Después de unos cuantos días donde se ha creado inquietud a raíz de unas declaraciones de la ministra de Educación, hemos decidido empezar esta rueda de prensa, en primer lugar, por explicar algunas de las posiciones que mantiene la Comunidad de Madrid en este respecto. Todo esto comenzó cuando, la semana pasada, la ministra de Educación dijo, argumentó, que los hijos no son propiedad de los padres y, por esto, creó un amplio revuelo, que es un debate estéril, es un debate inexistente en la Comunidad de Madrid y que no queremos que siga politizando las aulas.
La política tiene que estar fuera del aula y, por eso, nosotros queremos fijar posición basándonos en dos documentos esenciales: la Declaración Universal de los Derechos del Niño de 1959 y la Constitución española de 1978.
El Principio 7º de la Declaración Universal de los Derechos del Niño dice claramente que:
El interés superior del niño debe ser el pirncipio rector de quienes tienen la responsabilidad de su educación y orientación; y que dicha responsabilidad incumbe, en primer término, a sus padres.
El Artículo 27.3 de la Constitución Española dice que:
Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.
Por tanto, a raíz de la lectura de estas disposiciones, debatir sobre quién tiene la responsabilidad de educar a sus hijos significa simplemente incumplir la Declaración Universal de los Derechos del Niño y de la Constitución española.
En Madrid siempre ha existido y va a seguir existiendo un clima de absoluta tranquilidad en el sector educativo. Y esto se basa en dos principios fundamentales:
El primero, la libertad de elección de centro por parte de los padres. Es importante recordar que en la Comunidad de Madrid el 94% de los mismos eligen el tipo de educación y, sobre todo, el centro donde quieren llevar a susw hijos.
El segundo, lo más importante en todo esto, nuestra defensa absoluta de la autoridad del profesorado y de ese vínculo directo, que siempre ha existido, tan necesario y que se está cada vez perdiendo más, el vínculo directo entre el profesor y el alumno es aboslutamente necesario. Y por eso queremos enviarle un mensaje de apoyo y de confianza a los más de 95.000 profesores de la CM que trabajan en centros públicos, privados y concertados.
Además, según los datos oficiales de la Consejería de Educación y Juventud, en Madrid no se han registrado denuncias por adoctrinamiento y, por supuesto, nos gustaría que, en caso de que una sola familia tuviera la más mínima queja, nos lo hiciera saber a través de una denuncia formal.
Por eso, en Madrid va a seguir trabajando como hasta ahora, sin que nadie se pueda menoscabar la autoridad del profesorado, ni la libertad de las familias.
Para seguir potenciando esa libertad, nosotros, cuando firmamos el acuerdo de Investidura, ya acordamos que las familias podrían tener al principio del curso, antes de elegir la matrícula, todas aquellas actividades extracurriculares previstas, para que los padres pudieran elegir en libertad, ya que esto sucede aquí en CM, que decidieran si sus hijos podían ir a esos centros o cambiarles. Es decir, esto ya se ha acordado y es lo que vamos a hacer a partir del próximo curso.
Cualquier otra petición se queda al margen del acuerdo de Investidura
Lo que es realmente preocupante es el giro, o los avisos, que ya está haciendo el Gobierno de España en en materia de libertad educativa, que pone en tela de juicio esa potestad de las familias para elegir el tipo de educación que quieren para sus hijos. O anuncios, como eliminar la concertada, excluir a los colegios de Educación Especial o la Educación diferenciada.
Si eso fuera así, pueden tener claro que la Comunidad de Madrid va a defender por todos los medios su actual modelo educativo, que se basa precisamente en eso: en la libertad, la calidad y en la igualdad de oportunidades.
En resumen, todo lo que se está hablando estos días, en la CM no se van a poner en tela de juicio. No está todo esto en el acuerdo de Investidura con el que se creó este gobierno. Nosotros vamos a cumplir lo que hemos acordado.
Los problemas de la educación no están en esto. Los problemas reales que tienen ahora mismo los estudiantes son otros muy diferentes. La inmensa mayoría de ellos pasa por un problema de adicciones a las nuevas tecnologías, que están produciendo que cada vez haya más dispersión, que haya menos concentración por parte de los alumnos, que haya cada vez más dependencia de los mismos a las tablets, a los móviles, con todos los usos perversos que está causando el uso desmesurado de las mismas.
Hoy los estudiantes lo que tienen que hacer es recuperar ese vínculo directo con el profesor y recuperar valores como el esfuerzo, el mérito, el sacrificio, que muchas veces se están desterrando de las aulas, entre otras cosas, por el uso desmesurado de esos teléfonos.
Y, por supuesto, la principal amenaza que está ahora mismo toda la comunidad educativa, no solo en la CM, es esa ruptura con la libertad, ese ataque directo del gobierno de España contra la libertad educativa de las familias. Y, por eso, ya les anuncio que cualquier ataque, cualquier amenaza de la ministra Celaá de adoctrinar en las aulas, como ya hicieron con la última Ley Educativa y con la asignatura de Educación para la Ciudadanía, será defendida y será corregida desde la CM. Vamos a poner todos los mecanismos a nuestro alcance para blindarnos de cualquier tipo de adoctrinamiento político en las aulas, por más que haga anuncios el gobierno de España.
Madrid ya ha sido muro de contención cuando Zapatero utilizó la educación con fines políticos. Esto ya lo hemos vivido en la CM en otros tiempos, también el gobierno socialista. Cuando Zapatero imponía Educación para la Ciudadanía, en la Comunidad de Madrid, estábamos abriendo nuevos colegios, estábamos implementando el bachillerato y estábamos llevando la enseñanza bilingüe, de manera pionera, a la educación. Y en eso es en lo que nos vamos a mantener con nuestro sistema educativo.
Por tanto, queremos lanzar un mensaje de tranquilidad a todas las familias de la CM. Los profesores de la CM no se levantan todas las mañanas viendo de qué manera van a adoctrinar a los alumnos. Las familias tienen toda la libertad para elegir el centro y el tipo de colegio que quieren para sus hijos. Y nosotros vamos a seguir defendiéndolo. Pero también defendiendo la calidad de la enseñanza, recuperando, no solo la confianza en el profesor, que nunca puede estar en tela de juicio, sino recuperando la normalidad en las aulas y pidiéndole a los políticos que no se inmiscuyan en esa relación directa, entre el profesor y el alumno, y confiando en los colegios de la Comunidad de Madrid y en la oferta educativa, que es de primer nivel.