La Comunidad de Madrid ya tiene puesto en marcha un plan de choque que estará activo el tiempo que dure la alarma sanitaria.
El Ejecutivo regional diseña una estrategia que incluye contar con el material que ha comprado en las últimas semanas para hacer frente al coronavirus.
Además de suministro para protección individual de los profesionales, se han adquirido respiradores para triplicar las UCIs.
La presidenta madrileña ha asegurado que el Gobierno “no se va a cruzar de brazos” y que estará preparado por si regresa una nueva ola en otoño.
La región cuenta actualmente con 204 residencias medicalizadas, 25 pertenecientes a la AMAS y 179 privadas.
24 de abril de 2020.- La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado que el Gobierno regional está trabajando en un plan de refuerzo y de reorganización de las residencias de mayores para garantizar la máxima y mejor atención en las mismas de cara a la evolución del coronavirus.
“Teniendo en cuenta que el coronavirus va a estar largo tiempo con nosotros y que los mayores son una población vulnerable, vamos a hacer un refuerzo y una reorganización de la atención socionsanitaria que se está haciendo en las residencias”, ha dicho la presidenta durante su intervención en las preguntas de control al Gobierno en el pleno celebrado hoy en la Asamblea de Madrid.
Díaz Ayuso ha explicado que ya se está en contacto con la Consejería de Políticas Sociales, Familia, Igualdad y Natalidad, y que el objetivo es seguir trabajando con el material sanitario que se está adquiriendo en las últimas semanas para hacer frente a la crisis del COVID. Así, ha comprado más de 332 toneladas de suministro, con 26,2 millones de unidades de material de protección.
Además de las mascarillas, pantallas, buzos o guantes que se han adquirido para la protección de los profesionales, también se ha contado con nuevos respiradores para conseguir uno de los objetivos del Gobierno regional durante esta crisis, triplicar el número de camas UCIs. Parte de este material podrá llevarse a las residencias para que cuenten de forma permanente con este tipo de aparatos. “Vamos a aplicarlo para cuidar a los mayores y prevenirnos contra una posible ola. Madrid no se va a quedar de brazos cruzados”, ha defendido Díaz Ayuso.
Actualmente, la Comunidad de Madrid cuenta con 204 residencias medicalizadas, 25 de ellas de la Agencia Madrileña de Atención Social (AMAS) y 179 privadas. Asimismo, un total de 25 equipos de médicos y enfermeras pertenecientes a Atención Primaria mantienen un seguimiento rutinario de forma presencial en 69 residencias, tanto públicas como privadas, habiendo llegado a atender hasta 81 centros. Además, los profesionales de los centros de salud realizan un seguimiento permanente a otras 250 residencias.
Por otro, 14 hospitales de la red pública se han organizado para atender a un total de 75 residencias mediante 32 equipos, también formados por médicos y enfermeras. Los equipos de Farmacia Hospitalaria han repartido 115.500 dosis de medicamentos en 378 residencias y se han repartido 2.442 equipos de oxigenoterapia (botellas y concentradores de oxígeno) en 252 centros para el soporte asistencial de los residentes.
Plan de choque de residencias
Esta estrategia se va a aplicar de forma paralela y coordinada con el plan de choque de residencias que activó el Ejecutivo regional el pasado 27 de marzo y que permanecerá activo el tiempo que dure la alarma sanitaria desencadenada en España como consecuencia de la propagación del coronavirus.
Dirigido por el mando único de la Consejería de Sanidad, se apoya sobre la Consejería de Políticas Sociales, Familia, Igualdad y Natalidad, así como por la de Justicia, Interior y Víctimas, a través de los profesionales que integran la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112, ha recordado la presidenta.
El plan es multidisciplinar, es decir, lo integran efectivos de los Bomberos de la Comunidad de Madrid, la Unidad Militar de Emergencias (UME), médicos y personal de enfermería de la Consejería de Sanidad, técnicos de la Consejería de Políticas Sociales, Bomberos de la ciudad de Madrid y el SAMUR, Policías Locales, las agrupaciones de Protección Civil, Cruz Roja e incluso ONG como Médicos Sin Fronteras.
A través de este dispositivo se ha reconocido y analizado hasta el momento la situación de más de 460 centros residenciales, se han detectado focos de propagación del COVID-19 y, gracias al trabajo y profesionalidad del personal de los distintos cuerpos, departamentos y administraciones que colaboran en el dispositivo, se han atajado con eficacia.
Está permitiendo, además, completar el mapa de la red de más de 750 residencias de personas mayores, centros de atención a personas con alguna discapacidad y centros residenciales asistidos por congregaciones religiosas que existen en la región.
El dispositivo está siendo útil para actuar con eficacia en el escenario actual, pero, también para afrontar con garantías futuras oleadas del virus. El seguimiento epidemiológico, las pautas de prevención y la intervención sanitaria y social que conlleva el Plan de Choque facilitan la protección actual y futura de las personas que habitan en estas residencias.