Proyecto de la Secretaría de Estado.
(zenit).- Entre los documentos de la Sección para las Relaciones con los Estados del pontificado de Pío XII, abiertos al público el 2 de marzo de 2020, se encuentran disponibles en formato electrónico los fascículos sobre los «Judíos» con 4000 nombres: la historia de Liebman, el rol del novelista Waugh, y Ottaviani, quien proporcionaba certificados falsos a los perseguidos.
En vista de la apertura del Archivo Apostólico Vaticano y otros archivos del pontificado de Pío XII (1939-1958), los Superiores de la Secretaría de Estado del Vaticano, informa Vatican News, iniciaron un proyecto de digitalización de toda la documentación relativa al papado de Pacelli.
Esto ha supuesto “un gran desafío tecnológico para el Archivo Histórico”, que se ha encontrado a idear los escenarios de crecimiento y adaptación a largas distancias, pensando en hardware y software capaces de soportar la considerable cantidad de documentos.
A este propósito, se diseñó y desarrolló un software con el que el fascículo digitalizado, como una unidad de archivo más pequeña, se interconecta con un inventario. 1.300.000 documentos digitales, que se irán completando progresivamente con más de 700.000 otros documentos, para un equivalente de unos 323 metros lineales.
Asuntos Eclesiásticos Extraordinarios
El Archivo Histórico de la Sección para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado (ASRS) conserva los documentos de la Sagrada Congregación para Asuntos Eclesiásticos Extraordinarios (fondo AA.EE.SS.) y del Consejo para los Asuntos Públicos de la Iglesia.
En el panorama de los archivos de la Santa Sede, en virtud de su naturaleza «política», en contacto directo con las nunciaturas, los gobiernos y las instituciones internacionales, es para muchas cuestiones –que pueden definirse como candentes– lo que atrae el interés y la curiosidad.
El pontificado de Pío XII (1939-1958) marcó un período decisivo en la historia del siglo XX, desde la Segunda Guerra Mundial hasta la Guerra Fría, “un período de veinte años caracterizado también por la multiplicación de las relaciones y los vínculos no sólo desde el punto de vista bilateral sino también desde el multilateral, con el nacimiento de realidades internacionales cada vez más conspicuas”, señala el portal informativo del Vaticano.
La correspondencia oficial del período bélico que se conserva en este Archivo Histórico ya ha sido publicada en el pasado en los volúmenes de las Actas y Documentos de las Segundas Guerras Mundiales, preparados por voluntad de Pablo VI por cuatro jesuitas Graham, Schneider, Martini y Blet.
4.000 nombres de “Judíos”
Entre las series de archivos tradicionales, recoge Vatican News, con denominación de la Nación a la que se refieren los documentos contenidos en ellas, destaca un detalle muy sorprendente: la serie de archivos «Judíos», 170 fascículos que contienen la historia de unos 4000 nombres.
Entre estos hay una mayoría de solicitudes de ayuda de católicos de ascendencia judía, pero tampoco faltan los nombres judíos. Hay algunas personalidades inesperadas: el joven investigador Paul Oskar Kristeller, un hombre de fama mundial por sus estudios humanísticos, se dirigió a la Santa Sede, aunque el compromiso dado para su vuelo de Europa a los EE.UU. permanece oculto/desconocido en su expediente. Pero también Tullio Liebman, considerado el fundador de la «Escuela Procesualista de São Paulo» y en la posguerra un profesor de fama mundial en las Universidades de Pavía, Turín y Milán, fue ayudado y fundó, gracias al compromiso de los colaboradores cercanos de Pío XII, la ruta de escape hacia América del Sur.
Llevará tiempo reconstruir la atmósfera y el entorno en el que estas acciones tuvieron lugar. Pero al menos el estudioso podrá abrir otras series, como Italia 1352b, donde encontrará el expediente «Acusaciones contra Monseñor Ottaviani de haber concedido documentos falsos a judíos y de haberlos hospitalizados en edificios extraterritoriales».
Preservación y consultación
El proyecto de digitalización permite dos métodos fundamentales: La preservación y la consultación de los archivos.
Desde el punto de vista de la preservación, existe una doble ventaja. Por un lado, preservar los mapas históricos, preciosos y únicos en el mundo, del inevitable deterioro y riesgo de dispersión debido a la consulta en papel. En segundo lugar, permite la preservación en dos medios, el papel y el virtual, que, debido a su diferente naturaleza, superan los problemas de preservación intrínsecos a ambos medios, ofreciendo garantías mucho más sólidas a largo plazo.
Desde el punto de vista de la consultación por parte de la comunidad científica, una gran ventaja está dada, en primer lugar, por el hecho de que cada estudioso admitido a la consulta (está previsto un límite de 20 personas) puede acceder a través de una de nuestras estaciones informáticas a la totalidad de los documentos que pueden ser consultados: cada estudioso admitido ese día puede consultar todo y al mismo tiempo que los demás. Obviamente, esto no podría ocurrir si la consulta fuera sobre papel, lo que no permite un estudio simultáneo de los documentos. En segundo lugar, la actividad de investigación se hará más rápida y eficaz, ya que no habrá más tiempo de espera ni límite cuantitativo en la solicitud de los documentos a consultar, con libre navegación en todos los fondos de archivo a 360 grados.
Otra ventaja que ofrece la digitalización es la posibilidad de que el estudioso solicite directamente y en tiempo real a través del programa informático de consulta fotocopias de un documento. De esta manera, que este último también se preserva del estrés foto-mecánico (perjudicial para la conservación) debido a la realización de fotocopias clásicas.
ROSA DIE ALCOLEA
Archivo del Pontificado de Pío XII
(Foto: © Vatican Media)