Entrevista a Mons. Morandi.
(ZENIT).- En la tradición bíblica, tal y como refleja el documento ¿Quién es el hombre?, «no hay ejemplos de ‘unión’ legalmente reconocida entre personas del mismo sexo», aclara el secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Por lo tanto, «no existe ninguna ‘apertura’ a las uniones entre personas del mismo sexo, como algunos lo han afirmado erróneamente».
Monseñor Giacomo Morandi, a propósito del reciente estudio de la Pontificia Comisión Bíblica, ha comentado algunos puntos sobre el nuevo documento, debido a algunas críticas ideológicas sobre este tema. El prelado ha concedido una entrevista a Vatican News en español.
En realidad, el documento en el número 185 del documento dice textualmente: «La institución del matrimonio, constituida por la relación estable entre marido y mujer, se presenta constantemente como evidente y normativa en toda la tradición bíblica».
Disensión
Así, el obispo ha explicado que desde hace algún tiempo, sobre todo en la cultura occidental, «se han alzado voces de disensión respecto al enfoque antropológico de la Escritura, tal como la Iglesia la entiende y la transmite en sus aspectos normativos; todo ello se juzga a menudo como el simple reflejo de una mentalidad arcaica e históricamente condicionada».
«Algunos dicen –expresa– que una nueva y más adecuada comprensión de la persona humana impondría una reserva radical sobre el valor exclusivo de la unión heterosexual, a favor de una aceptación análoga de la homosexualidad y las uniones homosexuales como una expresión legítima y digna del ser humano».
Además, «se argumenta a veces que la Biblia dice poco o nada sobre este tipo de relaciones, que por lo tanto ya no deberían considerarse ilícitas desde el punto de vista moral. Se trata de una aproximación ideológica y parcial a la antropología», puntualiza.
Interpretación fiel de la Escritura
El obispo indica que este documento pretende ser “una interpretación fiel de toda la Sagrada Escritura respecto del tema antropológico”. Por tanto, este se basa “en un procedimiento expositivo original que ha tomado como texto de referencia el relato fundacional de Génesis 2-3… porque estas páginas bíblicas son consideradas fundamentales por la literatura neotestamentaria y por la tradición dogmática de la Iglesia”.
En definitiva, el texto busca “promover una visión global del proyecto divino sobre el hombre, que comenzó con el acto de la creación y se realiza en el transcurso del tiempo, hasta su cumplimiento en Cristo, el hombre nuevo, que constituye la clave, el centro y la meta de toda la historia humana”, matiza Mons. Morandi.
Divorcio
«La enseñanza de la Iglesia», explica el obispo italiano, «ya concede a los cónyuges válidamente unidos por el sacramento del matrimonio el derecho a separarse en ciertos casos particulares». Sin embargo, aclara, «este hecho no ha significado nunca ninguna legitimación del divorcio, entre otras cosas porque un sacramento del matrimonio válidamente contraído permanece así y nunca puede ser anulado por ningún otro acto».
«Por el contrario –continúa–, es diferente la hipótesis en la que el matrimonio se reconoce como nulo desde el principio: este es el caso de los procedimientos para la declaración de nulidad del matrimonio».
Sin embargo, puntualiza el secretario, «a veces hay situaciones en las que la convivencia entre los cónyuges se hace prácticamente imposible por diversas razones. Es precisamente en estos casos que la Iglesia admite la separación física de los cónyuges y el fin de la cohabitación». No obstante, el obispo recuerda que «los cónyuges que están válidamente unidos por el sacramento del matrimonio no dejan de ser marido y mujer ante Dios y, por lo tanto, no son libres de contraer una nueva unión».
«El documento de la Pontificia Comisión Bíblica sigue exactamente esta línea y ciertamente no se ‘abre’ al divorcio, como algunos, de manera distorsionada o instrumental, creen o quisieran».
ROSA DIE ALCOLEA
Imagen: Sagradas Escrituras
(© Vatican News)