDO ÚNICO SANIDAD
Señorías:
El COVID-19 no solo ha representado un reto a la Sanidad pública. Por desgracia, la pandemia ha afectado a toda nuestra existencia. Constituye un desafío a la sociedad, al conjunto de los servicios públicos, a todas las administraciones, a las actividades privadas, a la economía, al comercio, a las relaciones internacionales, al planeta entero, de hecho.
Por eso desde el comienzo de la crisis quedó de manifiesto que íbamos a necesitar todos los recursos para vencerla, sin detenernos a pensar si eran de titularidad pública o privada. Y que, en consecuencia, la falsa dialéctica que trata de enfrentar a la Sanidad pública con la privada, no resultaba en absoluto de utilidad. Era preciso superar esa trampa ideológica para poner todo el potencial de la Comunidad de Madrid al servicio de un único objetivo: atajar la expansión del virus y ofrecer la mejor atención a quienes enfermaran.
Y esto convocando a toda la sociedad civil, reconociéndoles su disposición a colaborar voluntariamente
Con esta convicción elaboramos un Plan de Acción frente al Coronavirus que estaba listo ya el 12 de marzo, y que expuse ese día a los gerentes de los hospitales de la red pública madrileña y a los responsables de los hospitales privados de la región; sin olvidar tampoco a los sindicatos de la sanidad madrileña: SATSE, Comisiones Obreras, UGT, AMYTS y CSIT Unión Profesional.
Un Plan de Acción que, en ese momento, incluía muchas de las medidas que posteriormente ha ido adoptando el gobierno de España. Y que hubiera sido imposible sin el trabajo de Atención Primaria que ha atendido a 268.000 pacientes.
Por vez primera en nuestra historia, y antes del estado de alarma, se ponía a trabajar coordinadamente a la sanidad pública y privada de la región, sumando así 102 centros hospitalarios para hacer frente al COVID-19. El objetivo entonces era crear un sistema centralizado de UCIs que gestionara las 1.000 camas que eran necesarias para afrontar la ola de nuevos casos que preveíamos en las tres semanas siguientes. Cifra que, como comenté antes, hemos superado ampliamente, hasta llegar a las 1.900 UCIs disponibles.
Además, gracias al Plan de Acción, las compañías aseguradoras se comprometieron a retirar la cláusula de anulación de la póliza en caso de reclamación de atención sanitaria por una pandemia, como es este coronavirus.
El Plan de la Comunidad de Madrid incluía, asimismo, una medida que el gobierno de la nación tardó un mes, no ya en poner en marcha, sino en considerar: la utilización de un recurso de primera calidad, como son nuestros hoteles.
El presidente del gobierno nos pidió a las Comunidades Autónomas una relación de espacios donde alojar a las personas con coronavirus asintomáticas el 5 de abril. Pero lo cierto es que el 12 de marzo Madrid ya había decidido emplear los hoteles como un recurso asistencial intermedio entre la asistencia domiciliaria y el ingreso hospitalario. Una estancia medicalizada para afectados leves, con el fin de aliviar la presión sobre los hospitales.
Y, por citar otra iniciativa en la que también hemos sido pioneros, y en la que la colaboración público-privada ha vuelto a ser clave, recordaré la aplicación de diagnóstico que estuvo lista la semana siguiente en su versión web, y doce días después para móvil. Hubo que esperar al día 28 a que apareciera en el BOE el encargo del gobierno al Ministerio de Asuntos Económicos de crear una aplicación semejante.
Estas y otras medidas han sido determinantes en la gestión de la crisis gracias al Comité de Coordinación que preside el consejero de Sanidad. Un Mando Único –éste sí de verdad– que cuenta con la colaboración de profesionales de las distintas especialidades médicas implicadas en la atención a los pacientes, y que garantiza decisiones ágiles, bien informadas y eficaces.
Y aún quiero subrayar otro dato: los hospitales han seguido funcionando para las dolencias usuales, para los partos, para los accidentes… La Sanidad madrileña ha duplicados sus esfuerzos: el COVID-19 no ha impedido que Solo serán válidas las palabras pronunciadas 13 trasplantes y operaciones graves siguieran salvando vidas, como solo la Sanidad madrileña sabe hacer.
No tengo más que agradecimiento a los profesionales que han obrado esta obra titánica, y, permítanme en este punto, un recuerdo especial a los 9 sanitarios fallecidos en el cumplimiento de su deber. Enfermeros, personal del SERMAS, sanitarios, médicos de primer nivel que jamás antepusieron su interés personal al de sus ciudadanos.
SOBRE EL MANDO ÚNICO RESIDENCIAS
Nunca hemos sido tan conscientes de lo que les debemos a nuestros mayores.
Una generación extraordinaria de españoles que superó las limitaciones de su tiempo, que dejó de lado los rencores del pasado y que se esforzó para entregarnos una España mejor, más libre, próspera y justa. Una generación que, en el último tramo de su vida, ha tenido que enfrentarse a un virus particularmente cruel con ellos. Y que, en muchos casos, lo ha hecho desde los centros en los que residen, a los que el gobierno de la Comunidad ha apoyado con los medios que en cada momento estaban a su alcance para reforzar su protección frente al coronavirus.
Fuimos los primeros en adoptar medidas para proteger a nuestros mayores.
El 6 de marzo cerramos los Centros de Día.
El 9 de marzo ya aprobamos una recomendación para las personas mayores o con enfermedad crónica en la que les instábamos a quedarse en casa, mucho antes de que esta consigna se convirtiera en seña de identidad de la cuarentena. Aquí limitamos al máximo las visitas a las residencias.
Fuimos los únicos que lanzamos una campaña de publicidad pidiendo que, ni los mayores, ni aquellos que trabajaban con ellos, utilizaran el transporte público para evitar contagios.
Es más: todas nuestras campañas han ido dirigidas a apoyar, a aconsejar y a ayudar, no a hacer politiqueo como las del gobierno. El gobierno central no ha utilizado la publicidad avisando del riesgo para este sector de la población, ni para nadie. No han hablado para los ciudadanos.
El Plan de Acción del 12 de marzo establecía, por su parte, la medicalización de las residencias, de manera que las personas que se encuentran allí pudieran ser atendidas in situ. Previamente, a partir del día 5, habíamos empezado a autorizar la contratación de nuevos profesionales, para cubrir las bajas que se iban produciendo. El día 24 ascendían ya a 2.278 profesionales.
El 18 de marzo la Inspección de la Consejería de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad intensificó el seguimiento de la situación en las residencias, y se designaron responsables dentro de estas para informar diariamente a las familias.
Y el 27 de marzo decidimos dar un paso más, aunando los esfuerzos de la Consejería de Sanidad, con el apoyo de las Consejerías de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad, y de la Consejería de Justicia, Interior y Víctimas, así como con la colaboración de bomberos y Protección Civil.
También el Ayuntamiento de Madrid se unió a esta iniciativa, mediante el SAMUR y los cuerpos municipales de bomberos y policía. Aquí quiero reconocer y agradecer también la participación de la Unión Militar de Emergencias, que nos ha dado una muestra más del compromiso de nuestras Fuerzas Armadas en los momentos más duros.
Este Mando Único, que se reúne a diario con los departamentos implicados, puso en marcha un plan de choque que ha servido para coordinar más eficazmente la atención sociosanitaria, desinfectar y reorganizar internamente las residencias, y retirar lo antes posible los cuerpos de las personas fallecidas.
Esta labor se ha confiado a tres tipos de equipos: el primero, de equipos ligeros, que ha realizado un primer reconocimiento en las residencias; el segundo, de equipos pesados de inspección, que han valorado la situación en términos sanitarios, separando a las personas contagiadas de las sanas.
Y, el tercero, el Parque de Bomberos Regional de la Comunidad de Madrid, ubicado en Las Rozas, se ha especializado en el traslado de los pacientes fallecidos.
El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid autorizó el miércoles, 15 de abril, un gasto de 6,7 millones de euros para la compra de equipos de protección individual (EPI) para los trabajadores y residentes de los centros residenciales.
Asimismo, se extendió el uso de materiales como guantes desechables, ropa de protección, termómetros infrarrojos y/o láser, mascarillas de oxígeno y soluciones desinfectantes de uso general.
En aquel Consejo de Gobierno, también autorizamos la tramitación de emergencia de la contratación del servicio de entrega de comida a domicilio a personas mayores especialmente vulnerables.
Para continuar la atención, la Comunidad de Madrid contrató un servicio de catering para proveer las comidas necesarias a estos mayores.
Mucho se está hablando estas semanas sobre la “medicalización” de las residencias. Incluso han preguntado que por qué no estaban medicalizadas antes. Pero es que las residencias tienen como objetivo principal acompañar a los mayores: cuidarlos, no hospitalizarlos. Por ello creo que hay que estimar el enorme trabajo que se ha hecho en las últimas semanas.
Lo ocurrido en muchas residencias y en muchos domicilios particulares con nuestros mayores es lo más doloroso de estas durísimas semanas. Desde el primer día, desde mi primera rueda de Prensa, pedí cuidado para ellos, avisé de la alta mortalidad que el virus provocaba en los mayores, sobre todo entre aquellos que hubieran padecido otras enfermedades.
Hoy sabemos que aquellas indicaciones iban en la buena dirección, pero no me cansaré de enviar mis condolencias a las familias que han perdido a su ser querido. Y decirles que hoy, sabiendo que el virus tardará tiempo en desaparecer, reorganizaremos el modelo de atención para que los mayores tengan más cerca a un profesional sanitario.
Además, la Consejería de Sanidad lleva meses trabajando en el Plan de Atención integral en longevidad, fragilidad y soledad, y vamos a poner toda nuestra energía para tenerlo listo lo antes posible.
Estamos diseñando un modelo socio sanitario muy sólido.
Las residencias de mañana tendrán que cuidar, pero también curar, pues el Covid estará tiempo con nosotros. El modelo hay que adaptarlo a las nuevas circunstancias y humanizarlo. Tenemos que garantizar la mejor asistencia.
Por otro lado, ya está elaborado el Protocolo de atención a Pacientes y familias al final de la vida durante la Pandemia.
Y vamos a poner a las familias en el centro de nuestra acción en las residencias. Dotaremos de más EPI’s a los centros para poder realizar visitas. Daremos la formación necesaria a los profesionales de las residencias para garantizar la seguridad y nos apoyaremos en el uso de las nuevas Tecnologías para mejorar la comunicación con los residentes.
Pero… lo dicen todos los expertos: cuanto más aprendemos del COVID-19, menos sabemos de él.
SOBRE MEDIDAS EN EDUCACIÓN, MEDIO AMBIENTE, AYUNTAMIENTOS, CULTURA Y TRANSPORTE
Mientras la epidemia iba sobrepasando todos los límites que preveían las peores proyecciones, ocurrió algo impresionante: una ola de solidaridad de particulares, instituciones, empresas y personalidades de todo tipo, nos inundó con sus llamadas para donar dinero y para prestarse a ayudar en lo que fuera.
Por entonces, el gobierno de Madrid trabajaba para que la Comunidad no perdiera el pulso básico de la vida habitual, reforzando, por ejemplo, la atención al ciudadano con la contratación de más Personal en el 102, o articulando el modo para que colegios y universidades mantuvieran el ritmo de clases, con gran esfuerzo de profesores, alumnos y de la inspección.
Hemos recibido una colaboración inestimable de ganaderos y agricultores, y hemos hablado con mercados y grandes superficies para garantizarles la ayuda que necesitaran para evitar cualquier desabastecimiento.
Lo mismo he de decir de los operarios del Canal de Isabel II, que han garantizado en todo momento lo más básico que necesitamos en nuestros hogares: el agua. Con tarifas especiales para autónomos y familias en paro o en proceso de ERTE.
Madrid entero ⎯quiero decir “ningún pueblo de Madrid”⎯, nunca, nunca, nunca, ha tenido un mínimo problema de desabastecimiento alimentario, ni de productos básicos, ni de servicios públicos.
Aquí, hemos de reconocer el trabajo que también han realizado los ayuntamientos de la Comunidad.
Hablando del esfuerzo municipal, nuestro compromiso ha pasado, también, por dar ayudas directas a quienes no pueden pagar un alquiler o se ven en completa soledad en sus domicilios.
El gobierno de la Comunidad tomó la decisión de reducir el 85% del alquiler para las personas integradas en la Agencia de Vivienda Social. Además, nos propusimos un seguimiento diario de los mayores que viven solos en estos pisos. Para ellos desarrollamos un plan de atención y apoyo en las 200.000 comunidades de vecinos de nuestra región. En este caso, colaboró con nosotros, y hago público mi agradecimiento, el Colegio de Administradores de fincas.
En paralelo, nos hemos propuesto la atención preferente de los vecinos más vulnerables que viven en pisos cedidos a las ONGs. Mi gobierno ya ha aprobado dos líneas de subvención para los 100 municipios de más de 5.000 habitantes y otra más para los 42 municipios de la Sierra Norte: les hablo de más de 5 millones de euros.
Le pedí al presidente del gobierno medidas concretas y presupuestadas en materia de vivienda para aquellos que más sufren. No he recibido respuesta.
Para los ayuntamientos de la Comunidad, he pedido al presidente del gobierno los 700 millones que les adeuda. No he obtenido respuesta.
Una petición más dirigida al presidente Sánchez: ayuda permanente de la policía y, si es necesario del ejército, en la Cañada Real para apoyar a los voluntarios de Cáritas, Cruz Roja o Arraigo para los más vulnerables. No he recibido respuesta.
La Comunidad de Madrid ha ido siempre por delante del gobierno central, también en el ámbito cultural, que 6 semanas después del inicio del confinamiento aún no ha dado respuesta a las necesidades del sector.
Organizamos retransmisiones en streaming de obras de teatro.
Con cargo a nuestros recursos, hemos habilitado un fondo de 500.000€ para compra de obras de artistas madrileños; otro de 750.000€ de ayudas al desarrollo del audiovisual; 1.2 millones para adquisición de ejemplares para bibliotecas, y otro de 2 millones para patrocinio de salas de música y artes escénicas. Además, se ha habilitado un fondo crediticio de 40 millones de euros para ayudar a empresas de este sector.
Pero ha habido un trabajo muy eficaz: el transporte. No solo se han mantenido todas las líneas de Metro y autobuses, sino también su desinfección y el acondicionamiento en perfectas condiciones para los empleados y para los viajeros, gracias al personal de Seguridad y conductores de Metro.
Desde el 8 de marzo, se han desinfectado todas las estaciones de Metro, se ha ampliado el servicio de autobuses para municipios con menos habitantes, se activó el protocolo de apertura automática de puertas en el Metro, se prohibió el pago en efectivo en los autobuses interurbanos para proteger a los conductores, pusimos a disposición de la UME nuestra flota de autobuses para el traslado de enfermos entre hospitales, y también autobuses gratuitos para el traslado de sanitarios entre hoteles y hospitales.
Desde el 12 de abril se reparten diariamente 1.500 mascarillas entre los trabajadores de Metro de Madrid, se han instalado vinilos y pegatinas rojas en los andenes para mantener al menos dos metros de distancia entre viajeros y, desde el lunes, se ha reforzado la oferta de Metro de Madrid, especialmente en la hora punta.
Ahora bien, hemos reclamado al gobierno una financiación adicional de 247 millones de euros para el Consorcio Regional de Transportes de Madrid y el ingreso de los 31,7 millones de euros que nos adeuda, correspondientes a la aportación que debe realizar en los 3 primeros meses del año. Esta petición fue reiterada el pasado 8 de abril: no hemos recibido respuesta.
SOBRE HOTELES MEDICALIZADOS
Señorías:
He citado previamente el esfuerzo que el gobierno de la Comunidad de Madrid hizo, desde el primer momento, en organizar hoteles tanto para pacientes leves, como para alojar a los sanitarios, no solo facilitando que pudieran descansar cerca de su hospital, sino para evitar contagios en sus familias y su entorno.
Hoteles que también fueron pensados para atender positivos con familiares oncológicos, así como a mujeres maltratadas. Hay mucho feminismo en el gobierno central, pero no he visto que hayan creado una sola habitación para mujeres maltratadas. Nosotros, sí.
Hay nombres propios, empresarios hoteleros, cuya generosidad reconoceremos públicamente porque solo gracias a su ayuda desprendida pudimos levantar 13 hoteles medicalizados, con más de 1.000 camas y más de 2.000 ingresos acumulados; y otros 22 hoteles para profesionales, con más de 1.700 camas ocupadas.
Nuestro sistema sanitario, uno de los mejores del mundo, se vio desbordado en pocos días. Multiplicamos la capacidad de nuestros hospitales, ganamos espacio y utilizamos los centros privados, y aún así tuvimos grandes dificultades para absorber a los miles de infectados. Pero reaccionamos rápido: aún podíamos ganar más camas.
Se hizo necesario habilitar nuevos espacios, que, por supuesto, garantizaran una atención adecuada y con las máximas garantías.
Fue entonces cuando medicalizamos los hoteles.
Desde que proyectamos la idea, hasta que se abrió el primero el 19 de marzo, apenas transcurrieron 48 horas.
En otras palabras, señorías: en menos de dos días se transformó un lugar pensado para albergar a turistas en un pequeño hospital para enfermos de una pandemia global.
Un prodigio logístico que supo organizar material textil sanitario, servicios de limpieza y alimentación, así como de transporte, por el que ya se han interesado diferentes países y del que estamos muy orgullosos.
Dos días después, llegó el segundo hotel, en este caso en Fuenlabrada; y un día después, el tercero; y así hasta 13. Todos se escogieron basándonos en la proximidad con los hospitales y el número de camas.
En total, han pasado más de 2.000 pacientes por los hoteles sanitarizados: 2.000 camas que se han liberado de los hospitales y que se han podido destinar a pacientes de mayor gravedad.
A los profesionales sanitarios que han prestado servicio en los hoteles y, por supuesto, a la Asociación Madrileña de Hoteles, gracias por demostrar una vez más que no sólo es posible, es imprescindible la colaboración entre el sector público y el sector privado.
El agradecimiento pasa también por la cantidad de taxistas y otras empresas de transporte que han llevado y traído a pacientes y sanitarios a los hoteles, de modo completamente altruista.
Hoy, afortunadamente, ya estamos diseñando el repliegue de estos hoteles. Contarán para siempre con el reconocimiento de este gobierno y de la sociedad madrileña pues la Comunidad les entregará una placa para que los visitantes sepan que en ellos muchas personas recobraron las esperanzas y salvaron vidas.
SOBRE LA LUCHA DE LAS COMPRAS
Señorías:
Habrán visto en las noticias que China se convirtió en un “mercado persa”, donde cada cual compraba lo que podía. La situación fue mucho peor que lo que han contado las crónicas. A pesar de eso, la Comunidad de Madrid ha contratado
5 aviones con más de 380 toneladas de material. Y con el menor gasto: hemos invertido menos de 40 millones de euros en esas cargas, incluido el transporte.
Créanme que ha sido un éxito de gestión: dijimos que traeríamos 2 aviones ¡y, por el momento, llevamos 5!
Cuentan las crónicas que el gobierno central ha malgastado grandes partidas de presupuesto en mascarillas defectuosas y en test comprados a empresas de dudosa gestión, con sobrecostes, material que no estaba homologado, tarde, adjudicando las compras a una empresa de comida para perros, a otra sin empleados ni experiencia, y a una condenada por estafa.
Pero todo lo sabemos, por los medios de Comunicación: el gobierno no da explicaciones.
Lo que sí sé es que nosotros no perdimos dinero como otras comunidades; no compramos material defectuoso y, a pesar de ello, siempre fui justa al denunciar la complicada situación internacional.
Nosotros no hemos tenido que devolver decenas de miles de mascarillas defectuosas como el gobierno central. Más bien hemos tenido que retirar el suyo.
El domingo 22 de marzo anuncié que la Comunidad traería dos aviones para, más o menos, el día 25. Los aviones no llegaron en esa fecha. Ajenos a las dificultades que estábamos teniendo todos los países (España incluida), la izquierda se lanzó a una campaña irresponsable en la que me acusaban, a mí, personalmente, de haber sido estafada y de haber perdido 43 millones de euros.
Hubo declaraciones de todo tipo cuando esos mismos no preguntaban al gobierno central qué ocurría con sus compras.
Señorías: el día 22 de marzo teníamos contratada la mercancía para llenar dos aviones, tal y como me comprometí públicamente. Pero otro país ofreció más dinero por la carga y se adelantó. Textualmente, se la quedó. Pero no perdimos ni un euro porque siempre hicimos todo de manera prudente.
Ese mismo día, el presidente de los Estados Unidos envió un tuit en el que denunciaba la difícil situación de compra de material en China. Si era difícil para Estados Unidos, ¿cómo no lo sería para una autonomía como la nuestra?
La decisión, entonces, fue encargar directamente el material sanitario a empresas chinas, homologadas por el gobierno chino, que, además, nos ofrecían mejores precios. El problema es que tardaríamos unos días más en recibir las compras.
Asumí el desgaste personal que suponía la campaña de desprestigio de los partidos del gobierno central, con todo tipo de bulos y muchos insultos, estando enferma, confinada y rodeada de dificultades. Pero lo mejor para Madrid era permanecer en silencio y esperar a traer el primer avión, que llegó el 2 de abril, con todo el material homologado.
Por si lo que estaba ocurriendo en China fuera poco, el mismo día 2 hubo un cambio de legislación por el gobierno chino. Para que no ocurriera el desgaste de imagen de las empresas producido por los test falsos comprados por el gobierno español, decidieron cerrar las fronteras a todo producto de empresas no homologadas por el gobierno chino.
Centenares de toneladas de material sanitario de muchos países, incluyendo el del gobierno español, quedaron en la aduana de Shanghái porque la carga no era de empresas homologadas por el gobierno chino.
En cambio, el segundo avión para Madrid salió sin problemas porque habíamos hecho bien nuestro trabajo.
Ese mismo día, el 5 de abril, un avión del gobierno central llegó a Barajas casi vacío, con solo 5 toneladas de material: nosotros trajimos 74 toneladas.
Por entonces, ya teníamos la previsión de que otros dos aviones llegarían los días 10 y 12 de abril. Pero hubo otro cambio en la legislación china para endurecer aún más las exportaciones: tenían que revisar cada caja de cada aduana. Como habíamos hecho los trámites adecuadamente, no temíamos por el material sanitario de nuestros dos aviones que llenarían por dos veces un 747, el avión de carga más grande de Boeing.
Eso sí: nos causó un retraso de dos días, de tal manera que el tercer avión llegó el 12 de abril y el cuarto avión el día 13. La carga sanitaria más importante recibida en Barajas en todo este tiempo. Por eso, no imaginan la satisfacción que supuso recibir personalmente ese carguero.
Al tener contrato con las empresas adecuadas, hemos podido comprar los productos al mejor precio, porque era precio cerrado.
Ha sido dificilísimo contratar, contratar a buenos precios, pasar la aduana y aterrizar en Barajas. Pero lo conseguimos.
Y si hubiésemos podido comprar antes, cuando el gobierno asumió la responsabilidad de las compras, habríamos conseguido ir mas rápido y a mejor precio, ya que para el día 22 de marzo la situación del mercado chino era de extrema competencia.
En total, hemos traído 350 toneladas.
¿Y dónde está el material del gobierno de España?
Desde Madrid hemos estado trabajando para proteger a nuestra Comunidad cada una de las 24 horas del día y 7 días a la semana. Proteger a los sanitarios y a todos los municipios, a los que hemos entregado más de 2 millones de mascarillas para residencias, protección civil y policía local.
Ayer llegó otro avión con 20 toneladas de material sanitario procedente de China. Y aún hay quien sigue diciendo que perdimos dos aviones y que nos estafaron no sé cuánto dinero, o que las compras nos la hicieron en Valencia… Muchos políticos de izquierda no han parado de soltar bulos. Pero me referiré después a eso.
Lo que sí es cierto es que, mientras tanto, el gobierno central sigue sin sacar aviones de China…
Prefiero las críticas por dar la bienvenida a los aviones que sus silencios por no recibir nada.
Esos silencios planificados que evitan reconocer el éxito…: nuestro quinto avión cargado de material sanitario de ayer apenas ha sido noticia; como hace tiempo que dejaron de ser noticia los centenares de pacientes que salen curados de IFEMA cada día.
Silencios para evitar reconocer que las cosas se han hecho responsablemente bien, aunque la Prensa internacional no ha dejado de repetirlo.
Por lo que a mí respecta, aunque hayan dejado de ser noticia, estén orgullosos de todo lo conseguido en la Comunidad de Madrid.
SOBRE LOS BULOS
Señorías: les hablaba de los bulos…
Frente a todo nuestro esfuerzo y nuestra gestión, la izquierda en Madrid, principalmente, ha estado más preocupada por construir un relato contra el Gobierno de esta Comunidad que en ayudar en la peor crisis que han pasado Madrid y España. ¿A qué se han dedicado? A crear y propagar bulos y mentiras para generar miedo y lanzar a la gente contra el Gobierno de Madrid.
Para algunos, cuanto peor, mejor. ¿Por qué? Porque tenían la consigna de politizar el dolor. Ya lo dijo Pablo Iglesias cuando ustedes, Unidas Podemos y Más Madrid, formaban un solo partido. Leo: “debemos politizar el dolor, que el dolor se convierta en propuestas para cambiar la realidad”. Y han seguido la consigna.
Voy a leer lo que una diputada de IU, dijo el 5 de este mes de abril: “El coronavirus demuestra que este sistema revienta y tenemos que aprovechar esta oportunidad”.
A numerosos políticos de la izquierda no les ha importado la gente, sino usar la desgracia para justificarse en el poder. Por eso han tenido la desvergüenza de decir que este Gobierno no ha pensado en proteger a la población, sino a los ricos. Han soltado su discurso de siempre sin comprender que la realidad les ha arrollado. ¿Qué les queda? Intentar manipular a la gente con bulos y mentiras para crear odio, para defender a sus políticos en La Moncloa.
Para defender a la nueva Casta.
Justo cuando los madrileños mostraban unidad, cooperación y solidaridad, con una enorme capacidad de sacrificio y generosidad por el bien común, muchos se han dedicado a mentir y a poner obstáculos, con Madrid como diana. Esto ha demostrado la enorme distancia que hay entre lo que ha sucedido en la Comunidad y los intereses políticos de algunos.
¡Cuánto tiempo empleado durante el confinamiento desde las redes sociales y medios afines con insultos, bulos y mentiras contra este gobierno! Voy a hacer una pequeña lista:
Entre el 31 de marzo y el 12 de abril la izquierda difundió el bulo de que la Comunidad de Madrid había sido estafada con los aviones y que no vendrían. Mentira: han llegado 5 aviones con más de 350 toneladas de material sanitario. Eso sí: cuando llegaron los aviones ningún diputado de la izquierda puso un tuit alegrándose por la llegada o disculpándose.
Entre el 20 y el 24 de marzo, difundieron el bulo de que la manteníamos cerrada una planta de la UCI del hospital Infanta Sofía con 6 habitaciones totalmente equipadas. Incluso dijeron que la torre 4 estaba disponible. Mentira: la planta no estaba dotada y la torre está en obras. ¿Pidieron perdón por mentir? No.
El 30 de marzo, difundieron el bulo de que el Gobierno de la Comunidad de Madrid negaba a los sanitarios el uso de viseras impresas en equipos 3-D. Mentira: la realidad es que no tenían la homologación de Sanidad (y siguen sin tenerla). ¿Y no les preguntaron?
El 30 de marzo soltaron el bulo de que se desmantelaba el pabellón 9 de IFEMA. Ni lo comento.
Y, como la verdad no les importa, sino solo construir una narrativa, difundieron los testimonios de activistas de izquierda como si fueran especialistas de prestigio, cuando, en realidad, eran conocidos cargos de Unidas Podemos y Más Madrid. Los mismos que no han animado a una parte importante de sus compañeros liberados sindicales a cambiar los micrófonos por los guantes.
No pararon ahí: insultaron a los madrileños corrientes y a las empresas que donaron lo que pudieron para paliar la pandemia, diciendo que era un “mercadillo” y que yo pedía “limosna”, cuando otros ministros han seguido nuestra estela de agradecimientos. Una diputada de IU escribió en Twitter el 30 de marzo refiriéndose a mí: “bajas los impuestos a los ricos, destrozas la sanidad pública, robas, publicitas a multinacionales y luego pides caridad”.
Lo más infame fue cuando soltaron el bulo de que en Madrid se dejaba morir a los mayores para salvar a los jóvenes. O contar a los muertos madrileños como madrileños y no como españoles. Las altas, eso sí, son de todos. Y lo celebro.
Pero como ustedes tenían que ayudar al gobierno Sánchez-Iglesias para eludir su responsabilidad, me han querido hacer culpable de las muertes en Madrid. Les pongo dos ejemplos.
Una diputada del PSOE, la que iba gritando el 8-M “¡Que no se besa! ¡Que no se besa!” a las ministras que llevaban guantes porque temían que el virus estuviera descontrolado, fue responsable del hashtag en Twitter: #AyusoPPCulpables, soltado el 30 de marzo.
Otra de Más Madrid, escribió el 22 de marzo que las muertes eran “el precio de la privatización” de la Sanidad del PP. Cuando no, la figura de mi difunto padre volvía de la mano de la portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados.
O cuando el PSOE de Madrid me dedicó un vídeo con ataúdes y muertos.
Sus bulos y su politización del dolor no consiguieron distraerme en mi tarea de salvar vidas. Sin embargo, reconozco, y he reconocido en público, que ojalá hubiéramos hecho todo antes.
No debimos confiar en un gobierno que se ha ufanado de usar la mentira para llegar y permanecer en el poder. ¿Cuántos euros nos ha costado? El gobierno que forman PSOE y Unidas Podemos nos dijo que era una gripe más y que lo peor era el alarmismo. Y les entendimos y nos confiamos. ¿Qué pasó?: que vino la pandemia y los miles de muertos.
Reconozco mi error: fiarme de la izquierda. Les aseguro que no volverá a ocurrir.
LAS PETICIONES AL GOBIERNO
Señorías: a pesar de tanto bulo, tanta insidia, tanta declaración fuera de lugar, la Comunidad de Madrid siempre ha estado comprometida con España y lo va a seguir estando. No tengan ninguna duda de que cada vez que se requiera la acción de esta comunidad va a obtener una respuesta firme y decidida a favor de España y de Europa.
La lealtad institucional es un camino de doble dirección. Son muchas las falsedades que se nos han achacado durante las últimas semanas. Entre ellas, la de comportarnos de forma desleal o la de hacer oposición al gobierno de la nación. La realidad, sin embargo, es que éste solamente se ha dirigido a nosotros para ordenar, con desorden, para mandar sin gestionar, y para atacarnos el Congreso de los Diputados, y a través de algunos diputados y alcaldes.
He enviado 5 cartas al presidente del gobierno desde que se formó el ejecutivo autonómico, 2 de ellas durante los peores días de esta crisis: el 27 de agosto, el 2 de octubre, el 26 de diciembre, el 19 de marzo y el 22 de marzo. Ninguna de ellas ha sido respondida. ¡Ni acuse de recibo!
Y digo más: no sólo han sido desatendidas en tiempo y forma, sino que también en contenido. En la carta enviada el 19 de marzo había una relación precisa de la cantidad de material sanitario que necesitaba la Comunidad de Madrid. Entre otras cosas, le pedía casi 12 millones de mascarillas quirúrgicas, 1,8 millones de mascarillas y 586 respiradores, todo imprescindible para afrontar la emergencia en la que estábamos inmersos. Y, sin embargo, la Comunidad de Madrid ha recibido, respectivamente, 409.303 mascarillas quirúrgicas, 630.361 mascarillas FFP2 y FFP3, y 101 respiradores. La mitad de este material se recibió 3 semanas después de decretarse el Estado de Alarma. Y siguen mintiendo.
Esto son solo algunos ejemplos ilustrativos de la preocupante carestía de material con que el gobierno de nuestra nación ha respondido a las demandas de los madrileños. Para que ustedes se hagan una idea, la Comunidad de Madrid ha adquirido más de 4 respiradores y 100 monitores por cada 1 de los recibidos por el gobierno de España.
Ni el milagro de IFEMA ni el de triplicar las camas UCIs hubieran sido posibles si hubiéramos confundido la lealtad institucional con la inacción gubernamental. Porque en ello nos iba la vida. Y no la nuestra, precisamente.
Otro de los aspectos importantes en mis cartas, en las 6 vídeo-conferencias con presidentes autonómicos que hemos celebradoy en otras peticiones a las instituciones gubernamentales, han sido los recursos económicos.
Hemos estimado que el impacto presupuestario del COVID-19 para la Comunidad de Madrid estará en torno a los 2.000 millones de euros, el 10% de nuestro presupuesto anual.
He pedido al gobierno un fondo no reembolsable con el único requisito de que se dedique a combatir la pandemia y sus efectos económicos, y, también, que los gastos asociados con el COVID-19 no computen a efectos de los compromisos presupuestarios y de la regla de gasto. Algo que ya está haciendo Europa con los estados miembros. Tampoco he recibido respuesta.
Le he pedido el reembolso de los 377 millones de euros correspondientes al IVA de 2017 y los 54 millones de euros de las entregas a cuenta de 2019: sin respuesta.
Y le he pedido que reintegre a las comunidades autónomas el presupuesto que nos ha requisado, de forma unilateral y sin consulta previa, de las políticas activas de empleo, tan necesarias para afrontar los tiempos que nos vienen: 139,5 millones de euros en el caso de Madrid, que íbamos a destinar a mejorar la empleabilidad de los trabajadores madrileños. ¿Imaginan lo que nos han respondido? Nada.
Peticiones todas ellas desoídas por parte de quienes me criticaban por los inexistentes recortes en Sanidad de la Comunidad de Madrid.
Por nuestra parte, somos la primera región europea en recibir un préstamo de 200 millones del Consejo de Europa. Esta cantidad se suma a los 52 millones del Bono Social Sanitario que también hemos gestionado. Porque generamos confianza.
Acepto las críticas, y hoy he venido aquí a dar cuenta de mi gestión durante esta epidemia. Sin embargo, creo que la coherencia también es un valor en política para lograr nuestro único cometido, que es ayudar a que los ciudadanos puedan vivir sus vidas.
La mejor política social es gestionar los recursos públicos como si fueran los tuyos propios. Como sigamos así, el gobierno de la Comunidad de Madrid acabará por retrasarse en el período de pago a proveedores. Algo que aún no sucede, pero que terminará por pasar como resultado de la inacción del gobierno de España, ya que nos niega el acceso a recursos adicionales en la lucha contra el COVID-19.
El gobierno de Sánchez nos ha transferido 113,5 millones de euros en recursos adicionales (58,8 para Sanidad, 38,8 para Servicios Sociales, y 15,9 para Vivienda), pero como al mismo tiempo se ha apropiado de 140 millones de nuestros fondos para políticas activas de empleo, el balance es que, con ocasión del COVID-19, en vez de darnos dinero, el Gobierno nos lo ha quitado, y nada menos que 26 millones de euros.
Los 14.000 millones de euros que anunció el presidente del gobierno son puro humo, ya que no son fondos adicionales para luchar contra el virus, sino dinero que pertenece a las Comunidades Autónomas y que, por tanto, íbamos a recibir en 2020 con independencia de la pandemia.
El Gobierno, por tanto, no ha inyectado dinero adicional a las autonomías para afrontar la crisis del coronavirus, a pesar de que somos la primera, y, en realidad, la única línea de fuego contra la pandemia. Dijo que iba a inyectar 1.500 millones de euros para todas las regiones. Con eso, no se cubre siquiera la factura de la Comunidad de Madrid.
Este gobierno ha estado prácticamente solo en la gestión de la epidemia. Además de al presidente del gobierno, me he dirigido por escrito a la vicepresidenta, a la ministra de Hacienda, al ministro de Política Territorial y Función Pública, y a la Delegación del Gobierno. Y mis consejeros, a los ministros del ramo.
La respuesta que he obtenido es un vacío que perjudica a todos y cada uno de los madrileños, y especialmente a los más desfavorecidos.
¿Pactos? ¿Lealtad? El gobierno central no podrá quejarse de la Comunidad de Madrid. Les pondré solo un ejemplo gráfico: cuando cerramos el palacio de hielo de Madrid como morgue, invitamos a la ministra de Defensa, que tuvo a bien
acompañarnos. ¿Se han interesado por visitar hospitales, o al personal sanitario, o a acompañarnos en el luto?
Lealtad son hechos. Y lealtad es un camino de dos direcciones. Lo contrario es sumisión.
SOBRE LAS AYUDAS A LOS AUTONÓMOS Y ECONÓMICAS
Hay otro aspecto fundamental donde hemos notado la ausencia de ayuda del gobierno de la nación: la ayuda a empresas y autónomos para evitar quiebras y mantener el empleo.
Una crisis sanitaria de esta magnitud desembocará, necesariamente, en una crisis económica.
Durante los primeros días, mientras los afectados por un ERTE se acumulaban y las empresas tenían que cesar su actividad, los responsables económicos gubernamentales hablaban de una recuperación en “V” para justificar la ausencia de medidas en materia económica.
Pero la realidad, una vez más, ha destapado la insolvencia del gobierno. Las negras perspectivas para 2020, con caídas del PIB de hasta dos dígitos, tal y como advierte el Banco de España, tumbaron tanto la recuperación en “V” que anunció inicialmente el Gobierno, como su irresponsable inacción a nivel económico.
El problema, sin embargo, es que muchas de las medidas anunciadas hasta el momento no solo resultan insuficientes, sino que son contraproducentes, y, por tanto, agravarán la crisis económica en la que ya estamos inmersos.
Mientras Europa y el resto del mundo han apostado por políticas para mantener el empleo, el gobierno de España ha preferido subsidiar y realizar ataques muy serios en contra de la libertad de empresa y de valores fundamentales
del libre mercado. Los ciudadanos no quieren depender de Podemos, sino de su empleo.
Desde hace semanas hemos estado advirtiendo que las medidas económicas del gobierno central se resumen en que invita el Estado y paga el empresario, lo cual pone en riesgo la supervivencia de miles de empresas y, con ellos, del empleo.
Desde la Comunidad de Madrid poco podemos hacer para parar este ataque contra valores fundamentales de nuestro orden constitucional y de nuestra democracia liberal. Pero sí que lo hemos hecho para salvaguardar los intereses de las pymes y de los autónomos, en definitiva, de nuestro tejido productivo.
Por eso, hemos aprobado la compensación de la cuota de marzo y abril y una ayuda de 3.200 euros para los autónomos.
Hemos declarado la moratoria de pago de todos los impuestos cedidos y propios hasta que pase esta situación excepcional, algo que han hecho en prácticamente todos los gobiernos europeos excepto el español. Mientras no hay ingresos, no puede haber impuestos.
Y hemos abierto una línea de avales por el 100% del capital suscrito para Pymes y autónomos: un crédito directo para quienes los otros héroes de nuestra región.
La gente no quiere ni subsidios ni que nadie le pague sus facturas. Quieren trabajar para pagárselas ellos mismos. Y lo que está haciendo el gobierno de Sánchez e Iglesias con su errónea y liberticida política es dañar aún más la solvencia de las empresas y, por tanto, poner en riesgo muchos empleos, cuyo mantenimiento es clave para la recuperación de la economía española.
Miramos al horizonte y Madrid saldrá de la crisis. Lo hará con más empuje. Segura. Pero también estoy segura de que solo saldrá si hay menos
intervencionismo y más empresa; si hay menos regulación y más espacio abierto para el talento.
Si hay menos autoritarismo y más libertad.
Lo que no podemos es partirles la espalda a las empresas cargándoles con un fardo elefantiásico de regulación, licencias y trámites.
Solo dejando campo libre al talento, a la creatividad y a la innovación, que son rasgos propios de los madrileños, saldremos adelante
Saldremos porque Madrid sabe reinventarse. Porque genera ilusión y confianza.
SOLIDARIDAD DE MADRID
Señorías, nuestros profesionales sanitarios han dado la cara a la crisis en condiciones extraordinariamente difíciles. Se enfrentan con valor a un enemigo invisible y desconocido. Y lo hacen con el rigor de la ciencia, pero también con el calor del trato humano. Eso es lo que distingue a nuestro generoso sistema sanitario de otros modelos.
Porque, señorías, todos hemos enfermado alguna vez. Yo misma he pasado por esta enfermedad. Y sabemos que la preparación técnica de los profesionales es lo fundamental, pero hay sonrisas y atenciones que nos reconfortan y nos ayudan a recuperarnos antes. Porque una médica atendiendo a un paciente es, en el fondo, una persona cuidando a otra persona. Y eso, la cuestión humana, el respeto por las emociones, es algo que ha estado presente en todo momento durante la crisis.
Por eso nosotros sí hemos decretado el luto y cada día a las 12:00 se guarda un minuto de silencio en Madrid. Una vez conocida la epidemia, y con medios, los familiares comenzaron a despedirse de los pacientes que no superaron la enfermedad mediante un protocolo sanitario.
Gracias al Ejército, cada fallecido ha sido velado en las morgues. Como me explicó un coronel, en frase que tengo guardada para siempre: “los hemos velado como si fueran uno de los nuestros; ninguno ha estado solo”.
Afortunadamente estamos sacando adelante a la inmensa mayoría de los pacientes. Y estamos haciendo un esfuerzo enorme para que, en la medida de lo posible, puedan tener contacto con sus familias. Las compañías de comunicación donaron 700 teléfonos móviles y 1.400 tabletas. Hemos usado la tecnología para acercar a las personas.
Dimos la orden de que las televisiones de los hospitales dejaran de ser de pago mientras durara la pandemia. Y la conexión a internet de los centros hospitalarios ha sido gratuita.
Y establecimos colaboraciones con empresas para que, a través de un nuevo portal web, los familiares pudieran acceder a la información médica del paciente ingresado.
Señorías,
En Madrid sufrimos desde el primer día el zarpazo más duro de la pandemia. Se dispararon las estadísticas de infectados, de ingresados y de fallecidos. Personas con nombres y apellidos que jamás quedarán en el olvido.
Hoy son otros españoles, otras regiones quienes lo están pasando igual de mal. Que sepan que cuentan con nuestra ayuda incondicional.
Una sociedad que no supiera o no quisiera agradecer el apoyo que recibe de los demás en un momento crítico, sería una sociedad realmente enferma. Pero, por fortuna, creo poder afirmar que la ingratitud no se encuentra entre los rasgos de los madrileños, ni en el resto de los españoles.
Por eso, sé que hablo en su nombre cuando expreso el inmenso agradecimiento que la Comunidad de Madrid siente hacia todos aquellos sectores, empresas y particulares que se han volcado con nuestros ciudadanos en las horas más difíciles.
Han sido innumerables las muestras efectivas de compromiso y generosidad de estas empresas y personas a su sociedad, con un amor incondicional a España.
Algunas firmas comerciales han sonado mucho estos meses; también nombres propios de personas y fundaciones … Pero otros muchos han pasado desapercibidos, y no por ello han dejado de resultar igual de decisivos en este gran esfuerzo compartido contra el COVID-19. Miles de personas anónimas que, en medio de la crisis, han donado dinero mediante la plataforma donamadrid.madrid o por otras vías, y que ya han aportado casi 20 millones de euros. ¡Gracias!
Una auténtica avalancha de comida para los más vulnerables, de ropa de cama para los hospitales, de mantas, de dinero para respiradores, de derechos de autor para alegrar nuestros vídeos, de un sinfín de recursos que en tiempos de paz no faltan, y que en esta batalla tampoco lo han hecho. Una movilización extraordinaria de nuestra sociedad civil en una multitud de iniciativas canalizadas por la Comunidad de Madrid, y que nos permiten darnos cuenta de que esta ha sido, y es, una lucha de todos.
LA BÚSQUEDA DE LA SALIDA
Señorías:
Encerrada desde el 13 de abril, con dos teléfonos móviles y un ordenador, el azar me puso al frente de equipos de grandes profesionales que han dado lo mejor de sí mismos y que deben estar orgullosos de su trabajo.
Ojalá hubieran tenido más organización en el gobierno de España, más medios, más estrategia por su parte, incluso más sensibilidad para haber declarado ya luto oficial en España.
Pero no fue así y Madrid no se quedó parada. Hubo un esfuerzo colectivo. Cada familia, mayor, padre, niño, comerciante, propietario de un bar o un restaurante, cedió, se sacrificó, entendió que era lo mejor para todos. Y surtió efecto.
Ahora, no podemos relajarnos, confiarnos y volver atrás. Hay que actuar con responsabilidad.
Antes de terminar, no quiero olvidarme de mencionar la labor de los grupos de la oposición en esta cámara. La Democracia debe respetarse sobre todo en crisis. Esa es la grandeza de nuestro sistema de libertad. Por eso, en una situación inédita cuya solución no se contempla en reglamento alguno en esta cámara, les propuse reuniones y videoconferencias siempre que tuve algo importante que anunciar y cuando las circunstancias lo permitían.
Señores portavoces: hemos hablado sin límite de tiempo ni cortapisas en reuniones constructivas y por eso quiero darles las gracias.
Ojalá que lo que quede en nuestro recuerdo sea que hubo un tiempo en que guardamos un minuto de silencio a las 12:00 y salimos a aplaudir a las 8 de la tarde. Pero me temo que la herida será mayor.
Esto es lo más duro que puede vivir un político y, sin embargo, es lo que más sentido le ha dado a nuestra vocación de servicio público. No volveremos a vivir algo con tanta intensidad y donde podamos ser tan útiles. ¡Ojalá que no!
Ahora, nos toca salir de esta… La Comunidad de Madrid va a levantarse. Vamos a pasar del eslogan “resiste Madrid” al propósito de “adelante Madrid”. Y ese es el empeño con el que animo a todos a trabajar a partir de ahora.
Señorías:
Salgan de este Pleno con la cabeza muy alta para dar cuentas a la sociedad madrileña. Porque el gobierno de Madrid, en este caso, no representa a un partido, sino a todos los ciudadanos. A ustedes también.
Madrid volverá con fuerza. Comienza una nueva etapa.
Muchas gracias.
(Fotos: Pool EFE)